En torno al 25 de Noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, el Distrito de Ciudad Lineal ha organizado dos actividades de concienciación dirigidas a dos colectivos muy sensibles, mujeres y escolares, ya que se hace necesario visibilizar este drama social al tiempo que se fomentan conductas respetuosas desde edades tempranas. Porque si hay algo seguro en la prevención de las violencias machistas, es que la educación es un factor clave.

Por un lado se han desarrollado en centros de primaria y secundaria los “Recreos respetuosos”, donde a través de escenas teatrales, jóvenes y adolescentes identifican situaciones de desigualdad entre géneros: niños que pueden ser bomberos y niñas enfermeras o niños que hacen yudo y niñas que van a ballet en las actividades extraescolares. También se les ayuda a identificar posibles situaciones de violencia machista, como un excesivo control del teléfono móvil o las redes sociales entre parejas, y se les ayuda a desarrollar comportamientos más justos y respetuosos en el uso del espacio del recreo.

Se trata de una actividad que ha tenido una acogida muy buena en los cinco centros donde se ha llevado a cabo: CEIP Carlos V, IES GOYA, CEIP Conde Romanones, CEIP Gustavo Adolfo Bécquer y IES Miguel Delibes. Jóvenes y adolescentes se han mostrado favorables de cambiar la historia que se les mostraba en la pieza teatral, mastranto tolerancia, respeto y una igualdad plena entre ambos sexos a la hora de jugar, elegir un deporte o una profesión. Según Emma Luque, de 3Social, entidad organizadora de los “Recreos respetuosos”, “estamos muy satisfechos con la alta participación que nos hemos encontrado. Los centros escolares lo ven como una herramienta útil para generar diálogo y convivencia en el recreo, que a veces se convierte en un espacio de violencia en la relación de niños y niñas”.

Por otro lado, la Asociación ATZ lleva ya tres años desarrollando un proyecto comunitario con la población que vive en los aledaños de la calle Jazmín, haciendo hincapié en el colectivo gitano. En su local trabajan con mujeres por las mañanas y con niños por las tardes, proporcionándoles un espacio de intercambio y convivencia donde además de refuerzo escolar y talleres de formación, realizan visitas cultuales y distintos talleres. Según Macarena Aranguren, educadora social de ATZ, “con motivo del 25-N hemos organizado algunos talleres de prevención de violencia porque somos conscientes que sólo visibilizando los malos tratos e incidiendo en la igualdad entre hombres y mujeres podremos prevenirlos y ayudar a posibles víctimas”.

A través de un video donde las mujeres participantes han escenificado momentos de su vida cotidiana y las emociones que les generan, se han analizado conductas machistas que han llegado a normalizar en su día a día. Un coloquio posterior con frases de empoderamiento femenino como “Para ser feliz no sueñes con un príncipe azul ni marido que te mantenga”, “Nadie tiene derecho a tocarte. Los límites los pones tú”, “Puedes salir sola con amigas, aunque tengas novio o marido”, “Dedícate tiempo a ti misma” o “Mujer bonita es la que sale a luchar por sus derechos” las ayuda a mentalizarse contra el maltrato -ya sea físico o psicológico-, y a interiorizar la igualdad entre géneros en su vida diaria.

¿Han servido estas jornadas? Hablamos por ejemplo con Rocío, de 24 años, casada y con un hijo. Dice que con este taller se ha dado cuenta de que lo que para ella es normal, en realidad es una sumisión. Verónica (31), con 4 hijos, cuenta que “aprendo que la mujer no es un trapo; mi vida es mía y puedo decidir. Ahora sé que debo valorarme y que no todo gira en torno al hombre”. Sara -24 años y un hijo- está estudiando para graduarse en ESO y poder buscar un empleo. “Vengo de una familia de 8 hermanos donde yo era la única chica; por ese motivo tenía que limpiar para ellos. Y eso no debe ser así”. O Carmen, que con 58 años viene “a aprender”.

Todos los esfuerzos destinados a visibilizar y concienciar sobre la violencia machista no se debe limitar al mes de noviembre. Trabajar en la prevención de los malos tratos con actividades de sensibilización dirigidas a jóvenes, colectivos vulnerables y sociedad en general hará posible la creación de una conciencia ciudadana fuerte que no mire hacia otro lado.