El próximo sábado 10 de marzo a las 12 horas, gracias a la colaboración entre la Junta Municipal y las entidades vecinales, la plaza de Prosperidad volverá a acoger al Nostrolito «Aquí yace la Guerra”. Desde 1986 y hasta 2013 el monumento permaneció en la plaza como símbolo de la paz y el desarme. En enero de 2013, tras su retirada de la plaza, los vecinos y vecinas iniciaron un movimiento de reivindicación vecinal para su recuperación y lo renombraron como Nostrolito «Aquí yace la guerra”. Ahora y para celebrar su restitución, se ha programado un acto que contará con la intervención de Mauricio Valiente, concejal presidente del distrito, y de representantes del tejido asociativo y vecinal que han propiciado la reposición de un nuevo monolito similar al anterior y una lápida idéntica. Uno de los momentos más emotivos será sin duda cuando las niñas y niños del distrito den lectura a poesías sobre la paz. Tras el descubrimiento del monumento el Coro de la Asociación de Vecinos Valle-Inclán de Prosperidad interpretará el Himno de la Alegría que cerrará el acto y dará paso a un aperitivo de confraternización para todo el vecindario y quienes quieran acompañarnos esa mañana.

Historia del monumento Nostrolito «Aquí yace la guerra»

Durante casi una treintena de años la madrileña plaza de Prosperidad acogió un monumento muy especial para sus vecinas y vecinos: Un monolito con una lápida en la que rezaba la inscripción: «Aquí yace la guerra». Un homenaje a la paz y al desarme y un símbolo popular porque ése fue su origen: ideado, sufragado y construido por el tejido asociativo y vecinal del barrio.

Para conocer su historia tenemos que remontarnos al año 1986. Ese año y en el marco conmemorativo del Año Internacional de la Paz, declarado por la ONU, la Federación Regional de Asociaciones de Vecinales de Madrid (FRAVM) propuso la construcción de monumentos conmemorativos por la paz en los municipios madrileños. Con tal motivo, los vecinos y vecinas de Prosperidad convocaron un concurso público infantil en el que participaron los escolares de este barrio. El ganador del concurso fue un niño cuya idea de la paz y el desarme adoptaba la forma de un monolito en el que en su base descansaba una lápida y bajo la cual la guerra quedaba enterrada. En la estela funeraria, esculpida en granito por Fedor Adsuar, figuraba la inscripción “Aquí yace la Guerra”. El diseño del niño representaba la idea de que “lo mejor para conseguir la Paz es enterrar a la Guerra”. El proyecto se convirtió en una realidad gracias al movimiento vecinal que no sólo sufragó en su mayor parte la construcción junto con la FRAVM, sino que colaboró construyendo literalmente el monolito. El 21 de diciembre de 1986 se inauguró el monumento en un acto en el que intervinieron los niños y niñas de los colegios, quienes también plantaron un árbol, en concreto un madroño.

Durante esos 27 años varias generaciones fueron testigo del compromiso de los vecinos y vecinas por una convivencia en paz. Sin embargo, en la legislatura anterior, para ser más exactos,  en enero del año 2013, el monolito se retiró sin previo aviso por parte del Ayuntamiento que lo sustituyó por un nuevo monumento compuesto por un pedestal sobre el cual se asientan un oso y un madroño para conmemorar el 150 aniversario de la plaza de Prosperidad.

A partir de esa fecha comienza una amplia reivindicación vecinal que culmina en una propuesta en el Pleno de la Junta Municipal del distrito por parte de la Asociación de Vecinos Valle-Inclán de Prosperidad. En la sesión ordinaria del 15 de diciembre de 2015 la proposición por la “Recuperación del Monolito “Aquí yace la guerra”, renombrado desde su desaparición de la plaza como NOSTROLITO, que estaba en la plaza de Prosperidad como símbolo por la Paz, que día a día se construye desde la justicia, desde la convivencia” es votada por la mayoría de todos los grupos políticos.

Finalmente, el próximo sábado 10 de marzo el Nostrolito con la inscripción “Aquí yace la guerra” volverá a formar parte de la plaza. En ella coexistirán el monumento por la paz y el del oso y el madroño. El monumento, que se ha construido de nuevo con inversión municipal, tendrá las características necesarias para su consideración de monumento de la Ciudad de Madrid. Al igual que en el anterior, contará con una lápida con la inscripción “Aquí yace la guerra”. También conservará el mismo espíritu de compromiso por una convivencia en paz bajo la tolerancia y el respeto.