La exposición ‘José Royo Gómez. Un científico valenciano en el Museo Nacional de Ciencias Naturales’ es una oportunidad para conocer la vida y trabajo de una de las figuras más destacadas de la geología contemporánea. Podemos hacerlo hasta el 30 de junio en el que fuera su “hogar” profesional hasta su exilio durante la Guerra Civil, el Museo Nacional de Ciencias Naturales (calle José Gutiérrez Abascal, 2).
Para acercarnos a la figura de José Royo, el edificio de biodiversidad del museo acoge más de una veintena de paneles explicativos en torno a la vida del científico. Además, durante el recorrido podemos detenernos a contemplar las vitrinas que albergan cuadernos, material fotográfico, restos paleontológicos e incluso herramientas y enseres usados por Royo en sus trabajos de campo.
El museo, ubicado en Chamartín, ha contado con la colaboración de la junta municipal de nuestro distrito en este proyecto y también del Ayuntamiento de Valencia, ciudad que hasta el pasado año albergó una muestra similar en torno al geólogo bajo el título ‘José Royo Gómez. Ciencia y Guerra en Valencia, capital de la República’.
Recorrido por su etapa científica en España
“Royo Gómez fue uno de esos hombres sabios, científicos que aglutinaban conocimientos sobre multitud de materias, personas que tenían la ciencia en las venas…” con estas palabras comienza el recorrido por la muestra que está divida en dos zonas, la que recoge el perfil científico y su trabajo en el museo, y la que da a conocer la faceta política y también científica durante su etapa en el exilio.
La primera de ellas nos habla del José Royo Gómez que comienza en el Museo de Ciencias Naturales en el año 1912, cuando llega como estudiante con tan solo 17 años. Desde entonces y durante casi treinta años, fue preparador, recolector, docente, conservador y museólogo de las colecciones de geología, paleontología y mineralogía. Según nos cuentan en la muestra, Royo fue una de las figuras más destacadas de la geología española contemporánea y fruto de su trabajo de campo en el museo ingresó en sus colecciones miles de ejemplares de paleontología. Algunas de estas muestras paleontológicas pueden contemplarse en la exposición, así como cuadernos de campo y viaje y también documentación fotográfica.
Comprometido con la ciencia y la política
José Royo no solo estaba comprometido con la ciencia, también lo estaba con la política, y este es otro de los aspectos que se recogen. Fue diputado en Cortes por Acción Republicana y perteneció a la masonería. El testimonio documental de su vida en aquella época lo encontramos en algunas de las vitrinas que albergan documentos del científico como carnets, cartas o pasaportes. Pero si hay un acontecimiento que marcó la vida de Royo Gómez, ese fue sin duda el exilio durante la Guerra Civil. Primero, durante unos meses en Toulouse, y después en Bogotá y Caracas, donde residió hasta su muerte en 1961.
Mediante material fotográfico nos acercamos a su etapa en el exilio. La exposición narra su vida y trabajo en Colombia y Venezuela, donde continuó su carrera científica mediante una importante labor como geólogo y profesor. En esa época llevó a cabo una de sus obras más queridas: el Museo Geológico de Colombia. Después, durante su estancia en Venezuela desarrolló un proyecto similar en Caracas, un museo de rocas, minerales y fósiles, actualmente centro de referencia de la geología y paleontología venezolanas.
Tal y como explica uno de los paneles, “la obra de José Royo fue valiosa y reconocida, incluso en la España franquista. En Colombia y Venezuela aportó su experiencia y dedicación a la conformación de entidades, museos y escuelas científicas. Sus estudios fundamentaron el conocimiento geológico y paleontológico de los tres países”. Ahora, gracias a esta exposición, hasta el 30 de junio podemos acercarnos a su vida y mantener viva la memoria del científico.
En la página del Museo Nacional de Ciencias Naturales tenéis toda la información sobre horarios, entradas y localización de la exposición.