La naturaleza vuelve al Manzanares
Desde la apertura de presas en mayo de 2016, la transformación del Manzanares ha sorprendido por la rapidez con la que la naturaleza ha vuelto al río. Se han censado más de 50 especies de aves, algunas de ellas de gran importancia para la biodiversidad de la ciudad, como la garza real, la garceta, la gallineta, el martinete, el martín pescador o el chorlitejo chico. También pueden verse diferentes especies de gaviotas, fochas comunes o ánades reales.
En cuanto a los peces, el barbo, especie autóctona, ha pasado a ser el dominante en el río frente a especies invasoras, como la carpa. Por otro lado, la asociación ecologista GREFA ha liberado ejemplares de galápago leproso para contribuir a la biodiversidad de la fauna en el corredor fluvial.
El objetivo es potenciar la fauna autóctona creando mejores condiciones para su desarrollo y también impulsándola con su reintroducción, frente a especies invasoras, como pueden ser la carpa o los galápagos de florida, cuya suelta en espacios naturales está prohibida.
La renaturalización del Manzanares fue una propuesta de Ecologistas en Acción, que realiza un seguimiento de la misma junto al Ayuntamiento. Esta acción está incluida en el Plan A de Calidad del Aire y Cambio Climático, que incluye medidas basadas en la naturaleza para adaptar la ciudad al cambio climático, ya que los entornos naturales reducen la llamada “isla de calor” que se produce en las ciudades.
Obras y plantaciones
La renaturalización del Manzanares se ha conseguido por sí sola, tan solo con la apertura de compuertas, en buena parte del tramo urbano. Además, entre el puente de los Franceses y el puente de Reina Victoria (1,3 kilómetros) se han realizado obras de acondicionamiento y plantaciones para favorecer la biodiversidad. Las obras, llevadas a cabo por el Área de Medio Ambiente y Movilidad, ya han finalizado y han contado con una inversión de 1.216.054 euros.
A pesar de que este tramo del río tenía un aspecto más natural que el resto del cauce, no dejaba de ser una canalización con escolleras de grandes piedras y fuerte inclinación que impedían el desarrollo de una vegetación natural en las orillas. La vegetación arbustiva y arbórea era casi inexistente, estaba en mal estado y con presencia de especies exóticas e invasoras. También se ha acondicionado un camino junto al río y se ha instalado una barandilla nueva.
En total, se han realizado 5.230 plantaciones, entre ellas, 113 olmos resistentes a la enfermedad de la grafiosis, donados por el Estado; esta especie estaba prácticamente desaparecida de las riberas de los ríos por culpa de dicha enfermedad, que se convirtió en una plaga. Las otras especies plantadas han sido: fresnos, álamos blancos, alisos, majuelos, saúcos, rosas silvestres, tarays y sauces.
En los taludes de este tramo situado entre el puente de los Franceses y el de Reina Victoria, se está haciendo una gestión de la vegetación espontánea acorde con los nuevos criterios de renaturalización para mantener las “malas hierbas” mientras sirven de alimento a las aves, aunque después se segarán antes de su agostamiento.