Chamberí es considerado hoy en día uno de los barrios más castizos de Madrid. El distrito cuenta con un estilo arquitectónico único, con edificios señoriales decimonónicos en los que se alojó gran parte de la aristocracia española en los siglos XIX y XX. Además, en sus calles y plazas podemos encontrar importantes conjuntos escultóricos que completan la riqueza cultural y arquitectónica de sus barrios.

A lo largo de su historia, Madrid siempre ha acogido a todo tipo de personajes célebres siendo Chamberí uno de los lugares de residencia para muchos de ellos, algo que lo ha convertido en un punto de encuentro cultural único. Y así lo reflejan sus esculturas, homenajes a grandes personalidades de la historia. Acompáñanos en este recorrido a descubrir cada uno de ellos.

El Chamberí de las letras y las artes

La primera parada es en el parque de Enrique Herreros, donde se encuentra el monumento en honor al artista que pone nombre al recinto. La obra, realizada en granito por el escultor valenciano José Torres Guardia, rinde homenaje a este polifacético artista, dibujante, cartelista y cineasta.

La siguiente parada es la célebre glorieta de Quevedo, en cuyo centro se erige una gran escultura de este insigne escritor madrileño. La obra del escultor Agustín Querol (que originalmente se encontraba en la glorieta de Alonso Martínez) se situó en el actual emplazamiento en 1963, como remate de una fuente por la que se desliza el agua a un estanque circular.

Loreto Prado

En la simbólica plaza de Chamberí observamos el monumento a Loreto Prado, como homenaje a la actriz cómica madrileña, que se subió a los 14 años a los escenarios y su arte la convirtió en una de las actrices más populares y queridas de aquellos finales del XIX y principios del XX. Concebida para ornamentar su tumba, esta escultura, realizada en caliza blanca, fue la última obra pública de  Mariano Benlliure en 1944. Finalmente, se decidió que su emplazamiento fuera esta plaza donde se ubica la junta municipal del distrito.

Como homenaje a los escritores latinoamericanos Pablo Neruda y Rubén Darío (ambos residentes en Madrid durante su etapa como diplomáticos) se hallan una lápida escultórica de bronce en la Casa de las Flores, Hilarión Eslava esquina a Princesa, con el nombre de Pablo Neruda; y un alto pedestal coronado con el busto del poeta nicaragüense en la glorieta de Rubén Darío.

Políticos e ilustres retratados en las calles

Juan Bravo Murillo

Sumado a la lista de personas ilustres, junto a los jardines del Canal de Isabel II, localizamos la gran escultura erigida a Juan Bravo Murillo. Modelada por el escultor madrileño Miguel Ángel Trilles, posee un elaborado pedestal, con una figura alegórica femenina labrada en piedra caliza, coronada por la figura del que fue el promotor de la construcción del Canal de Isabel II, a mediados del siglo XIX, como ministro de Instrucción y Obras Públicas.

Continuando este recorrido, llegamos al barrio de Ríos Rosas, y en la plaza de San Juan de la Cruz se encuentra la estatua de Indalecio Prieto, realizada en granito por Pablo Serrano. Se instaló durante el gobierno socialista de Felipe González para honrar la memoria del que fue promotor de los Nuevos Ministerios, junto a cuya fachada se asienta la escultura.

Otro monumento erigido en honor a un político socialista es el de Pablo Iglesias, fundador del PSOE. Inaugurado en 1936, la obra original fue derribado tras la Guerra Civil. Sin embargo, un grupo de milicianos republicanos logró salvar el busto del monumento para enterrarlo en el Parque del Retiro, donde estuvo escondido hasta 1979. Actualmente, el busto original está en la sede del PSOE en Ferraz, pero su réplica se colocó en la avenida de Pablo Iglesias.

En la plaza de Alonso Martínez se haya la figura de Manuel Alonso Martínez, autor del Código Civil de 1888, cuya estatua es producto de la colaboración entre el arquitecto Joaquín Roldán, autor del diseño del pedestal, y del escultor José Luis Parés Parra. Este último, también es el autor de los grupos infantiles de la fuente en la plaza de Chamberí.

Otra parada imprescindible es la Escuela de Ingenieros de Minas en la calle de Ríos Rosas. Su entrada está flanqueada por dos pedestales sobre los que se erigen las figuras de los ingenieros de minas Escosura y Luis Guillermo Schultz Schreizer, personajes decisivos en la construcción de numerosas obras públicas, como la propia Facultad de Minas.

La historia que nos rodea

Por otro lado, encontramos estos monumentos históricos que relatan por sí mismos la historia que nos precede. El primero, está en el actual Rizal Park, se trata del grupo escultórico que homenajea a José Rizal Mercado, héroe nacional filipino y artífice de la revolución independentista filipina. Esta pieza es una copia casi exacta de la original, que se construyó por el centenario de su muerte.

Saineteros madrileños, plaza de los Chisperos

Después, los Saineteros Madrileños, un monumento formado por un chispero, una manola y una pareja castiza típica madrileña, que representan arquetipos tradicionales de ciudadanos madrileños. Además, cuenta con cuatro bustos de escritores saineteros, como un homenaje a los mismos. Se encuentra en la plaza de los Chisperos.

Por último, los Héroes de Baler, firmada por el artista Salvador Amaya, una estatua de bronce del teniente Saturnino Martín Castillo que recuerda a los conocidos como ‘los últimos de Filipinas’, 337 soldados españoles que resistieron el asedio filipino en Baler en 1898. Se puede visitar esta escultura en la plaza del Conde del Valle de Súchil. /