Hacia una flota de taxis baja en emisiones
El taxi, como servicio público, juega un papel fundamental en la movilidad sostenible de una ciudad. Primero porque es un servicio de movilidad compartida, que completa el sistema de transporte público. Y, segundo, porque realizan muchos deplazamientos por la ciudad, por lo que la inversión para introducir vehículos de bajas emisiones se ve compensada con una mejora importante de la calidad del aire.
El taxi, al igual que los autobuses de la EMT, son un sector estratégico en el que actuar para mejorar los niveles de contaminación. Con este objetivo, el sector del taxi se va a sumar al Plan A de Calidad del aire y Cambio Climático para contribuir a conseguir una ciudad con un aire más limpio. A partir del próximo 1 de enero, todos los vehículos que se adquieran para prestar este servicio deberán ser de bajas emisiones y contar con etiqueta ECO o CERO emisiones de la Dirección General de Tráfico. Así se recoge en la Ordenanza del Taxi aprobada definitivamente en el Pleno municipal de octubre. La única excepción serán los eurotaxis, debido a la limitada oferta comercial de estos vehículos adaptados para personas con movilidad reducida.
Actualmente 15.723 taxis prestan servicio en el Área de Prestación conjunta, lo que supone la posibilidad de que otros tantos vehículos circulen por la ciudad de Madrid. Cada año se renuevan unos 2.500 de media, lo que permitirá conseguir a corto plazo una flota de vehículos poco contaminante. Actualmente, un 36,47% de la flota es de bajas emisiones y cuenta con etiqueta ECO de la DGT y un 0,18% con etiqueta CERO. Quedan exentos de la media los eurotaxis, debido a la limitada oferta comercial de estos vehículos adaptados para personas con movilidad reducida.
Subvenciones
El Plan A de Calidad del Aire y Cambio Climático también contempla, en su medida número 12, acompañar esta nueva ordenanza, que supone un esfuerzo económico para los taxistas, con incentivos para el cambio de vehículos por otros de bajas emisiones.
El Área de Medio Ambiente y Movilidad viene concediendo ayudas para la renovación de la flota de este servicio público. En los dos últimos años se han incrementado de forma notable estas subvenciones, que han pasado de los 297.000 euros en 2016 a los 1,5 millones de euros en 2017 y a los 5 millones de euros de 2018, un 233 por cien más que el año anterior. Con estas ayudas se persigue atender las demandas de los profesionales del taxi y conseguir una movilidad más eficiente y sostenible que mejore la calidad del aire.
Para la modificación de la Ordenanza del Taxi, que propicia el cambio de vehículos por otros de bajas emisiones, el Área de Medio Ambiente y Movilidad ha mantenido reuniones con las organizaciones del sector para recabar sus opiniones. En el caso de la obligatoriedad de la renovación de taxis con vehículos ecológicos a partir del próximo año, el Ayuntamiento reconoce y agradece el esfuerzo que los taxistas madrileños están haciendo en la adaptación del sector para ofrecer a los usuarios de la ciudad de Madrid un servicio respetuoso con la calidad del aire.