Este jueves 11, Casa de Vacas del Retiro y el próximo sábado 13, el Centro Socio Cultural Las Californias, te ofrecen una oportunidad única para disfrutar del teatro guineano. ‘Ngoan Ntangan, dos mundos que se tocan. Manoliño Nguema’ es una historia basada en la apasionante vida de Marcelo Ndong, considerado como el padre del teatro en Guinea Ecuatorial.
Sus tres intérpretes, Raimundo Bernabé, GorsyEdu y Marcelo Ndong, pertenecientes a tres generaciones distintas, nos descubrirán el viaje personal y creativo de un joven guineano que los llevará desde la Guinea poscolonial y la España del final de los 60, hasta la actualidad de ambos países, para ir descubriendo poco a poco los lazos culturales que unen Guinea y Galicia.
La juventud, la madurez y vejez de un mismo personaje enfrentándose a sí mismo y reflexionando sobre temas tan profundos como la migración, la responsabilidad y el legado que veremos a través de números de mimo, música y danza de tradición autóctona ecuatoguineana, acompañada de instrumentos de percusión realizados en maderas y pieles, que parecen esculturas africanas. Escenas en las que interpretarán además, canciones gallegas a la guitarra española y otras de narración oral envueltas con ritmos musicales.
En 1968 Marcelo Ndong consigue una bolsa de estudios para estudiar y trabajar en el Circo de la Ciudad de los Muchachos de Bemposta. Esta escuela de circo, creada por el Padre Silva, acogía a más de 300 jóvenes, muchos de ellos hijos de emigrantes gallegos que los dejaban allí internados cuando sus familiares tenían que irse al extranjero para trabajar y ganarse la vida.
Ndong y otros compañeros guineanos fueron las primeras personas de raza negra que llegaron a Ourense, lo que provocó anécdotas dignas de recordar en un espectáculo.
El espectador no puede perderse esta historia de utopía hecha realidad repleta de anécdotas exóticas no exentas de una dimensión política y filosófica.
‘Ngoan Ntangan, dos mundos que se tocan’ es una pieza necesaria ya que recupera la memoria histórica, desde el final de la Guinea colonial hasta nuestros días, a través del magnífico puente del amor y la libertad que todo acto teatral implica.