El Parlamento Europeo acuerda prohibir los plásticos de un solo uso y aplicar medidas reforzadas para luchar contra la «basura marina»
El 3 de julio se celebra Día Internacional libre de bolsas de plástico, como una estrategia para promover un consumo más responsable y sostenible. Así países como Francia e Italia han prohibido la producción de bolsas de plástico y han reducido notablemente su consumo. Otros países como Reino Unido, Portugal y Suecia han optado por aplicar impuestos sobre el uso de las bolsas, y en otros países como Finlandia o Alemania los establecimientos han establecido acuerdos voluntarios.
De cualquier manera, las bolsas de la compra representan sólo la punta del iceberg en relación al uso masivo que hacemos de los materiales plásticos y de los problemas asociados a su reciclaje.
Un mapeo realizado por un equipo internacional de científicos y publicado en Scientific Reports desveló que 1.8 billones de piezas de plástico, que pesan 80.000 toneladas, se encuentran actualmente a flote en el Pacífico.
Las islas de basura del Pacífico tienen actualmente una superficie que equivale a Francia, España y Alemania juntas.
Los modelos de producción y consumo son cada vez más ineficientes y lineales. En el contexto del Plan de Acción para la Economía Circular, la Comisión Europea llegó a la conclusión de que se debía abordar inmediatamente el aumento constante de residuos plásticos, el abandono de estos en el medio ambiente, en particular el medio marino, y la transformación de su ciclo de vida a un modelo circular.
Según la Comisión Europea, cada año se vierten 500.000 toneladas de plástico a los mares de la UE, correspondiendo éstas a más del 80% de la basura hallada en el mar.
Debido a su lento proceso de descomposición, el plástico se acumula en mares y playas, provocando grandes daños a los ecosistemas marinos. Dentro de los plásticos encontrados en la conocida “basura marina”, el 43% corresponden a los 10 productos de plástico de un solo uso más habituales y el 27% a deshechos derivados de la pesca.
El pleno del Parlamento aprobó la Directiva (UE) 2019/904 relativa a la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente. La propuesta, que entra en vigor el 3 de julio, establece que ciertos productos de plástico de un solo uso, para los que hay alternativas disponibles, deberán desaparecer del mercado para el 2021. El objetivo final de esta nueva directiva es que todos los envases de plástico introducidos en el mercado de la Unión Europea sean reutilizables o reciclables de aquí a 2030.
Productos como los bastoncillos de algodón, cubiertos, platos, pajitas, recipientes o tapas y tapones de plástico entran dentro de los productos que van a ser retirados.
Por otro lado, tampoco podrán comercializarse los productos de plástico oxodegradable, ya que este material (presente por ejemplo en bolsas) es degradable, pero incluye aditivos químicos para ayudar al proceso de degradación que lo sitúan en un limbo en la gestión de residuos al no resultar adecuado ni para el reciclaje tradicional ni para su compostaje. De hecho, aún no queda claro su impacto en el medio ambiente. Otros productos susceptibles de esta directiva son las botellas de plástico, abarcando la promoción de sistemas de recogida separada mas eficientes.
Los fabricantes, con mas responsabilidad que nunca
Todos los agentes implicados en la comercialización de este tipo de productos deberán, de acuerdo a la nueva normativa, fomentar el uso de alternativas reutilizables o de componentes distintos al plástico. A la hora de fabricar productos de plástico se deberán tener en cuenta todas las fases de su período de vida (producción, uso y la posibilidad de reutilización y de reciclado).
Además, se va a aplicar lo que se denomina responsabilidad ampliada (que afectará principalmente a la industria tabacalera, a la de materiales de pesca y a los productos de plástico de un solo uso relacionados con la higiene), exigiendo a los fabricantes incluir en el etiquetado advertencias sobre el impacto medioambiental del vertido inadecuado de estos, las opciones adecuadas de gestión de residuos para el producto, o los medios de eliminación que deben evitarse, así cómo la presencia de plásticos. Estos productores, a su vez, deberán hacerse cargo de los costes de la limpieza de los vertidos de sus productos y de las campañas de concienciación relacionadas con su buena gestión.
La responsabilidad ampliada pondrá a los productores a cargo de las consecuencias de la comercialización de ciertos productos que no entran dentro de la prohibición expresa, reforzando el principio de “quien contamina paga”
El papel de España en la aplicación de la Directiva
Las medidas entrarán en vigor en España el 1 de enero de 2023 a través de la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados.
En España se cobrará un impuesto medioambiental por cada uno de los productos no reutilizables que se entregue gratuitamente. Además, se obligará a los bares a poner a disposición de los clientes agua del grifo gratis y a buscar alternativas al plástico
Esta nueva normativa incluye la prohibición de la distribución gratuita de envases no reutilizables. En lo referente a la directiva, se prohibirá de manera expresa la comercialización de determinados productos de plástico señalados en ésta, los fabricados con materiales oxodegradables, o aquellos que contengan microesferas de menos de 5 milímetros de diámetro, muy habituales en productos cosméticos. La nueva legislación incluye nuevas exigencias en cuanto al diseño de productos fabricados con estos materiales y prevé nuevas medidas para fomentar y mejorar el reciclaje.
Las nuevas medidas respecto al reciclaje ponen especial atención en la obligación de la recogida selectiva de biorresiduos domésticos y al plástico.
Nuestro papel como consumidores
A pesar de que el grueso de responsabilidades de esta problemática corresponde a empresas y a la legislación acordada por las instituciones, nuestros hábitos influyen drásticamente. Uno de los focos de la nueva directiva es que los consumidores y otros usuarios estén correctamente informados sobre la disponibilidad de alternativas reutilizables y sistemas de reutilización, sobre las opciones disponibles de gestión de residuos más apropiadas o sobre las opciones de eliminación de residuos que deben evitarse.
Para disminuir el impacto y cuidar el medio ambiente todas las personas podemos aportar nuestro granito de arena, ya que la producción de envases genera un impacto ambiental, sean del material que sean.
¿Cómo podemos hacerlo?
En primer lugar evitando comprar productos envasados. En caso de que esto no sea posible, es preferible decantarnos por aquellos envases compuestos por materiales que provengan de fuentes renovables y que hayan sido producidos minimizando su huella ambiental, y además intentar alargar su vida útil. Por último, en el punto final de vida del producto, gestionar su residuo del modo correcto.
Todas las personas podemos colaborar en la lucha contra los residuos si aplicamos la regla de las tres erres: reducir, reutilizar y reciclar.
Los centros de educación ambiental, como el Centro de Información y Educación ambiental de la Casa de Campo, cumplimos una función fundamental al dar a conocer a la población, de forma accesible, diversas temáticas relacionadas con la naturaleza y el medio ambiente, concienciando sobre las problemáticas que existen y proponiendo y construyendo soluciones y alternativas a éstas. Si queréis conocer más aspectos sobre el medio ambiente, os animamos a que consultéis nuestra programación y os apuntéis a los talleres e itinerarios interpretativos que ofrecemos sobre fauna, flora y el entorno de la Casa de Campo.
Todo esto… y mucho más
Para ampliar la información sobre este tema te invitamos a consultar los siguientes enlaces: