Fresca y nublada mañana, ideal para recorrer los parques y las zonas verdes del distrito de Chamartín mientras las nubes no descarguen sobre nosotros, y nos permitan disfrutar de nuestro paseo dominical.

Una vez reunidos todos los participantes en el metro de Concha Espina, caminamos hacia la sede del Consejo Oleico Internacional, en la calle Príncipe de Vergara 154. Se trata de la única organización internacional intergubernamental, creada bajo los auspicios de las Naciones Unidas, dedicada al aceite de oliva y las aceitunas de mesa. Contemplamos las distintas variedades de olivos que se encuentran a la entrada del edificio, junto al mapa explicativo de su distribución mundial.

Deshacemos el camino andado desde el metro y nos dirigimos hacia el siguiente espacio verde: El Parque de Berlín. Entramos por el acceso más cercano a la Plaza de Cataluña, en la confluencia entre la calle Dr. Marco Corea y la calle de San Ernesto. Se trata de un parque inaugurado en 1967 con motivo de la supuesta visita del entonces alcalde de la ciudad de Berlín a Madrid. Parque urbano de aproximadamente 5 hectáreas donde podemos encontrar una considerable variedad de especies vegetales -mimosa, mahonia, cornejo, acebo, abeto, arizónica, limpiatubos, álamo blanco, abelia, tuya, durillo y cedro del Atlas- que componen una agradable senda botánica.

Además de las especies de la senda, castaños de indias, plátanos de sombra, álamos plateados, ciruelos rojos, magnolios, cedros del Líbano, pinos piñoneros, granados, olivos, liquidámbares, sauces llorones, almeces y tamarindos constituyen el resto del arbolado del parque. En cuanto a especies arbustivas, el espino de fuego, la rosa de Siria, adelfas, vincas, pitosporo, laurelcerezo y distintas variedades de rosas, adornan este céntrico espacio verde de estilo paisajista levantado sobre lo que antes era una escombrera. Haciendo gala de dicho gusto romántico, no podían faltar los elementos de agua. El espacio cuenta con dos estanques, presentando el mayor de ellos tres piezas que pertenecieron al muro de Berlín.

 

[Imagen 1: Estanque con piezas del muro de Berlín. Fuente: Ayuntamiento de Madrid]

 

Otros tres monumentos que nos encontramos en el parque, estrechamente vinculados a la cuidad alemana, son el dedicado al compositor alemán Ludwig von Beethoven, la estatua del Oso que representa la ciudad de Berlín -enfrente del estanque principal- y el monolito con una placa de doce azulejos en los que aparece la imagen del Oso de Berlín y el nombre de recinto. Este último elemento se encuentra situado cerca de la entrada principal, en el número 2 de la Avenida Ramón y Cajal, enfrente de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe.

A esta parroquia también se le conoce como La Mejicana o iglesia de los mejicanos, la primera de un arquitecto mexicano -Enrique de la Mora y Palomar-  en España. En la Plaza de la Virgen Guadalupana, situada delante del acceso a la iglesia, se encuentra una fuente con el mismo nombre. Para nuestra sorpresa, nada más situarnos entre la parroquia y la plaza, han comenzado a funcionar el conjunto de surtidores dispuestos en cruz -ocho en cada brazo de la misma- expulsando chorros de agua a diferentes alturas.

Tras unos breves chascarrillos sobre tan inesperado acontecimiento, retomamos nuestro paseo y nos adentramos en el Barrio de Hispanoamérica. Visitamos, en primer lugar, el Parque de Orlando Zapata Tamayo, disidente cubano fallecido en huelga de hambre en 2010. La vegetación predominante en este espacio está compuesta por fotinia, arce negundo, fresno, ciprés común, falso ciruelo, cedro del Líbano, pino piñonero, castaño de indias, chopo blanco, aligustre, tuya, pitosporo, melia, árbol del amor, olmo, morera y sófora japónica. Precisamente, en un ejemplar de ésta última especie, nos quedamos contemplando admirados la cantidad de hongos del género Ionotus que presenta en el tronco. Se trata de un hongo xilófago que se desarrolla sobre la corteza del árbol, alimentándose de la madera muerta. En un principio no tiene por qué causar ningún daño a su huésped; sin embargo, si se introduce en las diferentes capas de crecimiento del árbol, terminará debilitándolo y dejándole hueco sin que se aprecie a simple vista. El servicio de inspección, evaluación y actuación en el arbolado de riesgo de Madrid (SERVER), se encarga de revisar el estado de los mismos, evitando así posibles accidentes por caídas de ramas o, incluso, el desplome del individuo.

 

[Imagen 2: Hongo xilófago. Fuente: CENEAM]

 

Continuamos por la calle de Víctor de la Serna, cruzando las calles de Uruguay, Colombia, Nicaragua y Costa Rica para continuar por la calle de Paraguay en cuyo cruce con la calle de Guatemala nos encontramos con un parque diseñado para imitar el ciclo hidrológico natural en espacios naturales. El agua de lluvia queda retenida en oquedades, se evapora, es absorbida por las plantas o se infiltra en el terreno. Además de conseguir una gestión sostenible del agua, a través de las diversas infraestructuras que lo componen, se reduce el caudal pico evacuado por la red de alcantarillado –evitando inundaciones– y, el volumen de agua a tratar por las depuradoras, disminuyendo la contaminación de nuestros ríos.

