El pasado viernes Madrid se vistió de lujo con la reinauguración de la calle más famosa de la capital, la Gran Vía. Ubicada en el distrito Centro, la Gran Vía ha sufrido una transformación muy importante en los últimos tiempos.
La calle conocida por su comercio, por sus escaparates y sus establecimientos de restauración continúa siendo el punto central de un distrito que cada día cede más paso al peatón. El miércoles comenzábamos con el estreno de la peatonalización de la calle Carretas y, continuando con ella, seguimos dirección a Gran Vía, pasando por la calle Montera, donde el viandante es también un protagonista destacado.
La Gran Vía sigue siendo una arteria principal de Madrid y una de las calles favoritas de las madrileñas y los madrileños, así como una de las calles más transitadas del distrito Centro.
Con un presupuesto de 5.744.157,45 euros esta gran obra, que ha transcurrido durante los últimos siete meses, ha supuesto una mejora de la movilidad peatonal y la accesibilidad universal. Además, se quiere fomentar el uso de la bicicleta y el transporte público.
Los 6.800 m2 que ha ganado el peatón suponen un incremento del 31,24% más de lo que había hasta ahora. El espacio para el viandante se traduce en un mayor protagonismo de éste, ya que la anchura de las aceras (se han ampliado entre 2,6 y 3,4 metros) permitirá pasear más tranquilos y detenernos a mirar los escaparates. También podremos ver los 95 nuevos semáforos, cuyo aire retro y su forma geométrica nos permitirán admirar ese aire de distinción que desde hace más de cien años rodea a la Gran Vía como una calle única de la capital.
Por otro lado, habrá un nuevo elemento decorativo y que permite transformar el CO2 en oxígeno: 105 perales chinos o Pyrus Calleryana se sumarán a los árboles que ya constituían el espacio vegetativo de la calle y que, en verano, permitirán resguardarnos un poco del sol. Dicha especie ha sido elegida por su resistencia a enfermedades y plagas, pero además, estarán acompañadas con su color verde por otras variedades autóctonas de Madrid.
Por otro lado, en cuanto a mobiliario urbano, habrá 33 bancos donde las ciudadanas y los ciudadanos que transiten puedan descansar en algún momento del camino. Y, en el caso de sed, se han instalado 3 fuentes de granito que serán un punto importante de hidratación para todo aquel que desee beber un poco de agua.
Y, además, cuando llegue la hora de ponerse el sol, la instalación lumínica se ha visto reforzada por 228 farolas con el sistema de ahorro energético LED, que nos permitirán disfrutar de la calle, sus paseos y sus comercios.
Mejoras logradas
Con estas nuevas mejoras, el ciudadano podrá disfrutar más del paisaje urbano. La Gran Vía, como gran parte de las calles del distrito Centro, tiene una configuración muy particular en la parte alta de los edificios. Verdaderos monumentos que con las nuevas aceras más anchas permitirán que el peatón suba la vista y disfrute de ese paisaje alto de los edificios.