El pasado jueves, 14 de junio, unos 70 profesionales del ámbito de lo social participaron en la tercera Jornada Comunitaria de Chamartín que tenía como fin reflexionar, generar sinergias y poner en común diferentes formas de abordar y gestionar centros sociales comunitarios desde la perspectiva de la intervención social.
La jornada, organizada desde el departamento de servicios sociales de la junta, cierra un ciclo de encuentros cuyo objetivo ha sido dar a conocer el trabajo de los profesionales de estos centros desde diferentes perspectivas.
La primera de ellas, celebrada el pasado 17 de mayo, supuso un punto de encuentro para los profesionales del ámbito de lo social, el objetivo, poner en común las necesidades del distrito, generando respuestas conjuntas y creando diferentes mesas de trabajo. En el segundo de los encuentros, que tuvo lugar el 26 de mayo, fueron invitados vecinos, vecinas y entidades sociales. La sesión fue configurada como una apertura de puertas para dar a conocer el centro, sus actividades, actuaciones y proyectos. En este caso la finalidad era visibilizar la importancia de la participación e implicación de la ciudadanía en el distrito de Chamartín.
Para el desarrollo de estas jornadas comunitarias el lugar elegido fue el Centro Socio Comunitario Colonias Históricas, un espacio que fue inaugurado el pasado año en Chamartín, y que tal y como indicó la coordinadora del distrito, Teresa Camarero, en la presentación de la tercera jornada, “no se percibía como un centro con perfil meramente asistencial y tampoco que generase una propuesta de tipo cultural, formativo o de ocio. Se trataba de tener un espacio donde se trabajase lo común desde un enfoque transversal permitiendo que la ciudadanía colaborase en su propio desarrollo de comunidad”.
Fernando Fantova, consultor social, fue el encargado de abrir la sesión del 14 de junio y lo hizo hablando de la comunidad a la que definió como “un entramado de relaciones primarias que puede tener elementos de identidad, de territorio, de una acción voluntaria”. Desde el punto de vista de la intervención social analizó los cambios y errores y lo que podría suponer una estrategia para convertir los servicios sociales en comunitarios. Para ello Fantova reivindicó una intervención de los servicios sociales en la comunidad no sólo desde lo transversal o desde la participación sino realizar un giro hacia la interacción humana, hacia la prevención y la promoción, operar en el territorio, en la comunidad y ser universal.
A continuación, Dolores Hernández, trabajadora social comunitaria abordó cómo construir espacios sociales para que sean lugares comunitarios y resaltó la importancia de dar el salto en los servicios sociales para “trabajar con las redes de las personas y así potenciar sus redes de proximidad para que las puedan sostener y que no tenga que ser sostenida individualmente”. Hernández apuntó al trabajo en red de los demás profesionales para poder llevarlo a cabo. Así mismo, instó a la creación de un nuevo modelo trabajo comunitario que permita que las personas cada vez se sientan más vinculadas con sus redes y con su comunidad.
En la segunda parte participaron la Escuela Popular de Prosperidad (Chamartín), el Centro Socio Comunitario Casino de la Reina (Centro), el Espacio Vecinal Montamarta (San Blas) y el Centro Socio Comunitario Josefa Amar (Tetuán). Aunque cada uno de ellos nace con unos objetivos diferentes: centro educacional, vecinal, de apoyo a un proceso comunitario o agentes de cambio social, todos resaltaron el carácter social de estos espacios donde los vecinos no sólo reciben sino que también participan de las diferentes experiencias. En el último punto, el del desarrollo del proceso participativo, se puso de manifiesto la necesidad no sólo de estar en la calle sino también del acompañamiento a entidades y movimientos, así como la práctica de la escucha activa.
Para finalizar, Mauricio Valiente, concejal del distrito, destacó la importancia que tuvo escuchar otras experiencias de centros durante la fase de puesta en marcha del Colonias Históricas, “un instrumento de intervención social al servicio de la comunidad” según el concejal. Y en ese sentido apuntó se había planteado la jornada, la cual, según Valiente, suponía poder aprender unos espacios de otros y poner en marcha la dinámica del proceso comunitario.