Esto se consigue mediante los diferentes tipos de Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SuDS): depresiones con vegetación y gravas, pavimento poroso y zanjas drenantes enterradas con gravas envueltas en geotextil . Un conjunto de elementos que hacen de estos espacios urbanos verdaderos jardines de lluvia.

La vegetación del parque está conformada principalmente por especies mediterráneas -lavanda, mirto, almez, romero, tomillo y aliso- que junto a los SuDS, conforman hábitats idóneos para los polinizadores autóctonos.

 

[Imagen 3: Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible. Fuente: Ayuntamiento de Madrid]

 

En el lado opuesto de la manzana, nos encontramos con los Huertos Gemelos: el huerto urbano “Tómatelo con calma” y el de “Las 40 fanegas” (antiguo barrio de huertas del pueblo de Chamartín). Levantados sobre la parcela donde se encontraba la antigua sede de urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, en ellos se desarrollan actividades destinadas especialmente al público infantil –coordinadas por diversas asociaciones y colegios de la zona- acercándoles al mundo de la agroecología.

 

[Imagen 4: Huertos Gemelos. Fuente: Ayuntamiento de Madrid]

 

Por la calle de Chile llegamos hasta la Glorieta de la República Dominicana donde nos paramos ante el monumento homenaje a las víctimas del atentado terrorista que tuvo lugar en 1986, para leer la inscripción de su placa:

“Para honrar la memoria de las víctimas del terrorismo causadas por los enemigos de España y de la Libertad. Erigido por cuestación popular y a iniciativa de la Fundación para la Defensa de la Nación Española. (Mayo 2008)”

Toda la plaza se encuentra rodeada de Ginkgos biloba, fósil viviente originario de China y considerado como un símbolo de la paz en Tokio.

Continuamos por la avenida de Alberto Alcocer hasta su cruce con la calle Menéndez Pidal, en cuyo número tres –haciendo esquina con la calle de Honduras– se ubica la Fundación Olivar Castillejo. Se trata de una entidad sin ánimo de lucro que promueve numerosas iniciativas culturales y mediambientales. En el interior de la finca hay una hectárea de olivos, a la cual no podemos acceder al estar abierto al público únicamente los meses de verano. Lo que sí podemos contemplar desde el exterior, son varios ejemplares de eucaliptos de dimensiones titánicas.

 

[Imagen 5: Olivo (Olea europaea). Fuente: CENEAM]

 

Proseguimos por la Avda de Alberto Alcocer hasta encontrarnos con los Jardines de San Fernando, ubicados alrededor de la parroquia del mismo nombre. En el centro de los jardines, se encuentra el Monumento a la Infancia, homenaje a la fraternidad infantil de los cinco continentes. Cruzando la Avda de Alberto Alcocer, se encuentran los jardines del Parque Doctor Fleming. A estas pequeñas zonas verdes que sirven como elementos de continuidad entre calles o manzanas se les llama jardines de proximidad.

Subimos por la calle Juan Ramón Jiménez hasta la calle Félix Boix, para continuar hacia la calle General López Pozas. En el número siete de la misma, se encuentra uno de los accesos al Parque Cuarto Depósito. Inaugurado a finales del año 2004, está construido sobre la cubierta del Cuarto Depósito de almacenamiento de agua del Canal de Isabel II. Una bandada de palomas se encuentran posadas sobre los alfeizares de los distintos pisos del edificio colindante. Parece como si de pequeñas estatuas de granito se tratase.

Atravesamos el paseo de liquidámbares, cuyas hojas comienzan a desprenderse de sus tonalidades verdosas para dejar paso a los rojos otoñales. Subimos por una de las escalinatas de la vertiente sur del parque, para acceder a las cuatro parcelas en las que se divide el parque. Cada una cuenta con un estanque rodeado de pradera. Están separadas por caminos de tierra con diversas especies arbustivas y arbóreas a ambos lados, y pérgolas de gran altura sobre las que la glicinia y la parra virgen trepan a sus anchas. Cipréses comunes, nísperos, tilos, arces plateados, árboles del amor, pinos piñoneros, moreras, granados, aligustres y falsas acacias conforman el arbolado predominante. En cuanto a los setos que separan las distintas áreas del parque, nos encontramos con la ligustrina, fotinia, abelia, el seto de boj, durillo, celinda, madroño, escalonia, espino de fuego, jazmín amarillo, weigelia y, sorprendentemente, largas y rectangulares hileras de arce campestre podado en forma de seto.

A la derecha de la última de las cuatro parcelas se encuentra una magnífica rosaleda, en ella aún pueden observarse algunas rosas antes de marchitar.

Salimos por el acceso norte del parque topándonos de frente con la Antigua Válvula y la Torre Depósito del Canal. Sobre el techo de la última planta de la torre, podemos observar varios nidos de aviones comunes (Delichon urbicum) que volverán a ser ocupados a su regreso, a finales de febrero, de su periplo transahariano.

 

[Imagen 6: Avión común (Delichon urbicum) cebando a su cría en el nido. Fuente: CENEAM]

 

En los laterales de Plaza Castilla destacan el colosal Obelisco de Calatrava y, en el lado opuesto, las Torres KIO o Puerta de Europa.

La lluvia no ha hecho acto de presencia en ningún momento de nuestro paseo por el distrito de Chamartín. Un día estupendo para recordar y un itinerario para repetir en otro momento del año. Las especies vegetales que se encuentran a lo largo del recorrido, van cambiando con las estaciones modificando el paisaje urbano que encontramos a su alrededor.

 

“Hay endorfinas en la risa, como hay endorfinas en correr en el parque”

Marlo Thomas