Iniciamos esta actividad con calor a pesar de ser las nueve de la mañana del mes de julio. Las noticias nos alertan de la ola de calor que está sufriendo la ciudad de Madrid. Aparentemente las condiciones climatológicas no son las idóneas, pero estamos muy estimulados por conocer las aves que viven en este joven parque, el parque Princesa Leonor.

Con que el parque sea nuevo queremos decir que el arbolado es joven y por tanto no nos dará la suficiente sombra como para aliviarnos el paseo. Pero en este caso hay una excepción que el parque es precisamente un parque de carácter agrario, un parque en el que tenemos extensiones de cultivo y zonas de dehesa, combinado con una zona de ribera madura.

[Imagen 1: Cartelería del Parque Princesa Leonor. Fuente: Madrid Ambiental.]

 

Entramos al parque y ya vemos las primeras aves conocidas como las urracas (Pica pica) y las palomas torcaces (Columbus palumbus). Nos llama la atención el gran silencio reinante. Se cruza en nuestro camino un carbonero común (Parus major) que apenas dejó que lo viéramos.

Comenzamos a pasear por la zona de ribera, buscando entre alisos (Alnus glutinosa), álamos negros (Populus nigra) y sauces (Salix spp.) junto a un gran manto de alfalfa (Medicago sativa), las aves que viven en esta zona.

[Imagen 2: Alfalfa (Medicago sativa) floreciendo en el parque. Fuente: Madrid Ambiental]

 

Observamos que en unas ramas hay posado un pequeño y colorido pájaro, se trata de un jilguero (Carduelis carduelis). Cercano al jilguero pudimos observar un carbonero común (Parus major). Inmutable al movimiento del jilguero y del carbonero, podíamos ver un ave pequeña de color gris y marrón Se trata de una collalba gris (Oenanthe oenanthe).

[Imagen 3. Hembra de collalba gris (Oenanthe oenanthe). Fuente: Stanislav Cherepushkin. Creative Commons – Algunos derechos reservados: https://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/]

 

Podríamos pensar que un parque de nueva creación puramente agrícola o formado por planta silvestres, no sería muy visitado por las aves, pero gratamente pudimos comprobar todo lo contario, ya que pudimos observar aves curiosas, incluso rarezas, que en otros parques de la ciudad por su carácter ajardinado, no se hayan presentes. Este parque tiene algo especial al menos por ahora, sin mucha gente paseándolo, donde las aves toman el control.

Nuestro paseo continúa con la observación de unos gorriones molineros (Passer montanus), gorriones comunes (Passer domesticus) y una curruca capirotada (Sylvia atricapilla). También vimos otro pequeño pájaro marrón hundiéndose entre la vegetación y tras un posterior estudio lo identificamos como bisbita pratense (Anthu pratensis).

[Imagen 4: Pacas de paja en el Parque Princesa Leonor. Fuente: Madrid Ambiental.]

 

Llegamos hasta la zona lacustre donde la laguna artificial se presentaba llena de ánades azulones (Anas platyrhynchos), alguna focha (Fulica atra), y algún ánade friso (Mareca strepera). Allí se dirigían aviones comunes (Delichon urbicum) y alguna golondrina común (Hirundo rustica) que poco antes nos habían sobrevolado.

Llegó el momento de dejar la zona de ribera y adentrarnos en la dehesa aprovechamos esta subida para acercarnos al centro de educación ambiental Princesa Leonor, de reciente apertura.

De camino, un pito ibérico (Picus sharpei) volaba a lo lejos y un macho de pardillo común (Linaria cannabina) que para nada esperábamos encontrar, nos alegró la ruta. No solo lo vimos sino que estaba en una rama baja junto a un árbol del camino apenas a seis metros de nosotros.

No siempre damos en el clavo con la identificación in situ, esto requiere de paciencia, estudio y mucho campo y es que esos errores son bonitos, ya que no se olvida la especie en cuestión.

[Imagen 5. Macho de pardillo común (Linaria cannabina). Fuente: José Prego. Creative Commons – Algunos derechos reservados: https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/]

 

Llegamos al ecuador de la ruta y visitamos el centro de interpretación. Aprovechamos para remojarnos la nuca. Mientras nos refrescábamos vimos dos milanos uno negro (Milvus nigrans) y otro real (Milvus milvus), que dirigían sus plumas hacia el vecino Parque Forestal de Valdebebas-Felipe VI.

[Imagen 6: Centro de Interpretación y Educación Ambiental Princesa Leonor. Fuente: Madrid Ambiental.]

 

Atravesamos un campo de girasoles (Helianthus annuus), otro de trigo (Triticum spp.) y otro de avena (Avena sativa). En un poste vimos un ave con cresta, no era una abubilla (Upupa epops) ya que la que estaba delante de nosotros tenía un tamaño menor y con una coloración menos llamativa, se trataba de una cogujada común (Galerida cristata).

Comentar que aunque buscábamos aves, algunas mariposas nos sorprendieron con su vuelo errático. Una de las que pudimos disfrutar (e identificar) con una majestuoso colorido fie la macaón (Papilio machaon) que revoloteaba cerca del camino.

Terminamos nuestro camino y desde una sombra, como siempre realizamos la evaluación de la actividad y nos despedimos gratificados aunque también bastante acalorados, de este parque que seguro que en un futuro nos traerá más avistamientos de gran interés y paseos entretenidos.

Puedes animarte y reservar plaza en el correo electrónico del programa: proambiental@madrid.es

En cada paseo con la naturaleza, uno recibe mucho más de lo que busca”.

John Muir