En el año 2020 llegaron al CIEA Dehesa de la Villa, las «trillizas». Tres composteras contiguas elaboradas con materiales reciclados y ubicadas muy cerca de la entrada del CIEA, con el fin de favorecer el acceso a toda persona interesada en su uso.

Desde ese momento, han sido muchas las personas que se han animado a participar y a traer sus residuos orgánicos para transformarlos en compost, un fantástico abono orgánico, que servirá de fertilizante natural del suelo, favoreciendo el crecimiento y desarrollo de plantas y huertos.

Pero, ¿Qué restos son los que se compostan?

  • Restos de verduras y mondas de frutas (tanto frescas como cocinadas).
  • Bolsas de té y otras infusiones.
  • Cáscaras de huevo, de frutos secos. También los huesos y las pipas de las frutas.
  • Restos de carne y pescado. Los huesos y las espinas también.
  • Restos de la poda de las plantas de casa de tus macetas y tiestos. Si tenéis un jardín, seguramente los restos de las podas sean muy voluminosos, por lo tanto, es mejor no traerlos a la compostera.
  • Restos de la comida cocinada.
  • Cuidado con los aceites, si no es mucha cantidad (los restos de las ensaladas, por ejemplo), sí es válido. Pero volúmenes importantes de aceite usado van para el punto limpio (recordar que un litro de aceite usado al desagüe o la cisterna del baño contamina muchísimo y debemos depositarlo en los contenedores especiales de aceite).
  • Papel de cocina usada. Es recomendable que no sea mucho volumen del total de los restos orgánicos aportados.
  • Restos de queso, pan, de alguna comida que esté estropeada o caducada, etc.
  • No es recomendable ceniza. Pero los restos de los palitos de incienso en muy poca cantidad es válido.
  • Hilos y lana de tejido natural.

Y, ¿Cuáles son los que NO se compostan?

  • Cartón.
  • Cigarros y colillas.
  • Pañales.
  • Revistas ilustradas ni satinadas (tampoco los papeles de la publicidad de los buzones ni los tickets de compra).
  • Mallas ni pegatinas de las frutas.
  • Plásticos.
  • Los excrementos de tus mascotas y los areneros.
  • Todo tejido sintético o que este tintado con productos químicos.

Además de los tipos de residuos que se deben o no aportar, para obtener un compost de calidad, es necesario llevar a cabo una serie de tareas o labores de control y mantenimiento en las composteras de manera habitual. ¿No pensaríais que era tan fácil como depositar los residuos orgánicos y esperar, verdad? Claro que no. Por eso, de manera periódica, realizamos talleres con las personas interesadas en el mundo del compostaje donde, pala en mano, realizamos volteos para que entre el aire y evitar fermentaciones, controlamos la temperatura, la humedad, vaciamos las composteras ya maduras y cribamos el compost.

Y todo esto, ¿Qué beneficio ambiental tiene? Desde que, en el 2020, se pusieran en funcionamiento y ya terminando el 2023, con todos los acontecimientos intermedios ocurridos, llevamos gestionados más de 2.900 kilos de residuos orgánicos, gracias a los aportes de las personas participantes. Esto supone 2.900 kilos MENOS de residuos que han ido a parar a vertedero y que hemos podido descomponer y transformar en compost, que se usará en huertos y/o jardines incrementando la materia orgánica de sus suelos y mejorando así su estructura, fertilidad y retención hídrica, factores fundamentales para la prevención de la erosión.

Cómo participar

Es muy fácil, sólo tenéis que acercaros al CIEA y os daremos unas sencillas instrucciones para que podáis traer vuestros residuos orgánicos, conocer cómo funcionan las composteras y sus organismos descomponedores y, disfrutar de un maravilloso compost para vuestras plantas y huertos.

 

¡ Os esperamos !