Una vez más, la San Silvestre Vallecana ha batido su propio récord de participación, con 40.000 corredores inscritos en la prueba popular, siendo la edición con mayor número de deportistas que cruzan la línea de meta. En la carrera internacional han participado también 2.000 atletas, contando en esta ocasión con la presencia de la élite nacional e internacional en los 10 Kilómetros en ruta.
Como cada 31 de diciembre, este evento deportivo se inició con las pruebas populares. A las 17:30 horas, se dio la salida de Handbike y sillas de atletismo, para personas con discapacidad física. La salida oficial comenzó quince minutos más tarde, con una primera oleada en la que participaban atletas con los mejores cronos. La victoria fue para Borja Pérez, con un tiempo de 31:06 y Cristina Giurcani quien, con 35:51, consiguió alcanzar el primer puesto en la clasificación, como ya lo hizo en 2016.
Estos excelentes resultados se deben a un circuito cuyo recorrido es muy favorable, dado que su perfil no presenta grandes dificultades hasta su último tramo, en el ascenso por la avenida de la Albufera. Dicha característica permite que aficionados al atletismo, con independencia de su nivel de entrenamiento, puedan cada año mejorar su propia marca.
Para que los deportistas logren superar su reto personal, la Organización de esta prueba dispone una salida escalonada, en función de los tiempos acreditados. Como novedad, la tercera se destinó este año a la Nike U-25 Race, para equipos formados por corredores menores de 25 años. Su objetivo era la promoción de la práctica deportiva y los hábitos saludables entre los jóvenes, sobre todo, en una fecha tan señalada como la despedida del año.
Tras finalizar la carrera popular, a las 19:50 horas se iniciaba la San Silvestre Internacional que, en su 53 edición, logró aunar a los nombres más relevantes del atletismo español e internacional.
En categoría masculina, ascendieron al podio los keniatas Eric Kiptanui y Amos Kirui, con 27:34 y 27:48, respectivamente, logrando el tercer puesto el español Antonio Abadía, cuyo crono fue de 28:24.
Dentro de la categoría femenina la victoria fue para la etíope Gelete Burka (30:55), seguida de la portuguesa Catarina Ribeiro (32:41) y la británica Alison Dixon (32:57). Azucena Díaz logró posicionarse en cuarta posición (33:06).
Vallecana solo hay una
Con el hashtag #VallecanaSoloHayUna, la carrera se posiciona como la mejor de todas las San Silvestres organizadas en distintas ciudades y capitales del Mundo. Desde hace algunos años, ha superado incluso a la de Sao Paulo. Junto con su palmarés, la vallecana goza de un cariño especial entre todos los deportistas.
Tanto es así, que la expectación se manifiesta desde el momento mismo de abrirse sus inscripciones. Los que consiguen realizarla, muestran orgullosos su número de dorsal en redes sociales. Hasta el color de la camiseta que se elegirá en cada edición es, en sí, ya una sorpresa.
Pero lo que hace más especial a esta prueba es su ambiente festivo, que une a los participantes con un público que aplaude, durante todo el recorrido, a los valientes que realizan la gesta de disfrazarse con los más variopintos atuendos. En esta ocasión, superhéroes, romanos, dinosaurios, guardias civiles y un largo etcétera de personajes, han desfilado por las calles de Madrid, con mayor o menor fortuna, hasta cubrir la distancia de 10 Kilómetros.
Los que se inclinan por los aspectos puramente deportivos, saben que encontrarán el aliento necesario para superar los últimos metros de la prueba, gracias a los gritos de ánimo que vallecanos y vallecanas brindan desde la avenida de la Albufera, hasta llegada a meta, situada en las inmediaciones del Estadio de Vallecas.
La hormona de la carrera
Este ambiente festivo, junto con la superación personal tras cruzar la línea de meta, genera una sensación de felicidad, que es explicada por los corredores más expertos, como una descarga de endorfina, ganándose así el honor de designarse como ‘la hormona de la carrera’.
