Con la frase “érase una vez un barrio de Madrid, en el que un grupo de superhéroes y superheroínas, de distintos coles y asociaciones, se interesaron por la participación…“ comenzaba la intervención de los más pequeños en el Pleno de la Infancia y la Juventud, celebrado el pasado 29 de noviembre, en la junta municipal del distrito.
A lo largo de su relato, Miriam, Alejandro, Fátima, Aida y otros muchos niños y niñas presentes en el Pleno, describían cómo se reunieron el pasado 15 de octubre, para constituir la Comisión de Participación de la Infancia y la Adolescencia (COPIA) y cómo se sentaron para reflexionar con sus profes, monitores y monitoras, sobre los barrios en los que ellos querrían vivir y comprendieron que la participación es buena para mejorar.
También aprendieron a reflexionar, analizar y detectar las necesidades de las personas; las cosas que podrían funcionar para su comunidad y la forma en la que deberían presentar sus propuestas a los representantes políticos de Puente de Vallecas.
Los superhéroes y superheroínas recorrieron las calles de su distrito y descubrieron que no había seguridad en los parques, tampoco existían espacios para que los más mayores pudieran reunirse, por lo que utilizaban sus áreas infantiles.
Pero lo que más les preocupaba, era que las personas con movilidad reducida no podían disfrutar de los parques y de los espacios públicos, como su amiga Clara, una niña valiente que jugaba y corría muy rápido en su silla de ruedas, pero que se ponía muy triste cuando visitaba los polideportivos y los parques. Por eso, proponían que los espacios verdes y las instalaciones deportivas fueran adaptados y más seguros, para que los niños y niñas como Clara, pudiesen disfrutar de ellos.
También pensaron que estaría bien crear parques para perros y que sus cuidadores les llevaran con bozal o con correa; que hubiera más paradas de autobuses para recoger a los estudiantes que no tenían sus colegios cerca de casa; o que en las calles circularan menos coches y se encontrasen menos colillas en el suelo.
Los autores de esta fábula proponían también paredes limpias y sin pintadas, instalaciones públicas más cuidadas y con luz, cuidado de las plantas, más papeleras o un mayor número de autobuses y paradas, entre otras muchas cosas. El final del cuento no sabían cómo podría acabar, pero les hubiese gustado que todos fuésemos superhéroes y superheroínas y que nos preocupáramos más por el medio ambiente y por cuidar más la ciudad.
En la misma línea de las propuestas infantiles, los portavoces de la subcomisión adolescente de COPIA proponían más espacios adaptados; entradas, vagones y trenes con accesibilidad y un servicio de ayuda personal en los transportes públicos para personas con movilidad reducida e, incluso, carritos de bebés.
Entre sus preocupaciones, también se sumaron a los más pequeños para reivindicar más limpieza en las calles, sobre todo, de excrementos de perros. Desde su punto de vista, una solución sería la colocación de máquinas expendedoras de bolsas que, incluso tuvieran un precio si se sobrepasaba una cantidad a la semana. Todo el dinero recaudado, podría dedicarse a solucionar problemas como la suciedad en las vías públicas y la reparación de señales de tráfico dañadas.
Más zonas de ocio juvenil
En cuanto a las propuestas específicas para los jóvenes de Puente de Vallecas, la subcomisión de adolescencia solicitó que se habilitaran locales para realizar actividades que les permitiera disfrutar de un ocio saludable, evitando así el consumo de alcohol y de otras drogas.
Además, creían necesaria la organización de talleres en los propios centros educativos, con aquellos temas que respondiera a sus necesidades y fuesen motivadoras y dinámicas.
Para sacar más rendimiento a estos talleres, proponían crear una aplicación web, en la que se volcaran sus contenidos y toda la población juvenil pudiera consultarlos y profundizar en los diferentes temas.