La Operación Asfalto 2025, realizada por el Área de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento de Madrid, añade cuatro calles más en su proyecto de este año en nuestro distrito. Después de proceder al asfaltado de las calles de Ángeles de las Heras, Bella Altisidora, César Manrique, Emilio Domínguez, Foronda, Gavilanes, Hontanares, Juan Sánchez, Julio Calvo, Labastida, Llodio, Luscinda, Manresa, Manuel Tovar, Xaudaró, la glorieta del Doctor Luis Montes Mieza, la ronda del Ingenioso Hidalgo y la plaza de los Tres Olivos, que correspondieron a 58.924 metros cuadrados de superficie renovada, se suman las siguientes vías de Fuencarral-El Pardo:

  • Calle de Inocencio Fernández
  • Calle de Lacoma (incluyendo espacios interbloques)
  • Avenida de Los Monasterios de Suso y Yuso (entre avenida de Montecarmelo y avenida del Monasterio de Silos)
  • Calle de Valcarlos (Camino de Santiago y Puente de la Reina)

Esta ampliación del proyecto renovará 29.450 metros cuadrados más en el distrito, lo que supone un total de 88.374 metros cuadrados con el asfaltado de las 22 calles.

El objetivo de la campaña anual de asfaltado supone renovar los pavimentos de las calzadas con criterios de sostenibilidad. Con estas actuaciones se mejora la comodidad y seguridad de los usuarios y disminuyen los niveles sonoros de rodadura y la contaminación del aire y se preserva el patrimonio municipal viario, lo que evita deterioros para no tener que realizar una renovación completa del pavimento, que supondría una inversión mucho mayor. El nivel de obsolescencia de las calzadas y la intensidad media de tráfico que soportan son algunos de los criterios para priorizar la rehabilitación de las vías.

Además, la sostenibilidad también está presente en los materiales utilizados en la Operación Asfalto 2025. La mayor parte de las toneladas de asfalto serán mezclas asfálticas más sostenibles frente a las mezclas en caliente tradicionales. Y, aproximadamente un tercio del total de la superficie asfaltada de la ciudad se pavimentará con mezclas bituminosas en caliente fabricadas con betunes modificados con polvo de caucho reciclado con neumáticos.

Con estos procesos, se reducen las emisiones de gases contaminantes como el CO2 y el SO2 y la mitad de los compuestos orgánicos volátiles, así como la exposición de los trabajadores a humos, hidrocarburos y olores. La menor temperatura también reduce el consumo energético entre un 11 % y un 35 %, con lo que las temperaturas ambientales para trabajar son menores.