De paseo por la actuación conocida como renaturalización del río Manzanares a su paso por la ciudad de Madrid.

Preparamos las zapatillas y la mochila con lo necesario dispuestos a realizar un recorrido a lo largo del parque Madrid Río. Nuestro objetivo al desarrollar la ruta es dar a conocer de manera específica, una serie de intervenciones llevadas a cabo y que han supuesto la recuperación de ciertos valores naturales, ecológicos y sociales del río Manzanares. Es destacable  los servicios de ocio y disfrute que se han puesto al servicio de la ciudadanía durante esta intervención.

Durante el recorrido se hace hincapié en dos procesos diferenciados -y muy relacionados entre sí-:

  • el soterramiento de la M-30 y la creación del parque de Madrid Río,
  • y la posterior renaturalización del cauce.

Durante el recorrido podremos observar la historia del cauce del río manzanares en este tramo visitado, y podremos poner en contexto los procesos y cambios recientemente experimentados con dichas actuaciones.

Iniciamos este recorrido en una referencia histórica: nada más apropiado que el Puente de Segovia; puntualizamos que es el puente más antiguo de los que aún perviven. En este puente hablamos de la naturaleza del río Manzanares: afluente de otro afluente, somero, de carácter mediterráneo, de poco caudal y muy estacional. Un caudal variable e impredecible que se relaciona con la necesidad social de encauzamiento de los ríos en sus tramos urbanos, lo cual nos lleva ya a una inevitable desnaturalización de los mismos. Desde este mirador privilegiado hablamos de los puentes como puntos de importancia en el comercio y comunicación, así como su evolución para permitir el paso de distintos medios de transporte adaptados a cada época.

Puente de Segovia. Fuente: Madrid Ambiental

El tramo contiguo al Puente de Segovia presenta una importante – y escasa- selección de flora autóctona de ribera, la cual sería típica de las llanuras de inundación y que el encauzamiento del río impide que se desarrolle de forma natural. 

Continuando río abajo, llegamos al Salón de los Pinos y al Puente Oblicuo, ambas zonas nos introducen directamente en la primera de las grandes intervenciones que han cambiado radicalmente el aspecto del río: el soterramiento de la M-30. En concreto, ambas estructuras formaban parte del trazado de la mencionada red viaria en su paso en paralelo y sobre el río. La comparativa en términos visuales, sonoros y de calidad del aire entre la imagen actual y la de entonces hace difícil imaginar que se trate del mismo lugar. Evidentemente, detrás de ese cambio tan radical tenemos una intervención de gran complejidad y llena de retos. En este caso los pinos ayudan a fijar el suelo que a su vez ayuda a retener el agua y evitar filtraciones a la vía, ahora Calle-30, que, aunque cueste imaginarlo, ahora transita bajo nuestros pies. El rápido crecimiento del pino carrasco (Pinus halepensis), y el limitado desarrollo de las raíces, fomentado además con su disposición en alcorques, son motivos que justifican la elección de esta especie.

El soterramiento en sí, es realmente crucial en este proceso de cambio, y se completa con una serie de equipamientos que definen los usos y servicios ofrecidos a la ciudadanía como pueden ser la senda ciclable, una vía de uso compartido entre ciclistas y peatones, y que por tanto exige de un importante compromiso colaborativo entre los diferentes usuarios; o parques de juego con un enfoque particular con estructuras como El Esqueleto, sin forma definida y construido a partir de elementos naturales, que promueven el juego imaginativo.

La conectividad entre ambas orillas se ha favorecido por varios puentes, algunos con importante valor estético, como son el Puente de Andorra, los Puentes Gemelos o el Puente Monumental de Arganzuela. Ligado a la conectividad social podemos hablar de la función de Madrid Río como corredor verde al permitir conectar otras zonas verdes desde Casa de Campo hasta el Parque Lineal del Manzanares. Incluso cabe plantear una función económica como factor de revalorización del entorno y como atractivo turístico.

Durante el recorrido tenemos la oportunidad de asomarnos al propio río, así como cruzarlo en varias ocasiones y comprobar los resultados del otro gran proceso de cambio: la renaturalización.

El principal factor que afectó a la perdida de naturalidad del río fue el apresamiento de sus aguas a través de hasta 10 presas (9 en en el actual Madrid Río), con el fin de dotarle de un caudal aparente más asimilable al de los ríos que transitan otras capitales europeas. Este estancamiento repercutía en una mala calidad del agua, malos olores, escasa presencia de fauna, ausencia de vegetación y proliferación de mosquitos. Frente a esto se presenta un proyecto de renaturalización en 2016, de parte de Ecologistas en Acción con el fin de recuperar parcialmente su aspecto y funcionalidad ecológica naturales. En este punto es interesante descubrir, que una vez iniciado el proceso con la apertura de las presas, el propio río hizo parte del trabajo. La bajada del caudal y los sedimentos transportados por el río permitió la aparición de islas donde arraigaron las semillas que así mismo viajaban en el agua. Tras ella llegó la fauna, sobre todo en forma de aves, hasta completar la enorme diversidad que podemos disfrutar en nuestro recorrido.

El recorrido nos lleva en su tramo final a través del Parque de Arganzuela y en dirección a Matadero. Ambos son preexistentes a Madrid Río, ya que este no solo se configura a partir de elementos nuevos, si no que conectó, integró y permitió revitalizar otros que ya existían. En algunos casos, esto ha sido complicado como vemos al contemplar el enorme muro junto al río que nos señala el antiguo emplazamiento del Estadio Vicente Calderón, y sobre el que se trabaja aún para tratar de conciliar un uso privativo en forma de futura zona residencial, sin restringir el disfrute público de todos los márgenes del río.

Al finalizar nuestro recorrido, una breve visita al Centro de Interpretación de Madrid Río, en Matadero, nos permitirá reconstruir todo el recorrido histórico de esta intensa y difícil relación entre la ciudad de Madrid y el río Manzanares, y que nos ha llevado hasta la situación actual, la que hemos podido experimentar durante la visita.

¿Cómo puedo saber más sobre el río Manzanares, Madrid Río y la renaturalización de su cauce?

El mejor modo de conocer y comprender el resultado y los valores asociados al soterramiento de la M-30 y la renaturalización del Manzanares es visitar este espacio verde. Ofrece gran variedad de alternativas para el ocio, el deporte y la observación en directo de la naturaleza que confluye la fauna, flora y río. Como complemento no podemos perdernos el Centro de Interpretación es visitable, de manera gratuita, en horario de 9 a 14 horas, de viernes a domingo.

Por supuesto os invitamos a conocer más a fondo,todos los aspectos que a modo de resumen os hemos planteado en esta entrada en nuestra visita guiada: Renaturalización del Manzanares. No obstante, en nuestro catálogo ofrecemos otras actividades que nos permiten explorar distintas facetas del río y ampliar, de forma perfectamente complementaria, muchas de las cuestiones que tratamos en esta visita. Se tratan de Madrid Río-Tramo I, Madrid Río-Tramo II, Ruta del Agua o el Itinerario Ornitológico Parque Lineal del Manzanares-Madrid Río. Podéis reservar plaza a través de proambiental@madrid.es.

Más información:

https://www.madrid.es/portales/munimadrid/es/Inicio/Medio-ambiente/Renaturalizacion-del-Rio-Manzanares/?vgnextoid=4b7c4adfddb13810VgnVCM2000001f4a900aRCRD&vgnextchannel=3edd31d3b28fe410VgnVCM1000000b205a0aRCRD