Cercano al puente del Rey y ubicado en el Reservado de los Antiguos Jardines de Felipe II se encuentra uno de los tres viveros con los que cuenta la ciudad de Madrid, el vivero de la Casa de Campo. La primera noticia documental sobre la instalación como vivero data de 1805 durante el reinado de Carlos IV, en la que figuraba como propiedad regia para dar respuesta a todas las solicitudes de plantas procedentes de las Reales propiedades. Con posterioridad, se atenderá también a la Villa de Madrid. La propiedad del vivero pasa a ser de todos los madrileños el 1 de mayo de 1931 momento en el que la Casa de Campo pasa a ser de Bosque Real a Bosque Público. Todavía quedan vestigios de las grutas de Felipe II que es la parte del pabellón perteneciente a los jardines con las que el monarca completó la finca de la Casa de los Vargas. De las cinco galerías iniciales todavía se pueden visitar dos y con el grupo de 25 personas que se había apuntado a la visita de Madrid Habitat pudimos hacerlo. También fue interesante descubrir otros rincones históricos como la plaza del Caballo, la Faisanera Real o la antigua fuente de la Concha.

En la actualidad el Vivero de la Casa de Campo ocupa una superficie de unas 17 hectáreas en las que se producen anualmente unos 4.000 árboles como el almez, liquidámbar y sófora así como unos 200.000 arbustos en los que destacan las plantas aromáticas (romero, lavanda y tomillo) y diferentes variedades de fotinia pero en realidad se atienden las necesidades específicas de las diferentes zonas verdes de la ciudad. Tal como nos relataba la educadora ambiental Luz Codesal: “Una de las ventajas de disponer de centros de producción propios es que se prima la calidad. Además, al estar situado en la propia ciudad los ejemplares crecen adaptados a las condiciones climatológicas de Madrid”, con inviernos fríos y veranos muy secos.

Con Luz, recorrimos parte de las 17 hectáreas de instalaciones en un itinerario de 3 horas. El Vivero de Casa de Campo está dividido en dos grandes zonas: las plantaciones de arbustos y las de árboles. Una de los lugares más característicos es el paseo del Reservado que desde 1934 pasó a denominarse paseo de las Estufas. Actualmente alberga las oficinas del vivero y el aula para el Taller de Empleo. También existen varios invernaderos donde se reproducen las plantas por esquejes o por semillas. Una vez transcurridas las fases iniciales las plantas se trasladan a otras zonas de acuerdo con sus características como la zona de umbráculos donde se protege a las plantas del exceso de insolación en verano o de las heladas en invierno, los acolchados, plásticos flexibles de color negro que se extienden sobre el suelo y sobre los que se colocan las macetas y contenedores provistas de drenaje para evitar inundaciones. La última fase es la de los contenedores en las que en el caso de los árboles pueden estar unos años antes de ser trasplantados a la zona verde designada.

En el vivero se favorece e incentiva la protección del medio ambiente. Los árboles son refugio y fuente de alimento para muchos animales. Se ha construido un hotel de insectos que facilita la continuación de la biodiversidad y nidos de murciélagos con los que se pretende controlar las plagas de insectos promoviendo la lucha biológica integrada utilizando a los depredadores de las plagas y en menor grado con la aplicación de productos fitosanitarios.

En las cuatro estaciones del año, Madrid Hábitat organiza visitas guiadas gratuitas para conocer el Vivero de la Casa de Campo. La próxima está prevista para el día 31 de mayo. Puedes apuntarte en infocasadecampo@madrid.es ¿Te animas a conocer este vivero?