Un año más, el distrito de Hortaleza volvió a bajar el telón de su cita cultural por excelencia: el Certamen de Teatro Abierto, que en su 16ª edición ha brillado con luz propia a pesar de la actual situación que marca la Covid-19. Un jurado especializado decidió el pasado sábado que la obra Materia reservada, de la compañía Platea, se alzara con el primer premio de este concurso cuyo objetivo primordial es acercar el género dramático a la población e incentivar la creación escénica.

El pasado 23 de enero arrancó la fase final del XVI Certamen de Teatro Abierto en el Centro Cultural Sanchinarro. Vecinos de Hortaleza han podido disfrutar cada sábado de representaciones de alto nivel, gracias a compañías no profesionales que se han subido al escenario para emocionar al público, hacer reír, sorprender y, en definitiva, entretener contando historias.

Un total de once grupos teatrales han participado en este concurso para optar a uno de los cuatro premios con dotación económica. La obra de la compañía Platea, Materia reservada, se llevó el primer galardón (2.800 euros) y gran parte de los aplausos del público, ya que también obtuvo el premio que votan los asistentes (600 euros). Basada en hechos reales acaecidos en Londres en el invierno de 1960-1961, Materia reservada es una obra de susurros donde lo importante es lo que no se dice, porque lo que se dice, casi siempre, es por miedo a decir lo que piensas. Con la esperanza de pensar que para el hombre no hay nada imposible y no debe resignarse ante la realidad que vive, se levanta el telón.

Platea Teatro, fundado en 1993, es un grupo de Tomelloso que, bajo la dirección actual de Alberto Palacios, encuentran en el teatro aficionado un enriquecimiento personal y cultural para el público y para ellos mismos.

El segundo premio (1.600 euros) recayó en Lío de Messina, de la compañía A Rivas el Telón, y el tercero (1.000 euros) en El caballero en moribundia, de la compañía Interpretarte.

La pandemia nos ha situado en un escenario donde impera la incertidumbre, el desasosiego y el desánimo. La promoción de la cultura, siguiendo todos los protocolos de seguridad y la normativa sanitaria, es fundamental, no sólo para apoyar al sector, sino también para facilitar su acceso a toda la ciudadanía con independencia del nivel económico, social y cultural. Por tanto, el año que viene, ¡qué suba el telón!