Proporcionar un formato innovador, transnacional y abierto para el debate cultural y político, fomentar el intercambio, la cooperación y el apoyo mutuo entre los actores políticos, artísticos y de la sociedad civil es lo que busca TRANSEUROPA: el festival de Artes y Cultura que durante cinco días convertirá al distrito en su espacio central.
Pero Transeuropa es mucho más, ya que se gesta como un proyecto intereuropeo con eventos descentralizados que en las mismas fechas desarrollan acciones dispares en lugares de Europa con Alemania, Italia o Eslovenia. Esta edición Convergent Spaces -espacios convergentes– ha elegido Madrid y gira en torno a tres temas principales (Europa como refugio, Ciudades del Cambio y los Comunes), a través de música, talleres, conferencias, debates y actuaciones musicales o performances que se expanden entre Medialab-Prado y la Casa del Reloj.
Uno de los términos entorno a los que gira este festival es el ‘artivismo’, un neologismo a camino entre “arte” y “activismo” que explica el espíritu que alberga de remover conciencias y actuar socialmente articulando movimientos y corrientes. Y así se han denominado el conjunto de exposiciones ‘Artivimo de los márgenes de Europa’ que se muestran del 25 al 29 de octubre en la Lonja de Exposiciones del Centro Cultural Casa del Reloj.
El arte como compromiso político
La primera de las muestras es «Textos de mujeres: Arte feminista desde el este”, una colección de obras de artistas de Ucrania, Polonia, república Checa y Rusia que muestran una forma de feminismo distinta para hablar de los problemas que afectan a las mujeres de países post-soviéticos y post-socialistas.
Uno de sus temas estrella es la situación económica y el trabajo de las mujeres que cada una de las artistas ucranianas Oksana Briukhovetska, Ksenia Gnylytska, Alina Iakubenko, Alina Kleitman, Valentyna Petrova, anna Sorokovaya, Iryna Stasiuk o Anna Zviagintseva, la polaca Aleka Polis o la Chequia Sofía Vremennaya o el grupo “Shvemy” exponen de manera personal.
«Shvemy» expone cómo las marcas occidentales utilizan mano de obra esclava en los países en desarrollo para coser ropa barata».
Por lo que sus obras hablan de compromiso político denunciando, entre otros temas, la brecha entre la riqueza y la pobreza, la feminidad y la masculinidad, la maternidad, la figura de la mujer limpiadora o el uso de bordado con temáticas de denuncia con un toque subversivo.
Sin derecho a voto
La segunda muestra «La Voz de ___» saca a la luz los pensamientos y las ideas de artistas que viven, trabajan y viven en Europa pero tiene nulos derechos de participación y de toma de decisiones colectivas a nivel local. Este experimento artístico busca saber las reacciones de estos creadores, a los que les llegan todos los mensajes políticos y participan en la vida cultural y económica del país en el que residen pero no pueden votar, y se les encarga el diseño de una campaña electoral.
Una colección de obras con las que se busca llamar la atención de público sobre las paradojas que rodean la participación social y política de artistas desplazados de sus lugares de origen. Como se apunta en la introducción a la muestra: ¿ Cómo usarían su derecho democrático a la libre expresión estética en un contexto, que en estos casos elegidos, es hostil?