Cuando salimos de viaje solemos preguntarnos cómo van a pasar nuestras plantas esos días que no estamos en casa… ¡Tenemos solución para ello!

 

Sabemos que el riego es uno de los factores más importantes del que depende el desarrollo correcto de nuestras plantas, y es muy importante que no lo hagamos en exceso ni en defecto sino se marchitarán, si esto ocurre le provocara estrés hídrico y tendremos problemas de crecimiento, por eso necesitamos regar con frecuencia.

 

Además, según la especie que se trate requerirá mas o menos cantidad de agua, esto se debe a su nivel de adaptación a nuestras condiciones climáticas, es decir, las plantas más adecuadas serán las más adaptadas, de esta forma consumirán menos agua, lo que nos supone un ahorro de recursos y permitirá que se desarrollen más sanas.

Las plantas más adecuadas son las plantas autóctonas de cada región ya que están más adaptadas a las condiciones específicas de cada lugar y requieren menos cuidados y riegos.

Muchas personas podrán pensar que si no tienen un espacio grande para crear un jardín esto no les afecta, pero no es así, es aplicable a cada pedacito de naturaleza que tengamos en nuestras casas, en un rincón cerca de la ventana, en el balcón o en la terraza, a todos les podemos llamar jardín y podemos diseñarlo y disfrutarlo con criterios sostenibles.

La jardinería sostenible es una buena manera de acercarnos a nuestro hábitat original rodeándonos de un ambiente armónico y tranquilo.

Un xerojardín no tiene por qué ser un lugar de aspecto seco, sin césped. Cualquier tipo de planta, cuando está situada en el lugar correcto y bajo un mantenimiento adecuado, puede ser utilizada en xerojardinería. En este tipo de jardines tienen cabida infinidad de especies y diseños muy atractivos. La xerojardinería se basa principalmente en el uso eficiente del agua.

Un jardín sostenible supone la posibilidad de realizar un cambio en la manera de hacer las cosas ya que nos invita a mirar más allá de nuestro bienestar o beneficio personal. Colaborar para mejorar nuestro medio ambiente no es una utopía, la suma de todos esos pequeños jardines contribuye a cambiar las cosas: una ciudad, un entorno, la sociedad y e incluso el planeta.

¡Empecemos desde nuestra casa!


¿Qué diferencia hay entre un jardín convencional y uno sostenible? 

 

El convencional crea una estética agradable pero no siempre planifica el ahorro de recursos, no tiene en cuenta la adaptación de las plantas al medio y tampoco considera la posibilidad de usar y producir productos reciclables.

 

Por el contrario, el jardín sostenible crea belleza adaptándose a las condiciones naturales de la zona, sin desperdiciar recursos y respetando el entorno, intentando siempre producir y usar productos reciclables y naturales.

¿Sabías que… un jardín xerófilo o sostenible requiere para su mantenimiento un 75% menos de agua que un jardín convencional?

Crear jardines sostenible es muy fácil, siguiendo una serie de criterios básicos:

  • Adaptarnos lo máximo posible al clima y al suelo.
  • Ahorrar agua escogiendo especies adecuadas, empleando métodos de riego eficientes y aprovechando el agua de lluvia.
  • Promover la diversidad.
  • Aprovechar al máximo los recursos de los que disponemos.

Pero si aún te surgen dudas, no dejes de consultar el siguiente manual:


¿Cómo regar tus plantas durante las vacaciones?

 

Si no tienes posibilidad de dejar un riego automático programado o dispones de familiares y amigos a los que dejar el encargo, no te agobies. A continuación, te mostramos sencillos métodos para hacer sistemas de riego caseros , fáciles y económicos con materiales que tengas por casa.

 

Además de lo anterior, recuerda algunas recomendaciones básicas antes de salir de casa:

  • Asegúrate de no dejar las persianas bajadas por completo. Tus plantas necesitan estar en un lugar con luz indirecta pero no a oscuras, ya que precisan del sol para realizar la fotosíntesis.
  • Puedes colocar recipientes con agua cerca, para que el ambiente no sea demasiado seco.
  • Sanea las plantas, desecha las partes secas o dañadas (hojas o ramas) para que no consuman recursos innecesarios.
  • Riégalas justo antes de irte, pero nunca lo hagas en abundancia o las dejes sumergidas, se ahogarán porque no tienen capacidad para dosificar el agua.

Esperamos que te animes a realizar el método que más te guste y que lo puedas emplear a lo largo del año, si eres de esas personas que les encantan las plantas pero no tienen demasiado tiempo para dedicarles o se olvida de regarlas.


Todo esto… y mucho más

 

Si os interesa ampliar la información sobre jardinería sostenible, os invitamos a consultar los siguientes enlaces:

BIO-remedios para las plantas de casa

WEBINAR: ¿Quién se come mis plantas?

Bandas florales como estrategia para favorecer la biodiversidad

Nuestras plantas preparadas para las vacaciones