En la Comunidad de Madrid hay unos 40.000 ejemplares de jabalí y cada vez es más frecuente su presencia en el entorno urbano.

Pero… ¿a qué se debe este comportamiento?

 

Normalmente habitan en zonas boscosas, pero su gran capacidad de adaptación al medio está jugando a favor del jabalí (Sus scrofa).

Es una especie con una alta tasa de crecimiento, que en su expansión se encuentra de lleno con hábitats colonizados por el ser humano. Son gregarios, desplazándose en grupos familiares hasta 50 kilómetros al día; lo que les obliga a cruzar  carreteras o atravesar núcleos humanos en sus movimientos rutinarios y penetrar en ambientes urbanos en busca  de agua y comida. En las ciudades les atraen los jardines bien regados en época de sequía o las concentraciones de basuras poco controladas.

Si quieres conocer más cosas sobre su biología, comportamiento y repercusión social puedes consultar este documento.

 


Sin  embargo, su creciente presencia en áreas urbanas puede constituir problemas sanitarios y de seguridad vial, como los que vienen sufriendo desde hace varias décadas los vecinos de los municipios situados en la zona noroeste de Madrid; y que ha despertando la preocupación de la administración pública después de los recientes avistamientos en los alrededores de  Francos Rodríguez (27 de enero), Las Tablas (16 de enero), Montecarmelo (6 de abril)  y Ciudad Universitaria (14 de abril).

Por este motivo, la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad del Gobierno Regional autorizó al consistorio municipal la captura de jabalíes vivos durante un año.

Sólo el año pasado en la Comunidad de Madrid se capturaron 6330 ejemplares

El 30 de abril el Ayuntamiento de Madrid instaló las primeras 3 trampas- jaula, en el Vivero Municipal de Migas Calientes. 

Según Juan Carlos Ortiz, veterinario municipal y una de las personas encargadas de la supervisión y seguimiento, «se escogió esa ubicación porque se ha constatado que los jabalíes pueden proceder del Monte de El Pardo y llegan a Madrid a través del corredor del río Manzanares. Desde allí entran a la Casa de Campo y a la Dehesa de la Villa, donde causan destrozos en zonas verdes y viveros y también pueden cruzar a la M-30 y provocar problemas de seguridad vial»“De hecho, las estadísticas de la Dirección General de Tráfico indican que el jabalí ocupa el primer lugar entre los animales que provocan accidentes de tráfico”

A mediados del mes de junio se produjeron las primeras capturas, apresándose 14 (tres adultos y 11 rayones) de los 31 jabalíes capturados en los primeros 45 días de campaña. Los jabalíes capturados fueron transportados en vehículos que cumplían con las normas de bienestar animal, así como con las correspondientes guías sanitarias acreditativa del origen y destino de los jabalíes, hasta un centro de cuarentena de la Comunidad de Madrid. Allí, se determinará si están sanos o enfermos a través de una muestra de sangre y en caso necesario, son sacrificados.

Cuando los jabalíes dejen de entrar en las jaulas de Migas Calientes, éstas se trasladarán a otras dos ubicaciones donde se sabe de su presencia: el Encinar de San Pedro de la Casa de Campo y el Área Forestal de Tres Cantos.

Además se ha establecido un protocolo de seguridad. En caso de avistamiento los ciudadanos deberán llamar al 112 y la Unidad de Medio Ambiente de la Policía Municipal se encargará de la seguridad hasta que llegue la empresa encargada de las capturas. El dispositivo de captura estará preparado en dos horas, de forma que garantice la mayor diligencia y rapidez posible. Se consideran varias opciones de captura en función de las circunstancias que provoque la presencia del animal: con red, con dardos anestésicos o jaulas con comedero incorporado para el cebado de animales. En el caso de las jaulas, se ubican en lugares no accesibles para el público y están señalizadas para el personal de mantenimiento de parques o zonas verdes.


Algunas recomendaciones a seguir en el caso de encontrarte con un jabalí:

  • Si nos los encontramos cuando vamos caminando los expertos recomiendan no salir corriendo ni gritar. No son animales, por lo general, agresivos con los humanos y tienden a huir.
  • No atacan a no ser que estén heridos o se sientan amenazados. Por eso, en las zonas más complicadas se deben llevar los perros atados.
  • No hay que olvidar que son animales salvajes por lo que no se deben alimentar bajo ningún concepto.
  • Para evitar percances en la carretera, lo ideal es moderar la velocidad en vías secundarias y pasar a luces de cruce en caso de encontrarse un animal en la vía, ya que las largas pueden asustar al animal y se puede quedar paralizado en mitad del firme.

“Recuerda que está en nuestras manos evitar algunos problemas asociados a su presencia, con sencillas acciones cívicas: no alimentarles ni dejar pienso de mascota a su alcance, dejar las bolsas de basura cerradas y dentro del contenedor, instalar vallados en los jardines…”