Ya está prácticamente aquí el verano, a la vuelta de la esquina. Lo notamos ya desde primera hora. Aunque aún las sombras son frescas, estar al sol se hace difícil.
Hoy sábado, desde el Parque Forestal de Valdebebas-Felipe VI iniciamos la ruta comenzando por dar algunas pautas sobre el manejo de los prismáticos y sobre las ópticas adecuadas para estos recorridos. Cuando hablamos de los modelos de prismáticos aptos para nuestra afición siempre solemos recomendar lo mismo; adquirir unos que nos sean cómodos y asequibles sin caer en el consumismo. Probarlos previamente y usarlos, usarlos y usarlos. Buscar lo más sencillo si es una afición reciente. Ya tendremos tiempo de mejorar la calidad cuando llevemos unos años en la afición.
Entramos al parque y nos fijamos, desde una pequeña elevación en la rotonda que dejamos atrás. Los estorninos negros (Sturnus unicolor) picotean en la hierba los frutos caídos tras los desbroces y siegas.
Seguimos el camino escuchando el canto y reclamo de algunas aves que nos llegan desde la zona de hondonada, más fresca, más verde. Allá nos dirigimos, también para buscar algo de sombra desde la que avistar.
Desde ahí escuchamos un verdecillo (Serinus serinus). Nos cuesta localizarlo entre las ramas.
Continuamos y vemos una familia de urracas (Pica pica). Los jóvenes volantones apegados a la madre se hacen notar; pían y revolotean ya grandes sin despegarse demasiado de ella.
Algunos gorriones comunes (Passer domesticus) y otros gorriones molineros (Passer montanus) aparecen por la zona añadiendo sus notas musicales, para completarnos el paisaje sonoro. Mientras, sin darnos cuenta nos hemos metido de lleno en el juego de la búsqueda de sus compañeras aladas.
[Imagen 1. Gorrión molinero (Passer montanus). Fuente: Olga_bogatova. Creative Commons – Algunos derechos reservados: https://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/]
Un ave grácil y con un comportamiento diferente nos llama la atención. Es una lavandera blanca (Motacilla alba), siempre nos da alegría y aporta un “baile” distintivo entre el movimiento del resto de especies.
Aquel verdecillo que buscábamos al inicio no lo vimos, pero sí que ahora vemos unos pocos dándose baños de arena en la parte baja de los toboganes largos que ocupan esta zona del parque. Los baños de arena les sirven para desparasitarse. Parece que esta arena pulida y pisada a la caída del tobogán les gusta especialmente.
A lo lejos vemos alguna cotorra argentina (Myiopsitta monachus) y aprovechamos para comentar que, aunque éstas aún no han anidado en el parque sí que vienen de otras zonas de Hortaleza a comer flores, brotes, frutos y semillas que hay en el parque.
[Imagen 2. Vegetación de ribera junto al arroyo artificial en el parque de Valdebebas-Felipe VI. Fuente: Madrid Ambiental]
Habíamos escuchado hace rato a un pito ibérico (Picus sharpei). La realidad es que lo estuvimos buscando toda la jornada pero no conseguimos llegar a verlo.
Escuchamos jilgueros (Carduelis carduelis) alguno conseguimos ver alguno eran pocos y tampoco se dejaron ver reflexionamos sobre lo que tiempo atrás era este lugar y la cantidad de ellos que debían abundar en este sitio. Así igual con una cantidad mayor de especies que por la presión urbanística del terreno las obligan a desplazarse a abandonar el lugar o desaparecer. cabe aquí una reflexión sobre la sorpresa que nos da en estos parques encontrarnos tantas especies urbanas pero a la vez las pocas que son para el terreno que era hace unos años este lugar transformado ahora es otra cosa hay aves que se ven que antes no se veían y otras autóctonas que se deberían de ver en mayor número que ni siquiera vemos. Cambia el ecosistema cambia la calidad del ecosistema y su biodiversidad.
Nos acercamos a la ría artificial y nos alegra de soniquete del agua y el cierto meneo que le llega al carrizo mecido por algo de viento.
En el humedal escuchamos alguna gallineta (Gallinula chloropus) pero poca cosa en la jornada de hoy al poco divisamos un milano negro (Milvus migrans) pero muy a la lejanía.

[Imagen 3. Vista de uno de los puentes que sortea el humedal del parque de Valdebebas-Felipe VI. Fuente: Madrid Ambiental]
Los vencejos (Apus apus) nos acompañaron también golondrinas comunes (Hirundo rustica) y aviones comunes (Delichon urbicum) vimos beber agua a los primeros y hablamos del comportamiento de esta especie.
El sol nos hizo desviar un poco el camino y buscar más la sombra y la tranquilidad el final del recorrido nos guardaba una sorpresa como muchas veces ocurre curiosamente en este parque. Mientras buscábamos y distinguíamos un verderón (Chloris chlorisentre), un milano real (Milvus milvus) majestoso sobrevolando bastante tiempo y a pocos metros de altura por lo cual nos permitió distinguir perfectamente sus colores su forma y su estructura alar.

[Imagen 4. Milano real (Milvus milvus). Fuente: leon_w. Creative Commons – Algunos derechos reservados: https://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/]
Nos vemos, ¡hasta el próximo itinerario ornitológico!
Puedes animarte y reservar plaza en el correo electrónico del programa: proambiental@madrid.es
“Silba el milano, cantan los pastores y rabian los amos.”
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