“Besar es el acto de inhalarse el uno al otro el alma”
(Escrito védico de 3500 años de antigüedad)
Hoy, 13 de abril, celebramos el Día Internacional del Beso, este día nace debido al beso más largo de la historia, que duró 58 horas. La idea de celebrar el Día Internacional del Beso es recordar a las personas que el beso es, una expresión de intimidad.
Si lo piensas un poco besarse es un comportamiento extraño puesto que se produce un intercambio de saliva pudiendo traspasarse hasta 800 millones de bacterias. Y es curioso porque, aunque en Occidente besarse puede considerarse la forma más romántica de demostrar amor, un estudio publicado en el año 2015 y dirigido por el antropólogo William Jankowiak demostró que solo el 46% de 168 culturas estudiadas se besan de una forma romántica.
Los besos, tal cual los concebimos las personas, son poco frecuentes en el reino animal, aunque elefantes, delfines y osos comparten patrones afectivos con el beso simio. Los chimpancés y sobre todo los bonobos son los besadores por excelencia, se dan besos en la boca, de tornillo y con lengua, y no importa la edad ni el sexo. Todos se besan y lo utilizan para relacionarse. Pero… ¿Por qué solo algunos animales se besan? Quizás la razón esté en que otros animales no necesitan acercarse tanto para obtener información sobre los demás como nos pasa a los grandes simios. El sentido del olfato de la mayoría de los primates es pobre comparado con el que poseen otros mamíferos, lo que nos obliga a acercarnos más. Los besos están asociados a procesos de reconciliación en algunos grandes simios. Es una manera de “hacer las paces”.
La ciencia ha descubierto que cuando nos besamos con alguien que en principio nos atrae obtenemos información sobre esa persona. Los besos transmiten olores, texturas y sabores, los cuales se transforman en sensaciones en nuestro interior y además detectan rasgos de la personalidad, como por ejemplo si la persona es delicada, fría, impulsiva o pasional.
¿Qué besos gustan más? El biólogo Claus Wedekind encontró que las mujeres se sienten más atraídas por el aroma y el sabor de los besos de hombres que poseen unos determinados genes que están directamente relacionados con el funcionamiento del sistema inmune. Es decir, ellas buscan de forma inconsciente una diversidad genética que ayuda a su descendencia a hacer frente a enfermedades y así vivir más tiempo.
Quedan muchos misterios por resolver en lo que respecta al origen de los besos, como, por ejemplo, por qué se desarrollan tanto en nuestra especie. Mientras averiguamos más, sigamos practicando esta comunicación tan sutil que además está relacionado con múltiples beneficios para la salud y mejora del estado de ánimo, pero con precaución, no olvidemos que estamos en una pandemia.