La Sala Maruja Mallo del Centro Sociocultural Clara Campoamor acoge Luminosas. Brillando diferentes, alumbrando en igualdad,  una muestra que es mucho más que un proyecto expositivo. Surge de la puesta en común inicial de dos amigas, Ana y Rocío, así como la aportación de muchas otras compañeras. Ana aporta retratos de niñas anónimas de entre diez y catorce años, conocida como la generación Z. Primeros planos de mujeres en ciernes en un intento de preservar esas miradas que aún conservan la inocencia de la niñez, pero en las que ya se asoman las mujeres que van a llegar a ser.

Rocío le pone versos a cada mirada de lo particular para llevarlo a lo universal, de la contemplación a la reflexión dotando a cada imagen de un mensaje aún más transformador. Son versos que expresan el deseo de libertad en un momento vital en el que la persona se está afianzando su papel en la sociedad, con restricciones interiores y exteriores, pero también lleno de posibilidades.

Ella misma, Rocío, nos cuenta cómo se gestó el proyecto: «Ana me lanzó una foto y me provocó un sentimiento muy intenso, que se transformó en versos y a partir de ahí fuimos tirando del hilito juntas. Digamos que yo ‘salí del armario poético’ y ella dio el salto artístico. La propuesta es original porque combina imagen y palabra. Los poemas hacen como de leyenda de la fotografía y viceversa: se complementan. La gente se para a ver la foto y lee el poema y se establece un diálogo a tres bandas: la palabra, la imagen y lo vivido de quienes las miran. Esta combinación te abre a la vez una ventana y te dibuja un espejo, en el que la gente se siente reflejada. Recuerdas situaciones que tuviste en un tiempo, pero a la vez te plantea soluciones”.

Sobre las autoras

Ana Carrillo Sáenz y Rocío Nogales Muriel son creadoras de alas y despertadoras de conciencias dormidas, como ellas se definen. Ana es publicista y diseñadora gráfica de carrera y fotógrafa de vocación. Fundó hace años La Luna Fotografía, una empresa enfocada al mundo infantil casi en exclusiva y desde entonces, ha retratado a cientos de bebés, niños y familias, buscando siempre captar la belleza de la luz y las cosas sencillas y, sobre todo, la magia que transmiten las miradas honestas y curiosas de los niños y sus emociones.

Rocío alterna la investigación científica en economía social y solidaria con la cultura comunitaria. A la poesía llega de la mano de numerosas  compañeras poetas y de lo que se conoce como ‘poesía de la conciencia’, una poesía crítica y situada. En especial, por ser miembro del comité de coordinación del Festival de Ecopoesía del Valle del Jerte, lo que la pone en contacto con multitud de poetas y, verlos en acción, hace que tome conciencia del impacto que tiene la poesía cuando entra en contacto con la juventud.

La exposición ha girado por otras localidades como Tomares (Sevilla), Guadix (Granada) y Cabezuela del Valle (Valle del Jerte, Cáceres) y en Madrid se ha podido visitar previamente en La Casa del Reloj de Arganzuela y en el Espacio de Igualdad de Retiro, Elena Arnedo, con guía explicativa. En septiembre formará parte del Festival Voix Vives de Toledo y en octubre estará en la Universidad de Sevilla.

La entrada a la muestra es gratuita y está abierta de lunes a viernes de 9 a 19:30 h. Sala Maruja Mallo. Centro Sociocultural Clara Campoamor. Plaza de Daoíz y velarde, 2.