Nos citamos hoy en una fría mañana, para visitar el Parque Forestal de Valdebebas-Felipe VI y a sus alados habitantes. La mañana se presenta despejada, pero las bajas temperaturas nos recuerdan que ya estamos inmersos en pleno otoño. No obstante, conforme avance la mañana, aún tendremos algo de calor que nos recordará ligeramente al recién acabado verano. El itinerario seguirá el cauce de la ría artificial que discurre por el extremo este del parque, en dirección norte-sur. Esta corriente de agua fluye a favor de pendiente entre dos lagunas artificiales y delimita la base sobre la que se alza la silueta en forma de árbol del Parque Forestal de Valdebebas – Felipe VI. Antes de regresar por la orilla opuesta del río podremos adentrarnos en el espacio de terrazas y patios de árboles frutales dispuestos en el “tronco” de la silueta.

[Imagen 1: Plano del Parque Forestal de Valdebebas, el itinerario discurre por el Río y los Patios/Terrazas, el acceso se realiza por la puerta 1, Acceso Río. Fuente: Madrid Ambiental.]

El primer tramo de recorrido lo hicimos por la vía pecuaria, cuyo acceso sur nos sirvió como punto de encuentro. Esta senda se encuentra a más altura, y aún más al este que el cauce del río, limita prácticamente con el Parque Princesa Leonor. Nos apostamos junto a un muro de piedra desde el que se domina el río y la parte más baja del parque, ofreciéndonos una posición privilegiada para la observación. Desde allí avistamos a una clásica ave esteparia, la cogujada común (Galerida cristata), que ha encontrado su hábitat ideal en los paisajes agrarios reproducidos en el vecino Parque Princesa Leonor. También agradecemos la temprana aparición del pito ibérico (Picus sharpei), cuyo avistamiento es siempre bien recibido por nuestros usuarios. Por otra parte, un enorme grupo de más de una decena de jilgueros (Carduelis carduelis) revolotea entre los matorrales, mientras una bandada aún mayor de estorninos negros (Sturnis unicolor) alza el vuelo, de esa cotidiana y asombrosamente coordinada manera que les es propia. Otros grupos especialmente numerosos con los que nos encontramos a lo largo del recorrido fueron los formados por gorriones molineros (Passer montanus). Desde esta posición elevada, adivinamos la presencia de algunas aves sobre el estanque, pero antes de dirigir la vista hacia allí, irrumpen varios perros que se bañan en el agua, con la permisividad de sus dueños, a pesar de que está expresamente prohibido.

[Imagen 2: Panorámica del Parque Forestal de Valdebebas, muestra una gran diversidad de ambientes. Fuente: Madrid Ambiental.]

Descendemos entonces hacia el parque infantil y el estanque, desde donde la ría artificial inicia su recorrido. En esta zona nos sorprende la abundante presencia del papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca). Poco después, se nos presenta la dificultad de diferenciarlo del muy similar papamoscas gris (Muscicapa striata), al que delatará, sin embargo, su pecho estriado y de mayor tamaño. Algunas aves urbanas también se dejan ver en esta zona, como son la urraca (Pica pica), la paloma torcaz (Columba palumbus) o el mirlo común (Turdus merula) El estanque, sin embargo, aparece completamente vacío, tal como temíamos.

[Imagen 3: Estanque Sur en Parque Forestal de Valdebebas, completamente vacío. Fuente: Madrid Ambiental.]

Seguimos ahora junto a la orilla del río, un entorno especialmente apreciado por las lavanderas: tanto por la más abundante lavandera blanca (Motacilla alba), como por una solitaria lavandera cascadeña (Motacilla cinerea) que observamos poco después. Entre la vegetación de ribera se intuye gran actividad, pero las aún frondosas ramas nos ocultan a los causantes, hasta que el amarillo vientre de un serín verdecillo (Serinus serinus) lo delata entre las hojas de un taray (Tamarix sp.). Al darse la vuelta, parece desparecer, mostrando solo su espalda verdosa. Mientras tanto, otras aves esteparias se acercan desde el vecino Parque Princesa Leonor: un pequeño grupo de bisbitas pratenses (Anthus pratensis) que acuden a beber en el charco formado alrededor de una fuente pública. Finalmente llegamos a la altura del estanque norte donde nos aguarda la infalible presencia del ánade azulón (Anas platyrhynchos).

En la zona de los patios y las terrazas, entre los árboles frutales, destacan especialmente las invasoras cotorras argentinas (Myiopsitta monachus). También observamos varios ejemplares de tórtola turca (Streptopelia decaocto), un carbonero común (Parus major) y una hembra de colirrojo tizón (Phoenicurus ochrurus). Mientras tanto, nos sobrevuela la inconfundible silueta de un milano real (Milvus milvus).

[Imagen 4: Terrazas en Parque Forestal de Valdebebas. Fuente: Madrid Ambiental.]

Retornamos por la orilla opuesta, más cercana al resto del parque. El paso de las horas y la mayor afluencia de público hacen que los avistamientos sean más escasos. Al llegar nuevamente al primer estanque, nos asombra el potente canto del cetia ruiseñor (Cettia cetti) que brota desde la copa de un sauce llorón (Salix babylonica). Sin embargo, observar a esta esquiva ave será como se suele decir, otro cantar, y solo algunos miembros del grupo logran avistarlo fugazmente.

Antes de concluir el itinerario, nos gustaría compartir algún consejo para no molestar a las aves durante la observación. Es recomendable acercarse sigilosamente para no ahuyentarlas y, por supuesto, evitar alimentarlas, ya que puede alterar su comportamiento natural y perjudicar su salud. Podéis descargar este tríptico de buenas prácticas para disfrutar de las aves en Madrid.

Una vez concluido el itinerario, llega el momento de hacer balance, el cual resulta bastante positivo, especialmente en lo que se refiere a la diversidad de especies. Por un lado, contamos con una variedad de ambientes especialmente reseñable, que permite la presencia de especies acuáticas, forestales, urbanas y esteparias. Por otro lado, nos encontramos en una época que permite la coincidencia de especies típicamente estivales con otras que justo ahora comienzan a llegar a nuestras latitudes. Con esta reflexión nos despedimos y convocamos a nuestros usuarios para una próxima ocasión.

Como siempre, desde Madrid Ambiental os animaos a explorar y disfrutar de la enorme diversidad de aves habitan en los diferentes ambientes de nuestros parques y jardines a lo largo de las estaciones del año. Y, por supuesto, os invitamos a participar y compartir esta experiencia con nosotros en nuestros Itinerarios ornitológicos. ¡Os esperamos!

“Las aves son, sin lugar a duda, parte esencial del alma de la ciudad. Ellas nos recuerdan qué somos y de dónde venimos, acercándonos a nuestras raíces que están en la naturaleza…”

Área de Gobierno de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad (Aves comunes en los espacios verdes de la ciudad de Madrid. Introducción)