El próximo viernes, 28 de julio, se cumplirán 100 años del nacimiento de una de nuestras vecinas más queridas, la poeta Gloria Fuertes, en el castizo barrio de Lavapiés.

Para muchos de nosotros hablar de ella supone evocar nuestra infancia, puede que incluso rescatar de la memoria alguno de nuestros primeros libros. Y la recordamos recitando poesía para los más pequeños en televisión, con su pelo canoso y su característica voz ronca.

Pero Gloria Fuertes fue además una mujer adelantada a su tiempo. “Poeta de verso en pecho” y feminista, fundó el grupo cultural Versos con Faldas para reivindicar la autoría femenina en las tertulias literarias. Estudió Biblioteconomía e inglés, y recibió una beca Fullbright de Literatura Española que la llevó residir en EEUU, donde impartió clases en las universidades de Bucknell, Mary Baldwin y Bryn Mawr. Fue pacifista –se opuso a las guerras de Vietnam, Camboya y la civil española- y se preocupó por el respeto al Medio Ambiente.

El lenguaje cotidiano y directo que caracteriza su obra, dedicada fundamentalmente al público infantil, posiblemente unido a su condición de mujer lesbiana y feminista, la llevó a ser considerada una poeta menor, ensombreciendo así su poesía para adultos.

Pero Lavapiés nunca olvidó a su ilustre vecina. Desde diciembre de 2015 la recordamos con una placa en la fachada del número 17 de la calle Espada, donde nació, pasó su infancia y parte de su juventud. “Manantiales de versos encendidos y cascadas de paz es lo que tengo”, reza la placa.

Y para celebrar el centenario de su nacimiento el viernes 28 de julio llenaremos Lavapiés de letras. “Los mayores cuentan cuentos”, organizado por Voluntarios por Madrid, será el momento para el encuentro entre generaciones. “Poesía o barbarie” nos traerá una jam poética de la mano de Nacho Vegas, Loreto Sesma, Irene G Punto, Victoria Ash, y Diego Álvarez Miguel. Y “Gallos Tour 2017” será una sesión de rap (Rithm and Poetry) inspirada en la obra de la autora, con la participación de artistas como Arkano, Skone y Chuty.

 

Gloria Fuertes nació en Madrid

a los dos días de edad,

pues fue muy laborioso el parto de mi madre

que si se descuida muere por vivirme.

A los tres años ya sabía leer

y a los seis ya sabía mis labores.

Yo era buena y delgada,

alta y algo enferma.

A los nueve años me pilló un carro

y a los catorce me pilló la guerra;

A los quince se murió mi madre, se fue cuando más falta me hacía.

Aprendí a regatear en las tiendas

y a ir a los pueblos por zanahorias.

Por entonces empecé con los amores,

-no digo nombres-,

gracias a eso, pude sobrellevar

mi juventud de barrio.

Quise ir a la guerra, para pararla,

pero me detuvieron a mitad del camino.

Luego me salió una oficina,

donde trabajo como si fuera tonta,

-pero Dios y el botones saben que no lo soy-.

Escribo por las noches

y voy al campo mucho.

Todos los míos han muerto hace años

y estoy más sola que yo misma.

He publicado versos en todos los calendarios,

escribo en un periódico de niños,

y quiero comprarme a plazos una flor natural

como las que le dan a Pemán algunas veces.