Si has pasado por el Auditorio del parque Pinar del Rey habrás observado que sus muros posteriores se han llenado de paisajes y color. Este cambio de look, materializado durante las pasadas Fiestas de la Primavera de Hortaleza, ha sido posible gracias a una experiencia piloto a propuesta de la junta municipal, para embellecer muros de alta visibilidad y fomentar proyectos inclusivos de pintura mural en el distrito.

El resultado ha sido un rotundo éxito. Sólo hay que darse un paseo por los alrededores de este auditorio para contemplar las siete obras de arte urbano que ahora lo custodian, destacando también la cálida acogida que tuvo por parte del vecindario durante la fase de creación, y que no dudó en ponerse a colaborar con los artistas.

La asociación The Hug fue la encargada de coordinar este proyecto y seleccionar a los artistas participantes: el colectivo Los Meneo, Colectivo S2, y el artista Alberto Pina, a quienes se sumó la artista finlandesa Klaara Nieminen, miembro de The Hug. El proceso resultó un esfuerzo para plasmar en las pinturas murales imágenes del distrito de Hortaleza: sus paisajes, sus gentes, su cultura, sus edificios más emblemáticos o su tejido asociativo.

Así podemos encontrar un skyline del barrio de Sanchinarro, utilizando un efecto visual llamado anamorfosis, donde el artista Mark Zimerman juega con la perspectiva. El hortalino Alberto Pina se decanta por un paisaje muy natural, ofreciendo una vista del distrito desde el barrio de Valdebebas.

En la parte más abstracta, Klaara Nieminen juega con las piñas del parque Pinar de Rey mostrando un curioso retrato de sus pies, mientras que el Colectivo S2 aúna tecnología y arte al elaborar un mural con letras pixeladas que se descifran al alejarse y un código QR que enlaza con su web.

Finalmente, el colectivo Los Meneo ha pintado un mural donde se puede contemplar sobre fondo azul los monumentos más representativos del distrito, y otra artista del barrio, Zaira, ha sacado su lado más grafitero decorando uno de los maceteros del interior del Auditorio con un degradado de color.

 

Durante los dos fines de semana que duraron las Fiestas de la Primavera, vecinos y vecinas de todas las edades pudieron ser testigos de la elaboración de todas las pinturas murales, cumpliendo así uno de los objetivos del proyecto: interacción entre artistas y vecindario, participación e inclusión, generando así un clima propicio para la creación del tejido cultural y una red de artistas en el distrito.