El verano en Madrid es sinónimo de calor…y obras. La gente se va de vacaciones, disminuye el tráfico y las horas puntas, y es cuando el Ayuntamiento aprovecha para hacer un “lavado de cara” a las calles de la capital, para renovar las condiciones de rodadura del pavimento de las calzadas por el desgaste que conlleva unos altos índices de circulación o la falta de conservación de años anteriores.
Este año no va a ser una excepción. Más aún, se va a hacer la mayor inversión para la Operación Asfalto de Madrid, con la inversión de más de 40 millones de euros –el doble que en 2017- para el arreglo de 320 calles, 13 túneles y la M-30 repartidos por los 21 distritos.
No hay que olvidar que la vida útil que tiene el pavimento de una calzada es aproximadamente de unos 15 años, así que gran parte de nuestras calles deberían de tener labores de conservación constantes para poder mantenerse en las mejores condiciones hasta que vuelvan a ser asfaltadas.
A Ciudad Lineal la Operación Asfalto llegará en agosto. Se mejorará así una superficie de 91.000 metros cuadrados, que corresponden a más de 7.000 metros lineales en las siguientes calles:
- Arturo Soria (desde Lopez de Hoyos-Emilio Vargas) (Impar)
- Gran Vía de Hortaleza-Costa Rica
- Calle Arturo Soria
- Virgen del Val (Inicio – Virgen de África)
- Persuasión
- Ricardo Ortiz
- Estrecho de Corea
- Navarro Amandi
- Añastro (Intersección Arturo Soria-Mesena)
- Matías Turrión (Arturo Soria-Asura)
- Poeta Blas de Otero
La elección de estos viales no es casual. Además de la base de datos de la que dispone el Área de Desarrollo Urbano Sostenible que recoge el estado de las calzadas, los profesionales han priorizado basándose en el nivel de obsolescencia de las mismas y la intensidad media de tráfico que soportan, calles con un elevado nivel si hablamos de Arturo Soria o Gran Vía de Hortaleza, además de las adyacentes.
El material utilizado para esta Operación asfalto es de unas propiedades con elevados estándares de calidad para que resista el tráfico, no provoque ruido y tenga una vida útil de 20 años, frente a los 15 años de las mezclas tradicionales. Así, junto a las mezclas asfálticas en caliente tradicionales se van a utilizar mezclas tipo SMA en las calles de mayor intensidad de tráfico con áridos de muy buena calidad y elevado contenido de betún.
Tras la ejecución de estas obras, conducir por Madrid será más cómodo y seguro, además de que disminuirán los molestos ruidos al circular o la contaminación del aire. El resultado lo podremos comprobar con la “vuelta al cole” de septiembre.