Vertebrados de doble vida

 

Los anfibios son el grupo de vertebrados terrestres más primitivos. Los fósiles de anfibios más antiguos encontrados hasta la fecha datan de hace 350 millones de años y las evidencias indican que podrían provenir de un grupo de peces similares a los celacantos.

 

El nombre anfibio significa “doble vida” (anfi = ambos; bio = vida), debido a que experimentan una metamorfosis única: nacen con branquias acuáticas y al madurar desarrollan pulmones para la vida terrestre. Este cambio les permite habitar tanto ambientes acuáticos como terrestres, desempeñando roles cruciales en los ecosistemas.

 

Dentro del grupo de los anfibios podemos encontrar tres órdenes: Anura (ranas y sapos), Caudata o urodelos (salamandras y tritones), y Gymnophiona (cecilias).

Las cecilias no están presentes en España. Casi todas habitan en el suelo de selvas tropicales, salvo una especie que es acuática

 

Aunque pueda parecer que tenemos pocas especies de anfibios, en realidad somos el país de Europa, y de gran parte de Oriente, que más especies tiene.

De las 8.000 especies de anfibios conocidas, solo hay 32 en la Península ibérica y 18 de la Comunidad de Madrid.

Este grupo de animales se encuentra principalmente en la franja tropical, debido a que habitan en ambientes húmedos, ya sean acuáticos o terrestres. Sus puestas y las larvas se desarrollan en agua dulce, mientras que los adultos viven en el medio terrestre, aunque siempre cerca de fuentes de agua para reproducirse.


Características y anatomía

 

Algunas de las características más destacadas de los anfibios son las siguientes:

  • A diferencia del resto de vertebrados, pasan por una metamorfosis; un proceso en el que la cría o larva experimenta una serie de cambios anatómicos y fisiológicos para llegar a adulto. En su ciclo de vida, primero tienen una etapa acuática como renacuajos, donde respiran por branquias y no tienen patas. Luego, al crecer, pasan a una etapa terrestre como adultos, con pulmones y patas desarrolladas.
  • Algunas especies de salamandra no sufren metamorfosis y su larva es parecida al adulto, pero en menor tamaño. Esto se conoce como neotenia.
  • Se reproducen sexualmente y presentan fecundación externa en anuros e interna en urodelos y cecilias. Algunas especies presentan dimorfismo sexual, es decir, diferencias entre machos y hembras en aspectos como el tamaño, el color o ciertas estructuras corporales.
  • Solo los machos cantan y lo hacen para atraer a las hembras en la época reproductiva. Se le conoce como canto nupcial.
  • Al igual que los peces, los anfibios son anamniotas: sus huevos no tienen amnios, una capa que protege al embrión durante el desarrollo.
  • Son animales tetrápodos, a excepción de las cecilias que perdieron sus patas. Poseen cuatro dedos en las patas delanteras y cinco en las traseras. En muchos anuros, como las ranas, las patas traseras están más desarrolladas que las delanteras, adaptadas al salto o al nado. Sin embargo, en otros como los sapos, las patas traseras son menos pronunciadas.
  • Los urodelos conservan la cola durante toda su vida, mientras que los anuros la pierden al alcanzar su etapa adulta.
  • La piel de los anfibios carece de escamas y de cualquier otro tipo de recubrimiento dérmico, a diferencia del resto de los vertebrados. Por eso, suele decirse que tienen la piel «desnuda». La única excepción son las cecilias, que poseen estructuras dérmicas similares a escamas.
  • Su piel, muy fina, les permite realizar la respiración cutánea, por lo que necesitan que esté siempre húmeda, lo que les obliga a vivir en ambientes húmedos.
  • Algunas especies presentan glándulas en la piel que secretan sustancias muy tóxicas como mecanismo de defensa frente a agentes externos. En algunos casos, también muestran colores muy llamativos y brillantes para advertir sobre su peligrosidad.
  • Los anfibios, son ectotermos, o dicho de otra manera, animales de sangre fría, lo que significa que son incapaces de regular su temperatura corporal y dependen de la temperatura del entorno.

  • Aunque no lo parezca, los anfibios tienen dientes, pero son muy pequeños y débiles, y se encuentran principalmente en la mandíbula superior. Estos dientes les sirven para sujetar a sus presas, pero no para masticarlas.
  • En algunas especies, la lengua posee una sustancia pegajosa que les permite atrapar a sus presas con mayor facilidad.
  • La alimentación de los anfibios varía según la etapa de su vida. En su estado larvario, se alimentan principalmente de vegetación acuática, mientras que en su fase adulta consumen pequeños invertebrados, como gusanos, insectos o arañas.

El malo será bueno cuando las ranas críen pelo


¿Por qué son importantes los anfibios?

