Este sábado, el centro deportivo municipal Francisco Fernández Ochoa fue punto de encuentro de mayores, adultos e infancia. A partir del mediodía, en el campo de fútbol 7 no solo había balones y porterías. Las carreras de sacos, el vuelo de cometas o partidas del juego de la rana y de la calva se sucedieron durante hora y media para celebrar el Día del Padre.
Decenas de personas entre abuelos, abuelas, padres, hijos, familias se dieron cita en el encuentro intergeneracional en el que también hubo tortilla de patata para reponer fuerzas. Levantar el kilo del bolo canario bien merecía un aperitivo…