Nuestro Itinerario Ornitológico de hoy nos lleva al Parque de la Emperatriz María de Austria, en Carabanchel. El verano nos ha dado una tregua esta semana, regalándonos una mañana relativamente más fresca de lo esperado. Esperamos que, además de hacernos más agradable el paseo, esto motive una mayor actividad de las abundantes aves que habitan en este espacio verde.
El parque tiene un potencial para la observación de aves, tanto por su considerable extensión (597,458 m2) como por la variedad de sus ambientes. Encontramos áreas ajardinadas con una gran densidad y diversidad de árboles ornamentales al principio, un lago y una ría en el área central, y un entorno más forestal dominado por el pino piñonero en el extremo sur. Esta diversidad de hábitats propicia la presencia de una gran variedad de especies.
[Imagen 1: Arbolado en Parque Emperatriz María de Austria. Fuente: Madrid Ambiental.]
En el punto de encuentro, junto al Intercambiador de Plaza Elíptica, comentamos algunas recomendaciones para la observación e identificación de aves. Algunas de las especies más comunes en este entorno urbano se presentan como sujetos de práctica. Tal es el caso del gorrión común (Passer domesticus) y la paloma bravía (Columba livia), quizás las más familiares y abundantes en la ciudad, aunque hoy cederán protagonismo a otros parientes cercanos. La invasora cotorra argentina (Tachybaptus ruficollis) nos recibe con gran estruendo, mientras los vencejos comunes (Apus apus) sobrevuelan nuestras cabezas a gran altura.
Aunque la presencia del gorrión común fue anecdótica, el gorrión molinero (Passer montanus) fue la especie más observada durante toda la mañana, desde prácticamente el inicio del recorrido. Esto nos brindó numerosas oportunidades para aclarar las dudas de los participantes sobre cómo diferenciarlo de su pariente más cercano.
[Imagen 2: Gorrión molinero (Passer montanus) a la izquierda y gorrión común (Passer domesticus) a la derecha. Fuente: pixabay]
El primer tramo del parque, con su rica diversidad de árboles, arbustos, setos y praderas, nos permite avistar especies como el mirlo común (Turdus merula), el estornino negro (Sturnus unicolor), la lavandera blanca (Motacilla alba) y una de las favoritas del grupo: la abubilla (Upupa epops). En las copas de los árboles, difícilmente visibles entre el follaje, encontramos al carbonero común (Parus major), al serín verdecillo (Serinus serinus) y al mito común (Aegithalos caudatus). También asombra a los participantes la cotorra de Kramer (Psittacula krameri), otra especie invasora, aunque menos abundante que su pariente argentina.
Mientras avanzamos, tanto en los árboles como en el suelo se alternan el gorrión molinero y la paloma torcaz (Columba palumbus). Aquí aprovechamos para hablar de la importancia de conocer los hábitos de las aves, una herramienta clave para facilitar su identificación.
El acceso al lago se encuentra restringido por una cinta, desconocemos el motivo, aunque aventuramos que puede tratarse de un elemento disuasorio frente al baño improvisado de los acalorados visitantes del parque. Sea cual sea el motivo, ha creado un entorno muy tranquilo y seguro para las aves acuáticas. Observamos un gran grupo de ánades azulones (Anas platyrrhynchos), algunos zampullines comunes (Tachybaptus ruficollis) y gallinetas (Gallinula chloropus). Nos sorprende ver una concentración excepcionalmente numerosa de gansos del Nilo (Alopochen aegyptiaca).
[Imagen 3: Ánade azulón (Anas platyrrhynchos) y paloma bravía (Columba livia) en primer plano y un gran grupo de gansos del Nilo (Alopochen aegyptiaca) más atrás. A la derecha de los gansos, en el extremo del saliente, una gallineta (Gallinula chloropus). Lago del Parque Emperatriz María de Austria. Fuente: Madrid Ambiental.]
Tras bordear el lago, nos adentramos en el pinar junto a la A-42. Estos entornos más forestales, menos equipados y cercanos a las carreteras, suelen actuar como barreras acústicas y visuales, además de ser áreas menos transitadas. Aquí, la especie más abundante es la urraca (Pica pica), aunque ya la habíamos observado al inicio. También avistamos al pito ibérico (Picus sharpei), y en esta zona se convierte en predominante la paloma zurita (Columba oenas). Finalmente, contemplamos los vertiginosos vuelos del avión común (Delichon urbicum) y la golondrina común (Hirundo rustica).
[Imagen 4: Pinar del Parque Emperatriz María de Austria. Fuente: Madrid Ambiental.]
En resumen, el Parque Emperatriz María de Austria nos brindó un entorno agradable y propicio para la observación de aves, gracias a la diversidad de sus paisajes. El sol de agosto, más benigno que en otras ocasiones, favoreció una grata y satisfactoria ruta ornitológica, dejándonos con la curiosidad de descubrir las novedades que el parque podrá ofrecer en distintas épocas del año.
Desde Madrid Ambiental, os animamos a conocer y explorar la riqueza de especies que habitan en nuestra ciudad, tan cerca de nosotros y a la vez tan esquivas. A través de la observación, podemos entender la importancia de conservar espacios verdes como este, que son fundamentales tanto para las aves como para nuestro bienestar. ¡Os esperamos en nuestros próximos itinerarios ornitológicos!
“El alto vuelo sigo con mis manos: honor del cielo, el pájaro atraviesa la transparencia, sin manchar el día.”
Pablo Neruda