La Operación Asfalto de 2025, el ambicioso plan anual del Área de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento de Madrid para la renovación de calzadas que persigue mejorar el estado de las vías urbanas bajo criterios de sostenibilidad, seguridad y eficiencia medioambiental, llegaba a nuestro distrito recientemente. Esta primera fase, contemplaba la intervención de cuatro calles a lo largo de Barajas, una superficie total de 15.003 m2, con el objetivo de disminuir los niveles sonoros de rodadura y la contaminación del aire, gracias al uso de materiales sostenibles.
Ahora, la segunda fase de esta operación municipal, presentada en agosto, amplía su alcance con una inversión de 5,5 millones de euros y la renovación de 296.144 m2 de calzadas en 111 calles de toda la ciudad.
En nuestro distrito, esta nueva etapa contempla la mejora de cinco nuevas vías, que suman una superficie de 21.663,62 m², seleccionadas tras un análisis técnico basado en su estado de conservación y volumen de tráfico.
- Calle de Benito Monfort
- Avenida de Logroño (entre nº 40 y 70)
- Calle de Joaquín Ibarra
- Calle de Bande
- Calle de Borox
Con estas actuaciones, ya son nueve las calles del distrito que se beneficiarán este año de una mejora integral del pavimento, alcanzando una superficie total de 36.666,62 m2, en beneficio de la seguridad y comodidad del vecindario.
Asfalto más sostenible para una ciudad más habitable
La ‘Operación Asfalto 2025’ supone una inversión de 17,7 millones de euros para renovar el pavimento en 367 calles a lo largo de los 21 distritos, lo que se traduce en una superficie de cerca de 900.569 m2. Para ello, se emplearán alrededor de 105.000 toneladas de asfalto, cuya composición es más respetuosa con el medioambiente en comparación con las que se venían usando anteriormente.
La mitad del material utilizado serán mezclas bituminosas semicalientes. Las cuales se pueden fabricar a menor temperatura, unos 30ºC inferior a las mezclas en caliente tradicionales, lo que reduce las emisiones de gases contaminantes, así como la exposición de los trabajadores a humos, hidrocarburos y olores y el consumo energético. Todo esto permite, además, trabajar a con este material a temperaturas ambientales menores, pero manteniendo las características mecánicas y de durabilidad similares a las tradicionales.
