Uno de los paisajes más espectaculares y reconocibles de toda Italia es posiblemente el que incluye la Catedral de Santa María de Fiore en Florencia y su espectacular cúpula. Puede por ello parecer acertado que fuera esta ciudad donde viese la luz el Convenio Europeo del Paisaje. El próximo 20 de octubre se cumplen veinticinco años desde que este “Convenio de Florencia”, el único instrumento internacional dedicado específica y exclusivamente a los paisajes europeos, fuese firmado por los estados integrantes del Consejo de Europa.

[Imagen 1. Característica imagen panorámica de Florencia en la que se destaca la catedral de Santa María de Fiore. Fuente: Pxhere. CCO.]
El Convenio Europeo del Paisaje (CEP en adelante) define paisaje como “cualquier parte del territorio, tal como la percibe la población, cuyo carácter sea el resultado de la acción y la interacción de factores naturales y/o humanos”. Es decir, el paisaje es una percepción visual de un entorno físico, tan simple como eso, y a la vez tan complejo. Cómo percepción tiene un alto componente subjetivo y repercusiones en el ámbito de lo emocional y el bienestar de las personas. Al mismo tiempo, en los paisajes confluyen las realidades sociales, culturales, históricas y medio ambientales de un lugar. Por todo ello constituyen un patrimonio que debería ser merecedor de protección y conservación.

[Imagen 2. Imagen panorámica de Madrid desde el Cerro del Tío Pío. Fuente: Madrid Ambiental.]
Si bien el CEP no constituye la primera iniciativa legal que aborda la protección y conservación de los paisajes, sí va a resultar novedoso en cuanto a incluir la necesidad de gestionarlos y planificarlos. También admite que la calidad del paisaje de un entorno es un derecho, y pasa por la oportunidad de disfrutar de paisajes agradables, armónicos y no degradados, que transmiten identidades culturales y territoriales diversas.
Entre las medidas específicas que propone abordar el CEP a los estados firmantes encontramos las encaminadas a sensibilizar a la población civil, la formación y la educación. Medidas ante las que los educadores ambientales no podemos más que sentirnos interpelados. Además se contempla medidas de identificación y clasificación de los paisajes así como el establecimiento de objetivos de calidad paisajística.

[Imagen 3. Río Manzanares a su paso por Madrid Río. Fuente: Madrid Ambiental.]
Todo lo anterior aplica también en paisajes urbanos, si bien el componente cultural o social, y en definitiva, el componente humano pueda tener más peso que el natural. A pesar de ello cualquier usuario de Madrid Ambiental estaría de acuerdo en no infravalorar el componente natural a la hora de hablar de paisajes madrileños. En cualquier caso el paisaje urbano es susceptible, como cualquier otro, de ser más o menos agradable, armónico y no degradado, así como de ser objeto de mejora, conservación, gestión y planificación.
Con ese fin, e inspirado en el CEP, se crea el Plan de Calidad del Paisaje Urbano de Madrid en 2009 (el Convenio fue ratificado por España en 2008). El plan “trata de construir estrategias y nuevos procedimientos de intervención en la ciudad, capaces de contribuir a la mejora del paisaje, potenciando sus valores paisajísticos, así como de definir y caracterizar los elementos singulares que lo distinguen, desde una perspectiva de desarrollo sostenible”.
Posteriormente en 2012 el Ayuntamiento de Madrid crea la Dirección General de Patrimonio Cultural y Paisaje Urbano, responsable entre otras funciones de la “difusión del patrimonio y paisaje culturales de la ciudad de Madrid para fomentar su conocimiento por parte de la ciudadanía”. Esta difusión se va a llevar a cabo, entre otras iniciativas, a través de “Madrid Otra Mirada”, un programa de actividades culturales celebrado desde 2014, a través del que conocer y disfrutar del rico patrimonio cultural de Madrid y por supuesto, de sus más apreciados paisaje.