 

Gracias a su estilo de vida y características cumplen funciones muy importantes tanto en los ecosistema como para los seres humanos:

  • Controladores de plagas: al alimentarse de insectos, ayudan a mantener bajo control sus poblaciones, evitando que crezcan desmesuradamente.
  • Bioindicadores: debido a su piel desnuda y muy permeable, son especialmente sensibles a sustancias tóxicas o contaminantes. Esto los convierte en excelentes indicadores del estado de salud de un ecosistema

Actualmente, muchas especies de anfibios están en peligro de extinción, principalmente por la contaminación y la pérdida de su hábitat. Para poder protegerlos, primero debemos conocerlos y valorar su importancia.


Diversidad en la Comunidad de Madrid

 

La Comunidad de Madrid alberga una gran diversidad de anfibios. Se han identificado 18 especies en la región, incluyendo ranas, sapos, salamandras y tritones. Esta riqueza se debe a la variedad de ecosistemas presentes, desde humedales hasta zonas montañosas.

 

Entre las especies más destacadas se encuentran:

  • Ranita de San Antonio ibérica (Hyla molleri): con su característico color verde, habita en humedales. Los machos emiten cantos reproductores de gran intensidad gracias a su gran saco vocal.
  • Sapo partero común (Alytes obstetricans): famoso por el cuidado parental, el macho transporta los huevos en sus patas traseras hasta que eclosionan.
  • Sapillo moteado septentrional (Pelodytes punctatus): presente en la mayor parte de la península ibérica, prefiere zonas calizas y es reconocible por su piel moteada.
  • Salamandra común (Salamandra salamandra): presenta un patrón de colores amarillos y negros que varía según la subespecie. Su piel segrega pequeñas cantidades de salamandrina, una sustancia tóxica que puede irritar los ojos y la boca de sus depredadores.

¡Conocer para cuidar!

 


Hábitats clave y conservación

 

Los anfibios madrileños dependen de hábitats específicos para su reproducción y supervivencia. Sin embargo, se enfrentan a diversas amenazas, como la pérdida de hábitats, la contaminación y la presencia de especies invasoras. Para protegerlos, la Comunidad de Madrid ha puesto en marcha medidas de conservación, como la retirada de plantas exóticas invasoras y la creación de charcas estacionales en entornos urbanos.

 

La Asociación Herpetológica Española (AHE) es una sociedad científica fundada en 1984 cuyo objetivo es fomentar la conservación de anfibios y reptiles a través de proyectos de investigación y conservación. Además, promueve la divulgación científica mediante la publicación de libros sobre las especies presentes en distintas regiones. Un ejemplo de ello es el libro “Anfibios de la Comunidad de Madrid. Identificación, distribución y conservación”, del que se hablará en este webinario.

 

¿Cómo puedes ayudar?

  • Participa en actividades de educación ambiental: asiste a webinarios, como el que te proponemos en esta ocasión, y visita exposiciones sobre anfibios, como la que tenemos temporalmente en nuestro centro. Aprender más sobre su importancia es el primer paso para protegerlos.
  • Contribuye a conservar sus hábitats naturales: evita contaminar ríos, charcas y otros cuerpos de agua y respeta las zonas donde habitan.
  • Informa sobre avistamientos: si encuentras anfibios en áreas urbanas o en peligro, informa a las autoridades locales para que puedan tomar medidas adecuadas.
  • Evita tocarlos y limítate a observarlos: si es necesario cogerlos, nunca lo hagas con las manos desnudas; su piel es muy permeable y el contacto puede transmitirles patógenos o sustancias tóxicas, como cremas, jabones o desinfectantes.

WEBINARIO: Anfibios de la Comunidad de Madrid

 

Si quieres saber más sobre anfibios, y sobre todo sobre los anfibios que podemos encontrar en la Comunidad de Madrid, ¡¡no puedes perderte nuestro próximo seminario!!

Impartido por Carlos Caballero Díaz – estudiante predoctoral y profesor ayudante en la Universidad Autónoma de Madrid, así como vocal de Participación Ciudadana y voluntario en la Asociación Herpetológica Española-, este seminario digital nos permitirá conocer las 18 especies de anfibios autóctonos de la Comunidad de Madrid: su distribución, hábitat, comportamiento, problemas de conservación y su relación con los seres humanos y el entorno urbano. Podrás ampliar la información en su libro «Anfibios de la Comunidad de Madrid. Identificación, distribución y conservación».

Antes de finalizar el directo, se reservarán unos minutos para formular preguntas y resolver dudas con el ponente. Si lo prefieres, también puedes enviarnos tus consultas con antelación a infocasacampo@madrid.es, y Carlos las responderá durante el seminario

¿Cuándo y dónde?

Tendrá lugar el viernes 6 de junio a las 12:00 horas a través de nuestro Canal YouTube, donde podrás hacer consultas sobre el tema en directo.

¡Te esperamos!


Todo esto… y mucho más

 

Para ampliar la información sobre el tema, te invitamos a consultar los siguientes enlaces:

Anfibios en el parque

Charcas de la Casa de Campo: reductos de biodiversidad

El peque reto: anfibios

EXPOSICIÓN TEMPORAL: Anfibios españoles. Los más amenazados de nuestra fauna