Son las 8 de la mañana y en el Colegio Público Eugenia de Montijo del distrito de Carabanchel, y todos los monitores de la ONG YMCA empiezan a recibir como cada día de este mes de julio a los niños que participan en su campamento urbano. Ana, Sidney, Luis Anthony y sus compañeros, entre 130 y 160 dependiendo de la semana, se muestran deseosos de que empiece el día para pasarlo bien con sus amigos. El campamento urbano que organiza YMCA es uno de los que cuenta con la cesión de espacio municipal por parte de la Junta del Distrito de Carabanchel junto a otros seis, en los que las niñas y niños de Carabanchel pueden participar. Se trata de una iniciativa en la que esta ONG lleva trabajando varios años y que se ha organizado en diferentes colegios públicos del barrio.
En este campamento participan chicas y chicos de Carabanchel en riesgo de exclusión social, con algunos de ellos ya trabajan esta ONG, que lleva 30 años desarrollando proyectos en el barrio y en otras partes de España. Rebeca Seyjo es su coordinadora y nos explica que además de estos niños también asisten al campamento otros participantes de los proyectos de Caixa Pro Infancia y casos derivados de los servicios sociales municipales. En el CIEP Eugenia de Montijo se respiran ganas de pasarlo genial desde bien temprano. De 8 a 9 de la mañana se realizan actividades variadas esperando que lleguen todas las niñas y niños, porque a las 9 el grupo completo, que comprende pequeños desde 3 años hasta jóvenes de 18 se dan los buenos días a través de canciones y juegos. Es el momento en el que planifican el día y en el que sabrán lo que les espera. A partir de ahí, y ya en grupos por edades, realizan primero actividades deportivas y físicas, aprovechando el fresco de la mañana, para después del recreo trasladarse a la piscina o a parques de la zona donde realizar nuevos juegos adecuados a cada tramo de edad.
Este año, el campamento tiene como temática la comunicación y las habilidades sociales, las emociones y la participación en la comunidad. Unos objetivos en los que YMCA lleva trabajando todo el año con chavales del barrio en el centro que tienen en la calle Alba de Tormes. Las niñas y niños nos cuentan que se lo pasan genial, incluso alguno más lanzado afirma que es el mejor campamento en el que ha estado, y lo cierto es que se les ve felices y disfrutando de juegos tan curiosos como un “tragabolas humano”, que provoca las risas de peques y monitores; o de deportes como hockey o fútbol, entre otros.
Son las 11.30 y los más pequeños se preparan para ir a la piscina de La Mina, donde dos días a la semana disfrutan del agua. Todos ansiosos con sus bañadores y toallas hacen una fila que deberán respetar mientras caminan hasta este centro deportivo municipal.Los participantes de esta edición, al igual que en las anteriores, comen en el colegio-sede del campamento a partir de las 13.30, para después de realizar la última actividad, reunirse y hacer una evaluación de cómo ha ido el día. Rebeca nos dice que es un momento verdaderamente interesante y da igual las edades de las chicas y chicos porque todos se muestran muy participativos en este rato de valoración de la jornada.
YMCA es una organización no lucrativa, sin filiación política o confesional, dirigida por voluntarios y voluntarias, que persigue mejorar la sociedad generando oportunidades y acompañando el desarrollo de cada uno de los niños y jóvenes que se esfuerzan cada día para superar las barreras que limitan sus sueños, tal y como explican en su web www.ymca.es. Bajo su lema “Sabemos ayudar. Sabemos disfrutar” organizan por un lado estancias en el extranjero y programas de inmersión lingüística para escolares, y por otro programas de intervención social de familia, vivienda, ocio etc., con el objetivo de potenciar al máximo las capacidades de los menores y acompañar el desarrollo integral de los jóvenes, incidiendo sobre los factores críticos (como la educación, la vivienda o su tiempo de ocio) que pueden vulnerar su derecho a crecer y prosperar.
En este campamento también encontramos algunos casos peculiares entre las historias y motivaciones de los 23 monitores, 7 de ellos en prácticas. Todos ellos tienen el curso de monitor de tiempo libre requerido, pero como nos cuenta Salma su historia es especial. Ella fue “niña YMCA”, participó desde pequeña en los campamentos y actividades de esta asociación y ahora, años después ha decidido “devolver” a otros lo que ella recibió, trabajando como monitora de este campamento urbano. Al igual que ella, hay otros monitores a los que les pasa lo mismo.
El Área de Educación de la Junta Municipal de Carabanchel es facilitadora de otros seis campamentos este verano, en concreto los que tienen lugar en los centros de educación de infantil y primaria Arcipreste de Hita, Pinar de San José, Capitán Cortés, Concepción Arenal, Maestro Pradilla y Cervantes. Algunos de ellos están organizados por las Asociaciones de Madres y Padres (AMPAS), otros por asociaciones de vecinos y ONGs.
Ya son las 16.30 y es el momento de despedirse de los amigos hasta mañana. Algunos peques nos cuentan que esta es su última semana y que en unos días se irán a las colonias que también organiza YMCA con idénticos objetivos en lugares como Priego, en Cuenca, donde cuentan con sus propias instalaciones e irán algunos de estos pequeños.