Valentín G., un ‘running’ aficionado, que participa como veterano en su tercera San Silvestre, describe las sensaciones vividas a lo largo de todo el circuito: “como madrileño, correr bajo la iluminación navideña, en las calles más céntricas de la ciudad y rodeado de tanta gente, es una experiencia emocionante. En general, es una celebración, una gran fiesta y la vives de forma especial porque, además, haces lo que más te gusta”.
Su experiencia al superar el Puente de Vallecas y acceder a la avenida de la Albufera describe perfectamente el movimiento social y deportivo en el que se ha convertido esta prueba: “los niños te ofrecen su mano para que se la choques y, en verdad, te apetece hacerlo”. También pone de manifiesto el respeto entre todos los corredores, que hacen de la San Silvestre un baluarte de los mejores valores deportivos.
Los pequeños también corren su San Silvestre Mini
Emulando a las grandes estrellas y a sus familiares, el sábado 23 de diciembre, los más pequeños también disfrutaron de una carrera organizada a su medida. Desde las 10:00 horas, se organizaron diferentes pruebas para menores de 16 años, en las que se inscribieron 1.500 niños y niñas, batiendo también un récord de participación.
La San Silvestre Mini, que cumplió su segunda edición, comprendía diferentes circuitos por las calles de Puente de Vallecas, con distancias que variaban entre 200 m. y 1.200 m., según la edad de los jóvenes corredores.
Junto a la promoción de la práctica deportiva entre los menores, otro de los objetivos era que la recaudación de las inscripciones de esa carrera fuera destinada a la investigación y la lucha contra el cáncer infantil. La cifra final alcanzada ascendió a 23.394 euros, que fueron donados a la ONG UnoEntreCienMil y a la Fundación de Investigación HM Hospitales.
Por otra parte, dentro de las inscripciones de la San Silvestre Popular también se habilitó un dorsal 0, para aquellas personas que quisieran contribuir, con una donación de 3 euros.
Otra de las acciones solidarias de la carrera fue la donación de 5 dorsales solidarios a corredores subsaharianos, que han solicitado asilo en nuestro país y están siendo atendidos por la entidad Servicio Capuchino para el Desarrollo.
Una carrera con más de 50 años de historia
Con el firme empeño de Antonio Sabugueiro de organizar una carrera nocturna sobre asfalto, en 1964 se corrió la primera edición de esta prueba, con el nombre de ‘Gran Premio de Vallecas’, que discurría por el Bulevar de Peña Gorbea, en un circuito de 3 Kilómetros y en la que 57 pioneros lograron alcanzar la meta.
Un cronista deportivo la denominó como Carrera de la San Silvestre, al igual que la celebrada en la ciudad brasileña de Sao Paulo. Adoptando definitivamente ese nombre, la entidad responsable de su celebración también pasó a denominarse como Agrupación Deportiva San Silvestre Vallecana que, en la actualidad, convoca esta prueba, bajo la dirección técnica de Last Lap.
En sus primeras ediciones, la carrera era exclusivamente masculina. Al ir aumentando el número de corredores inscritos, se decidió realizar una prueba internacional y otra popular, 13 años más tarde.
La participación femenina fue posible en la década de los años ochenta, coincidiendo con los primeras carreras que asumían el “novedoso” concepto de ‘Deporte para todos’. En la actualidad, el 40 % de inscripciones corresponden a mujeres.
Su crecimiento ha requerido un gran esfuerzo organizativo y la colaboración del Ayuntamiento de Madrid, a través del Distrito Puente de Vallecas, que ha aportado los 6 trofeos de los tres primeros clasificados tanto en categoría masculina, como femenina de la carrera popular, así como las infraestructuras necesarias para celebrar la Sans Silvestre Mini –en la que el Distrito era co-organizador) y la entrega de 1.500 medallas conmemorativas para todos los niños y niñas que han participado en la carrera.
También ha requerido la búsqueda de patrocinadores, denominándose en la actualidad como Nationale-Nederlanden San Silvestre Vallecana.
En 2017 ha sido distinguida como la mejor carrera en ruta del calendario oficial, en la distancia de 10 Kilómetros. Esta clasificación, realizada por la Real Federación Española de Atletismo valora diferentes aspectos, como la capacidad organizativa, el número de participantes y el nivel deportivo, así como la antigüedad dentro de dicho calendario nacional de pruebas de atletismo.