Muchas veces, la mayoría, cuando sacamos las mascotas a pasear y a que disfruten del aire libre echamos de menos un lugar adecuado para ello. Normalmente personas y cánidos comparten los mismos espacios y no siempre resulta del agrado de todos. Por esa razón, el Ayuntamiento a través del área de Medio Ambiente y Movilidad, construirá en los próximos cuatro meses parques caninos en varios distritos y rehabilitará el existente en el distrito de Retiro.
Este parque de mascotas se encuentra situado en el Parque Roma y cuenta con una superficie de más de 2.200 metros cuadrados que se mantendrá, acondicionando aquellos sitios que lo necesite, para crear una superficie cómoda y acogedora para las mascotas. Con las obras, se instalará en el recinto un circuito Agility integrado por siete elementos, además de bancos, papelera y protectores de farolas.
Por otra parte, se retirará el vallado de madera deteriorado y se restaurarán las partes que se encuentren en buen estado, al igual que la puerta existente, donde se colocará un cartel informativo para recordar a los propietarios de los perros, sobre la obligación de recoger los excrementos y así contribuir al mantenimiento y buen estado del espacio. Durante la intervención, se protegerán todas las unidades arbóreas que pueden verse afectada por los trabajos.
Según la morfología del terreno, estas zonas destinadas al esparcimiento de los perros serán instalaciones sencillas con espacio necesario para que puedan hacer ejercicio y jugar bajo la supervisión de sus dueños. O instalaciones más complejas -como es el caso de la nuestra-, denominadas Agility, consistentes en un circuito de varios elementos para que los dueños jueguen e interactúen con sus mascotas, además de estar provistas de todas las medidas de higiene básicas.
La construcción y adecuación de parques caninos en los distritos de la ciudad de Madrid es un proyecto que parte de las solicitudes de vecinos y vecinas a través de distintos canales de comunicación y de las juntas municipales, en las que se han tenido en cuenta estudios de proximidad o lejanía a las casas, a zonas infantiles y deportivas, la pendiente del terreno, la calidad de este y la superficie para los nuevos.
Estas superficies se rodean perimetralmente de un vallado de madera tratada y una alambrada de algo más de un metro de altura, con una puerta de entrada única (o dos según los casos y necesidades), para evitar que los perros salgan del recinto. En el interior se instalarán, si la morfología del terreno lo permite bancos, diversos elementos caninos que conformarán el circuito Agility y papeleras donde depositar los excrementos que se recojan.