El Ayuntamiento reformará las principales calles de acceso al centro, ampliando aceras, creando itinerarios ciclistas y dando prioridad al transporte público. Se realizará en dos fases: primero las calles de fácil rediseño, como el eje Alcalá-Gran Vía, el paseo de la Castellana, la avenida de la Ciudad de Barcelona o la calle de Bravo Murillo; y en una segunda fase se trabajará en calles con túneles, cuya transformación es más compleja.