Que el huerto urbano comunitario ’40 fanegas’ es un rincón vivo dentro de la ciudad lo demuestran las más de 120 especies, entre florales y frutales que asoman entre la tierra y también las múltiples actividades que se desarrollan durante prácticamente todos los días de la semana, enfocadas mayoritariamente al público infantil. Todo ello junto con el nodo de compostaje, una propuesta vecinal aprobada en el proceso de Presupuestos Participativos de 2017.

Cómo participo en el proceso de realización de compost

El compostaje comunitario es un método a través del cual el vecindario puede elaborar abono natural a partir de los restos orgánicos de los residuos domiciliarios. En el caso de este huerto y según nos cuenta uno de sus encargados, la participación es sencilla ya que podemos hacerlo únicamente depositando nuestros residuos orgánicos o bien participando activamente en la generación del compost.

Si optamos por la primera opción, lo único que tenemos que hacer es depositar nuestros residuos orgánicos dentro del contenedor habilitado especialmente para ello. Después, los encargados del compostaje del huerto realizarán una selección e incorporarán a la compostera los residuos que son adecuados para la generación del compost. Y es que no todos los residuos orgánicos son válidos para el proceso, concretamente en el caso del compost urbano son adecuados los residuos de alimentos no cocinados, como son las peladuras, fruta o verduras.

Si lo que queremos es participar activamente en el proceso pero no tenemos conocimientos, la asociación Naturbana, encargada de la coordinación del huerto, organiza talleres como el celebrado el pasado jueves, 28 de marzo, en el que para comenzar cada asistente recibía un kit compuesto por cubo marrón y bolsas especiales para la recogida de residuos orgánicos.

El compostaje no es solo una recogida de residuos orgánicos

Lo primero que tendremos que tener en mente si queremos hacer compost es que “no es solo una recogida de material orgánico”, dice Félix Villarejo, del huerto ’40 Fanegas’, «se trata de un proceso que dura en torno a tres meses». Durante este proceso Felix nos cuenta que será necesario tapar la basura orgánica con plantas secas para evitar malos olores o moscas, así como removerla para que no haya zonas sin oxígeno que generen mal olor. Además, hay que controlar que la basura se encuentre entre 50 y 60 grados. El resultado será un material que una vez cribado será de alta pureza y que podrá ser usado en nuestros huertos y también en parques y jardines.

Un huerto con mucha actividad infantil

Ubicado en la parcela de la calle Puerto Rico, en el número 56, el huerto urbano comunitario ’40 Fanegas’, según su coordinador, Eduardo Fisbein, es el que cuenta con más participación infantil en la ciudad de Madrid, además de otras actividades hortícolas que el vecindario desarrolla. Prueba de ello son las visitas que todas las semanas realizan los colegios de la zona y que cuentan con sus propios bancales. También los fines de semana se realizan talleres infantiles. Gracias a estas visitas los escolares integran la actividad como si de una asignatura más se tratase.

Imagen de la zona dedicada a huerto escolar

Además, participan de todo el proceso, desde identificar los productos de la huerta y sus cuidados a cocinarlos en los talleres de cocina que se realizan en la parcela.

También aprenden a usar herramientas, como las lupas agrícolas con las que ven insectos o partes no visibles de la planta. El objetivo final, inculcarles cariño y respeto por la naturaleza.

Si estáis interesados en participar en cualquiera de las actividades del huerto ’40 Fanegas’ o de cualquiera de los huertos urbanos comunitarios, en esta dirección web encontraréis toda la información.