Resulta imprescindible remediar la falta de visibilidad de las mujeres que han contribuido a la historia de Madrid. De las 380 placas colocadas en edificios dentro del Plan Memoria de Madrid creado en 1990, sólo un 12% se han dedicado a mujeres. En una ciudad como la nuestra, comprometida con la igualdad de género, resulta necesario compensar esta desigualdad.

Desde ayer, tres creadoras e intelectuales vinculadas a la Generación del 27 y vecinas de nuestro distrito cuentan con sus placas y merecidos reconocimientos en las casas en las que residieron.

María Lejárraga, “prolífica escritora, comprometida feminista y diputada por Granada en 1933”, tiene su placa en el edificio de la calle Manuela Malasaña número 28, donde vivió. Luisa Carnés, “innovadora, escritora y periodista de la Generación del 27”, en la casa donde nació en la calle Lope de Vega número 31, y Ernestina de Champourcín, “poeta de la Generación del 27, crítica de arte y literatura”, en la calle Barquillo, 23, donde residió.

A estos tres reconocimientos hay que sumar la placa colocada en la calle Marqués de Riscal número 5 en honor a Victoria Kent, “comprometida feminista, directora de prisiones y diputada de la II República Española”, en nuestro vecino distrito de Chamberí.

También la que adorna la fachada de la calle Marqués de Santa Ana número 4, donde nació nuestra ilustre vecina Clara Campoamor, diputada que lideró el debate parlamentario en defensa del voto femenino en 1931.

Son los primeros pasos para que Madrid empiece a compensar esta desigualdad y para que, en palabras de su alcaldesa Manuela Carmena, “dentro de unos años, por aquí pueda pasar una niña, preguntarse quién fue Victoria Kent y descubrir su figura gracias a esta placa”.

Y con este fin, el Ayuntamiento de Madrid pondrá en marcha próximamente una aplicación móvil para recibir información de todas y cada una de las personas o hechos relacionados con la historia de la capital que han sido reconocidos a través de estas placas.