El Estanque Grande del parque de El Retiro, se construyó en 1634 por el arquitecto Cristóbal de Aguilera con la finalidad principal de servir de recreo y esparcimiento al rey Felipe IV, su familia y la corte. En él se celebraban batallas navales con barcos a escala y fuego simulado, y también se utilizaba para pescar, y pasear en góndolas y falúas.

Alimentado por los viajes de agua que llegaban desde Chamartín, Fuente del Berro y arroyo del Abroñigal, en 1867 se permitió el uso público de estas instalaciones y desde entonces, la utilización de las barcas ha sido una de las distracciones de la ciudadanía que pasea por El Retiro.

Actualmente además de las barcas a remo, el estanque ofrece otras actividades, como el barco y aula solar, y la Escuela de municipal de piragüismo, dirigida a chicas y chicos de entre 7 y 17 años, y que se desarrolla desde mediados de septiembre hasta el 15 de junio.

Además, de septiembre a mayo, entrenan dos clubes, uno de remo, Remo 66, y otro de piragüismo, Vallehermoso Retiro. En piragüismo, lo que más se practica son las modalidades de palista y Kayak-polo, una especie de waterpolo con piragua.

El barco solar realiza, por 2 euros, paseos colectivos por el estanque, sólo en 2017 acogió a más de 43.000 pasajeros. Los paneles fotovoltaicos de que dispone el barco en el techo almacenan energía suficiente para permitir su movimiento. Este tipo de embarcaciones, requieren menor mantenimiento que los barcos de gasoil y no resulta contaminante. El próximo mes de octubre el barco actual será sustituido por otro nuevo adaptado a personas con movilidad reducida. La actividad es de gestión indirecta por la que la empresa concesionaria paga al Ayuntamiento un canon al año.

Al tradicional paseo en barco, se suma el Aula Solar, dirigida especialmente a escolares, que desde septiembre a junio, reciben una explicación teórica previa y gratuita, sobre el funcionamiento de esta energía y la importancia que tiene su uso para la conservación del medio ambiente.

Pero el plato fuerte del estanque son las barcas a remo que, solo en 2017, recibieron alrededor de medio millón de visitantes, siendo más de la mitad turismo extranjero y el resto visitantes nacionales, sobre todo catalanes y andaluces.

En total, el pasado año, se produjeron 190.000 alquileres con una media de 500 al día, fluctuando entre los meses de noviembre a febrero sobre las 300 y de abril a septiembre, sobre las 700 diarias.

El servicio cuenta actualmente con un centenar de barcas y está gestionado directamente por el Ayuntamiento. En él trabajan 32 personas, entre operarios/as, funcionarios/as de refuerzo, taquilleras/os y técnicos de mantenimiento.

Las taquillas están abiertas durante todo el año, excepto los días 24, 25 y 31 de diciembre y el 1 de enero. El horario de apertura es desde las 10 de la mañana hasta que anochece, lo que quiere decir que en los meses estivales, el horario se prolonga hasta las 21 horas, mientras que en los de otoño e invierno, cierra sobre las 18 horas.

El teléfono de las taquillas del embarcadero es el 91 574 40 24.