Veinte años han pasado desde que el paisaje urbano de Madrid cambió radicalmente con la llegada de los primeros parquímetros a los distritos de Centro, Chamberí, Salamanca, Retiro y Moncloa-Aravaca, y las líneas verdes y azules para delimitar las plazas de aparcamiento en sus calles.

Se empezaba en aquel septiembre de 2002 a poner orden al quebradero de cabeza que para los residentes de los barrios centrales suponía buscar estacionamiento, instalando, como ya habían hecho otras ciudades españolas, los parquímetros. Ya se había intentado anteriormente, recién iniciados los 80, con la Operación de Regulación de Aparcamiento (ORA) pero tampoco la tecnología se había desarrollado como hasta ese momento.

Con la llegada de los parquímetros, se sentaban las bases de lo que hoy es el Servicio de Estacionamiento Regulado (SER). Mucho ha evolucionado este servicio a lo largo de estas dos décadas. ¿Sabías que las primeras tarifas oscilaban entre los 20 céntimos por 20 minutos y el euro y medio por dos horas? Hoy pagamos en función del distintivo ambiental de nuestro vehículo y los de etiqueta cero emisiones están exentos.

Pero además de un horario más extenso y parquímetros inteligentes -en 2017 se cambiaron las máquinas para introducir la matrícula y aceptar el pago con tarjeta-, el Servicio de Estacionamiento Regulado se ha ido extendiendo por más distritos con un objetivo primordial: compatibilizar el uso del espacio público y el estacionamiento de vehículos en una ciudad donde viven más de tres millones de personas. Todo un reto para la movilidad que viene acompañada de medidas para disuadir del uso de los coches privados: trasporte público gratuito en fechas especiales, más carriles bus o la extensión de BiciMAD. Alternativas sostenibles para hacer una ciudad más habitable.

El SER en Ciudad Lineal

Pero la implantación de la zona SER dentro de la M-30 fue creando un ‘efecto frontera’ en barrios periféricos como Ventas, Quintana, San Pascual y Colina en Ciudad Lineal, donde la búsqueda diaria de estacionamiento ponía a prueba la paciencia de los vecinos.

Tras una consulta pública realizada en marzo a través del portal Decide Madrid, el pleno del distrito de Ciudad Lineal aprobó el pasado 6 de abril la implantación del estacionamiento regulado en cuatro barrios para aliviar la presión de los residentes. El 27 de junio comenzó a funcionar la zona SER en parte del barrio de Ventas y Colina, y el pasado 23 de noviembre se ha extendido a la totalidad de Ventas, Quintana y San Pascual.

Y es que los datos que arrojan varios estudios municipales constatan el sentir y la desesperación de los residentes. En el barrio de Ventas, por ejemplo, el porcentaje de ocupación por vehículos de visitantes estacionados es superior al 50 % y coincide además con el horario comercial; en Quintana, los niveles de ocupación no bajan del 90 % y más del 75 % de los vehículos detectados no solo no están empadronados en el barrio, sino que tampoco lo están en Madrid; en San Pascual, aunque en general la ocupación es muy alta, próxima al 90 %, en las zonas con carácter más comercial, los valores medios superan el 95 %. Por su parte, hasta del 85 % de la ocupación de plazas en el barrio de Colina coincide con las franjas horarias correspondientes a la jornada laboral.

El Ayuntamiento da nuevos pasos para ordenar la movilidad de la ciudad y racionalizar el aparcamiento en virtud de la modificación de la Ordenanza de Movilidad Sostenible, aprobada el 13 de septiembre de 2021, que prevé la ampliación del SER a 20 nuevos barrios de la ciudad “con acuerdo previo favorable de la junta de distrito correspondiente, así como haber consultado a los vecinos y asociaciones vecinales afectadas”. Y con la llegada de los parquímetros y las líneas azules y verdes a Ciudad Lineal, se garantiza así que los residentes dispongan de una plaza para estacionar su vehículo cuando regresen a sus hogares.