No era cómo ir al Parque de Atracciones… ¡pero la emoción estaba asegurada! De hecho, fue el mejor plan para después del cole de generaciones de niños y niñas que hoy tienen entre 35 y 50 años: explorar las entrañas del Dragón de La Elipa y salir por sus grandes fauces en forma de tobogán.

Construido en el año 1981 siendo alcalde Tierno Galván, la estatua del dragón se ha convertido en el emblema de este barrio de Ciudad Lineal. ¡Hasta aparecía en la cabecera del entrañable programa infantil ‘Barrio Sésamo’ que cada tarde inundaba las casas de la llamada ‘generación EGB’!. Pero el que fuera el columpio más deseado de la zona también ha tenido sus luces y sus sombras.

Hemos charlado con Antidio Vinuesa, actual presidente de la Asociación de Comerciantes La Arroba y muy vinculado al distrito, que nos ha contado la historia del dragón, tan característico de la avenida del Marqués de Corbera. Fue una de las figuras temáticas que se construyeron en Madrid tras las primeras elecciones democráticas de 1981 para revitalizar los barrios. “Aún recuerdo aquellos columpios de metal sobre tierra en el parque del Dragón, ahora impensables. Cerca de aquí, en el barrio de Bilbao, se instaló también un pulpo con toboganes en los tentáculos y hasta una tortuga gigante”.

Dragón de la Elipa con el tobogán, antes de ser tapiado en 2008

Pero el Dragón de La Elipa, ese pedazo de hormigón escamado y colmillos afilados, era más que un parque infantil. “Era un punto de encuentro, un lugar de referencia para quedar, donde los niños jugaban trepando por la cola o deslizándose por el tobogán, y los jóvenes pasaban la tarde”. El uso incívico unido a la falta de mantenimiento degradó este espacio hasta tal punto que en el año 2008 la Junta Municipal de Ciudad Lineal retiró el tobogán y tapió para siempre la boca del animal, terminando con tres décadas de diversión para generaciones de niños y niñas.

“El dragón ya no cumplía ninguna normativa de seguridad por la suciedad que acumulaba en su interior y el peligro que entrañaba”, relata Antidio. Es entonces cuando surgieron varias propuestas para redefinir el futuro de la emblemática figura. “En los plenos de la junta municipal del año 2009 se habló de derribarlo por su mal estado de conservación, incluso de crear un concurso escultórico para sustituirlo”. Pero los vecinos del barrio no querían deshacerse de su icono más representativo, por lo que en 2010 se redactó un proyecto para acondicionarlo. “Aunque no fuera un monumento protegido como la Cibeles o Neptuno, era nuestro monumento” .

La reforma del parque llegó en 2019

Casi diez años después, el parque del Dragón muestra por fin un aspecto renovado que ha devuelto la sonrisa al barrio. El pasado año, el Ayuntamiento de Madrid destinó más de 156.000 euros en el proyecto ‘Rehabilitación de la escena urbana y zonas verdes del barrio de La Elipa’ donde, además de pintar y rehabilitar la estatua, se sustituyó el suelo y se instalaron nuevos juegos infantiles para integrarlos en la estructura del dragón.

“Estamos muy satisfechos con el resultado. Recuperar el parque del Dragón es dignificar una época a la que se puede regresar fácilmente al escuchar la melodía de Barrio Sésamo”, explica Antidio Vinuesa. Ahora sigue siendo un lugar de concentración de eventos, como la carrera de las Fiestas de La Elipa o la Cabalgata de los Reyes Magos de Ciudad Lineal. Sea como fuere, los niños y niñas de La Elipa ya disfrutan de este parque en las mejores condiciones de seguridad, como hacían los peques de hace cuatro décadas. Ahora no pueden trepar por el dragón, ni salir de su boca o deslizarse por la lengua, pero el parque vuelve a ser lo que era en 1981: un lugar de esparcimiento infantil para jugar, saltar y pasar las tardes… bajo la atenta mirada del dragón.