Es una de las vías más famosas y largas de Madrid, conocida por cualquier persona que resida fuera de la capital. Además, nace en la mismísima Puerta del Sol y por ella se pueden contemplar monumentos emblemáticos como la Cibeles, la Puerta de Alcalá o la Plaza de toros de las Ventas. Sí… hablamos de la calle de Alcalá, y en el tramo que discurre por el distrito de Ciudad Lineal, con 2,8 kilómetros de longitud, se convierte en un importante y atractivo eje comercial.
Las tiendas de barrio y la hostelería llenan de vida sus aceras y calles aledañas. ¡Qué vecino de Ciudad Lineal no ha pasado por el Fogón Asturiano a degustar un plato de fabada! Sin olvidar las patatas bravas de Docamar, una de las barras más populares de Madrid.
La falta de mantenimiento unido al elevado tránsito diario -ajetreo indispensable para la reactivación económica del distrito-, han ocasionado un deterioro que el Ayuntamiento de Madrid va a paliar gracias a una reforma integral de sus aceras y calzadas con un objetivo claro: más espacio para el peatón, eliminación de las barreras arquitectónicas y aumento de la sostenibilidad ambiental, social y económica del entorno.
La primera fase de estos trabajos ya ha comenzado y se prolongará a lo largo de 10 meses. El Área de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento de Madrid ha destinado 2.025.095,20 euros para actuar en el tramo de la calle de Alcalá comprendido entre el cruce de la avenida de Daroca y la calle de Argentina. En este kilómetro de longitud se está renovando la pavimentación de aceras y calzadas, unificando materiales y acabados para configurar un espacio urbano continuo.
En este proyecto, los peatones se convierten en los verdaderos protagonistas. No sólo disfrutarán de aceras más amplias, sino de nuevos pasos de cebra que fomentarán los itinerarios peatonales, la eliminación de barreras arquitectónicas para que el entorno sea accesible en su totalidad y mejoras en los accesos al transporte público.
Además, se reordenarán los aparcamientos y se redistribuirá el mobiliario urbano para evitar que se sitúen en puntos poco atractivos o que supongan un obstáculo a la accesibilidad.
En definitiva, se trata de una actuación encaminada a mejorar las condiciones de los vecinos de Ciudad Lineal que salen a la calle a realizar sus actividades cotidianas, estructurando el espacio público para que incida positivamente en el comercio y la hostelería de barrio.