La trashumancia es una actividad ganadera tradicional que está en declive, pero en los últimos años se le está dando mucha importancia porque tiene una gran relevancia en el aprovechamiento sostenible del medio natural y en la adaptación a presentes y fututos problemas ambientales como la degradación del suelo o el cambio climático.
Esta actividad tiene multitud de beneficios para la sociedad y el medio ambiente como, por ejemplo, garantizar un recurso alimenticio sostenible para una población en constante crecimiento; segar de manera natural las zonas de pastoreo con su posterior fertilización con los excrementos; y fomentar la actividad rural tradicional creando empleo.