[Imagen 4. Lavadero en Quinta de Torre Arias. Fuente: Madrid Ambiental.]
Como parte y elemento transformador del paisaje podemos, obviamente, contribuir para mejorar y conservar los paisajes madrileños. Algunos hábitos necesarios en el día a día pueden ser los relacionados con una gestión correcta y cívica de nuestros residuos, y siendo especialmente cuidadosos a la hora de no abandonar basura en los espacios verdes. También es crucial el respeto a la fauna y flora de nuestros parques y jardines, incluso de plantas espontáneas o herbáceas, insectos, anfibios o reptiles, y en general de aquellos seres menos llamativos pero de gran importancia ecológica.
A la hora de configurar pequeños espacios particulares, como jardines privados o huertos comunitarios, podemos apostar por plantar diversidad de especies herbáceas y arbustivas que tapicen el suelo, mantenidas por medio de una siega moderada y cuyas floraciones se alternen en el tiempo, de manera que proporcionen al mismo tiempo un paisaje variado y sustento para gran diversidad de fauna. Elementos que pueden enriquecer el paisaje, proporcionar variedad visual y recursos importantes para los seres vivos son rocas, troncos, hoteles de insectos, casas nidos y refugios para murciélagos o láminas de agua. Por supuesto, el primer paso para involucrarse a la hora de conservar nuestro patrimonio paisajístico pasa por conocerlo lo mejor posible.
Precisamente, este próximo octubre de 2025, “Madrid Otra Mirada” nos ofrece la posibilidad de conocer más a fondo los paisajes de Madrid, ya que dedica su programa de actividades a conmemorar el 25 aniversario del Convenio Europeo del Paisaje. Desde Madrid Ambiental nos sumamos a dicha iniciativa y os proponemos visitar algunos de los paisajes naturales más singulares de nuestra ciudad.

[Imagen 5. Programa Madrid Otra Mirada 2025 . Fuente: Madrid Otra Mirada.]
Desde el Programa “Madrid Ambiental”, hemos programado las siguientes actividades con las que, con la ayuda de nuestro equipo de educadores ambientales, podremos interpretar el paisaje que nos ofrecen los diferentes escenarios elegidos para la ocasión. La programación es (apertura del plazo de inscripción a las actividades el 2 de octubre a las 10 h):
- 16 de octubre. Madrid Río Tramo I y Madrid Río Tramo II
Podremos admirar un rico paisaje en el que confluye un importante patrimonio histórico como la Ermita de la Virgen del Puerto, el Puente de Segovia, el Puente de Toledo, o el Invernadero de Arganzuela; la nueva realidad social de un parque como Madrid Río, un lugar vivo y concurrido, de encuentro entre ciudadanos de ambas orillas del río; y por supuesto la valiosa biodiversidad que alberga nuestro renacido río manzanares.
- 17 de octubre. Entreparques, desde el Cerro del Tío Pío a la ruta escultórica de Palomeras
Se trata de una ruta de grandes contrastes en cuanto a paisajes urbanos se refiere. Una de las mejores panorámicas de Madrid para abrir boca y una desconocida y oculta ruta de esculturas al aire libre, entre bloques de pisos, para terminar. Entre medias nos espera una rica y variada muestra de los más singulares espacios verdes de Vallecas.
- 18 de octubre. Quinta de Torre Arias
Una de las quintas históricas más singulares y de más reciente incorporación como parque público. Un espacio con varias vocaciones, de clásico jardín romántico de recreo y de explotación agropecuaria al mismo tiempo. También conviven en la quinta escenas del pasado, del presente y futuro, como en el paisaje que conforman sus singulares invernaderos del siglo XIX junto a su completo y actual huerto ecológico, en pleno funcionamiento.
- 19 de octubre. Ruta del Agua
Pocos elementos naturales han influido tanto a la hora de modelar, dar color, forma, sonido y vitalidad a los paisajes como el agua. Repasamos los grandes hitos en la apasionante relación histórica de Madrid con el agua: desde los Viajes del Agua hasta el Canal de Isabel II. Como el telón de fondo de esta historia tendremos al río Manzanares y sus parques: Madrid Río y el Parque Lineal del Manzanares.
- 19 de octubre. Renaturalización del río Manzanares
Repasaremos la historia del río Manzanares y todos los cambios que este ha sufrido de la mano del hombre: su canalización y apresamiento, la construcción y soterramiento o la posterior creación de Madrid Río. Como colofón de todo ello la Renaturalización del río Manzanares nos devolvió un río con funcionalidad ecológica, hogar de una valiosa biodiversidad y, sin duda, uno de los paisajes actuales más apreciados de todo Madrid.

[Imagen 6. La Dama del Manzanares sobre la Atalaya en Parque Lineal del Manzanares. Fuente: Madrid Ambiental]
Tanto para inscribiros en las actividades mencionadas, incluidas dentro de la oferta cultural y paisajística de “Madrid Otra Mirada”, como en cualquier otra ofertada en nuestro catálogo, podéis enviar vuestras solicitudes a proambiental@madrid.es.
El plazo de inscripción de las actividades ofertadas a través de Madrid Otra Mirada se abre el 2 de octubre, jueves, a las 10 h.
¡Os esperamos!
“Me encanta la naturaleza, me encanta el paisaje, porque es muy sincero. Nunca me engaña. Nunca bromea. Es alegre y musicalmente sincero. Me tumbo y me recreo en la tierra. ”
Henri David Thoreau

