En todo el mundo se consumen más de 1.900 especies de insectos, pero… ¿te animarías a tomar un aperitivo de grillos en tu bar habitual?
El ser humano ha consumido y consume insectos, consciente o inconscientemente, desde siempre.
Forman parte de la dieta humana desde épocas remotas, antes de que se desarrollaran herramientas para la caza y la agricultura; pero la repugnancia y el rechazo cultural hacia los «bichos» se ha extendido con el paso del tiempo, quedando relegado su consumo habitual a las regiones de Asia, África y América Latina.
Más próximos a nosotros, en Italia, concretamente en Cerdeña, existe un queso tradicional denominado Casu Marzu que se sirve con larvas vivas de insectos (aunque está prohibida su venta por la Unión Europea)
A pesar del asco que nos producen los insectos, los tenemos mucho más cerca de lo que pensamos. Conviven con nosotros en el espacio urbano, aprovechando al variedad de nichos y la cantidad de recursos alimenticios que ponemos involuntariamente a su disposición; de manera que es relativamente frecuente encontrar insectos, en cualquiera de sus fases de desarrollo, en los alimentos que consumimos habitualmente, tanto frescos como en conserva.
Se estima que una persona ha podido comer más de 1/2 kilo de insectos en toda su vida, de manera inconsciente. Así, en 10 gr de tomillo picado pueden encontrarse más de 925 fragmentos de insectos y en 100 gr de harina de trigo, más de 150 fragmentos. Y el colorante alimentario NR4, E120 o carmín, está elaborado a base de cochinillas…
Por tanto se puede afirmar que… ¡todos comemos insectos!
Sin embargo, en los últimos tiempos los insectos se han convertido en una verdadera “delicatessen” para algunos “gourmets” que llegan a pagar altos precios por el placer gastronómico que proporcionan especies como la oruga de la mariposa emperador en África del sur o los huevos de hormiga tejedora en el sureste de Asia.
Moda… o alimento del futuro
Lo que es indiscutible, es que la población mundial está creciendo a un ritmo desenfrenado. Se estima que en 2030 tendremos que alimentar a más de 9.000 millones de personas, además de a los miles de millones de animales que se crían anualmente con fines alimentarios o recreativos.
Si a este hecho unimos los problemas derivados del cambio climático y la explotación de los recursos, queda claro que la industria alimenticia debe buscar nuevas formas sostenibles de cubrir las necesidades de la población, y los insectos pueden ser la mejor oportunidad para contribuir a la seguridad alimentaria y nutricional en el mundo.
Estudios recientes sugieren que los insectos pueden ser una alternativa barata y sostenible a la cría de ganado tradicional cuando se consideran los costes externos de la recolección, producción y el transporte, ofreciendo mayores beneficios en términos de medioambiente, salud y medios sociales: no dependen tanto de la tierra para su producción, consumen menos agua, los gases de efecto invernadero que emiten son muy inferiores a los del ganado, se reproducen rápidamente, poseen elevadas tasas de crecimiento….
Los insectos presentan una alta tasa de conversión de alimento, o dicho de otro modo, para producir 1kg de masa corporal el ganado vacuno requiere 8kg de alimento, mientras que los insectos ¡sólo precisan 2kg!
Pero ademas, nutritivamente se ha comprobado que contienen niveles elevados de proteínas, grasas y minerales.
Langostas y saltamontes preservados secos pueden llegar a tener un 70% de proteinas, frente al 27% que presenta un filete de ternera
Sin embargo, la escala de producción de las granjas de insectos no puede competir actualmente con las fuentes convencionales de alimentos y piensos; por lo que la mejora de la mecanización, la investigación y la reforma de la legislación vigente son cuestiones clave para el crecimiento de esta prometedora industria.
En diciembre de 2015 la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición publicó el nuevo Reglamento (UE) 2015/2283 del Parlamento Europeo sobre los denominados “nuevos alimentos”, entre los que se encuentra los insectos y artrópodos en general, entrando en aplicación el 1 de enero de 2018 en todos los miembros de la Unión Europea.
Los insectos podrían ser la fuente principal de proteínas en la alimentación humana del futuro.
Promovamos esta nueva industria.
Webinar: Entomofagia
Si queréis profundizar en el tema de la entomofagia, ¡¡no os podéis perder nuestro próximo seminario!!
Impartido por D. Francisco Jose Cabrero Sañudo, Da. Sandra Grzechnick y D. Diego López Collar –en colaboración con el Grupo de Seguimiento de Biodiversidad de la Universidad Complutense de Madrid-, en el Seminario digital en directo se verán los beneficios nutritivos derivados del consumo de insectos, descubriendo las especies más apetitosas para nuestro paladar.
Antes de finalizar el directo, se reservaran unos minutos para formular preguntas y resolver dudas con los ponentes. Pero si deseáis formular vuestras consultas con antelación podéis enviarnos vuestras preguntas a infocasacampo@madrid.es y Francisco, Sandra o Diego las contestarán durante el seminario.
¿Cuándo y dónde?
Tendrá lugar el próximo viernes 28 de enero a las 12:00 h. a través de este enlace en nuestro Canal YouTube, donde podrás hacer consultas sobre el tema en directo.
Todo esto… y mucho más
Para ampliar la información sobre los insectos comestibles, te invitamos a consultar los siguientes enlaces:
- La contribución de los insectos a la seguridad alimentaria, los medios de vida y el medio ambiente. FAO
- Observando los insectos comestibles desde una perspectiva de seguridad alimentaria. FAO (versión inglés)
- Insectos: Recursos del pasado que podrían ser una solución nutricional para el futuro. VC Pulido Blanco et al.
- Entomofagia. Universidad de Murcia
- Receta con insectos.