Moratalaz ha recuperado su emblemático conjunto escultórico ‘El Encuentro’, de Marino Amaya, con una réplica en bronce de la obra original que se retiró de la vía pública a consecuencia de su deterioro por vandalización. Esta réplica está firmada por su hijo, el escultor Salvador Amaya, que desarrolla el mismo oficio artístico que su padre.

La pieza original, instalada a mediados de los años 60 y testigo del nacimiento y desarrollo del distrito, representa a una madre y a su hijo con los brazos abiertos en el momento previo al abrazo. La réplica idéntica ha sido instalada en la que fuera su ubicación original, la plaza del Encuentro, anteriormente denominada plaza de Pablo Garnica y que posteriormente tomó el nombre del conjunto escultórico de Amaya. En su realización se ha respetado el espíritu creativo de la obra original dando protagonismo a las líneas minimalistas que utilizaba en sus obras, típicas del movimiento denominado racionalismo escultórico.

Estado actual de la escultura primigenia 'El Encuentro'
Estado actual de la escultura primigenia ‘El Encuentro’

‘El Encuentro’ original está realizado en piedra caliza y representa el instante previo a un abrazo materno con las dos figuras, la madre de rodillas y un niño a unos metros de distancia. Los restos de esta escultura pétrea, de la que solo se conserva el busto y los basamentos, se trasladaron en 1991 a el jardín de la Junta Municipal del Distrito de Moratalaz, desde su emplazamiento original en la plaza debido a la sucesión de actos vandálicos que destrozaron la escultura.

Maternidades y otras obras en Madrid

Marino Amaya (Astorga, 1927-Málaga, 2014) cuenta con otras obras en la capital como la escultura ‘El Balancín’ (1965), que forma parte de un grupo de elementos decorativos en bronce repartido por los jardines que rodean unos bloques construidos por la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid en la calle de Puerto Rico, en el distrito de Chamartín.

'El Balancín' (1965)
‘El Balancín’ (1965)

La presencia de Amaya también puede sentirse en otros rincones del distrito como con ‘Madre e hijos’, otro grupo escultórico alusivo a la maternidad con una mujer de pie con dos hijos pequeños, ubicada en la plaza del Corregidor Alonso de Aguilar. Una escultura que, probablemente corresponde con alguno de los elementos ornamentales originarios del distrito. Amaya realizó también otra maternidad similar para el parque Isabel la Católica de Gijón.

El escultor leonés también creó en 1954 una lápida en honor al compositor y violinista Conrado del Campo (1878-1953), una de las figuras más destacadas de la música española. El monumento funerario, ubicado en la fachada de la casa donde nació Del Campo, en la calle de la Aduana del distrito de Centro, cuenta con una inscripción y tenía en la parte superior el busto un alto relieve del músico, hoy desaparecido.

Zoomorfia y escenas familiares por un artista internacional

Amaya fue un reconocido artista de escultura pública centrando su obra desde 1985 en escenas familiares e infantiles con presencia en diversos lugares de España y el mundo. El Vaticano atesora entre sus fondos la obra ‘El Derecho a la Vida’, y en 1981 expone sus obras en Nueva York en Zoma Gallery, donde la Fundación Rockefeller adquiere quince de sus esculturas.

En su trayectoria están muy presentes también las figuras de animales, y sus obras públicas están diseminadas por rincones de la geografía española como Gijón, Elche, Ciudad Real, Cáceres, Málaga, Salamanca, Marbella, Soria, León, Guetaria o Almería. Amaya nació en Astorga en 1921 y falleció en Málaga en el 2014. /