De domingo en el parque Juan Carlos I con los prismáticos al cuello. Os contamos como recorrimos este parque en búsqueda de las aves que lo habitan.

Iniciamos la ruta pronto, incluso antes que los vencejos (Apus apus) que tardaron un rato en llenar el cielo azul y sin nubes. El tiempo ha cambiado y el calor ha entrado ya en juego. Esta situación climática en añadido a los cuidados parentales de varias especies de aves se nos presenta poco esperanzadora para dar con algunas de ellas.

Comenzamos viendo estorninos negros (Sturnus unicolor) entre catalpas y altas farolas. Nos cantaba un verdecillo al que era imposible de ver en unos tilos algo alejados. Los mirlos (Turdus merula) también se unían al canto y las palomas torcaces (Columba palumbus) se empezaban a dejar ver por allí.

La primera parte del camino nos llevó por las extensas praderas de césped deteniéndonos en alguna paloma doméstica (Columba livia) y miran mucho hacia el cielo para ver a los primeros vencejos que volaban ya con alguna golondrina y avión común.

Llegados a la ría artificial con sus saltos de agua nos saludó una lavandera blanca (Motacilla alba), aunque debía tener prisa, ya que no se dejó ver mucho. Más tarde veríamos alguna más.

[Imagen 1: Ría artificial en el parque Juan Carlos I. Fuente: Madrid Ambiental]

 

Los ánades reales (Anas platyrhynchos) dormían aún y quizá nosotros también, ya que por un momento nos ilusionamos pensando que veíamos un zampullín, cuando en realidad era un joven pollo de ánade azulón. Raro era que no se zambullera… Pero al poco apareció un hermano o hermana y su mamá.

De pollos iba la cosa en ese rato, ya que contamos hasta 12 crías de ganso del Nilo junto a solo un apareja de gansos del Nilo (Alopochen aegyptiaca). Nos preguntamos que habría pasado con los demás padres o si no los veíamos entre las hierbas. Lo cierto es que aunque en Madrid siempre los hemos visto criar 4, 5 o 6 pollos, parece ser que son hasta 12 los que pueden sacar adelante. En la naturaleza (y no en un parque urbano sin depredadores naturales), de estos pollos suelen salir adelante 2 o 3. En Madrid salen adelante prácticamente todos. Recordamos que esta especie esta catalogada como Especie Exótica Invasora en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras desde 2013.

[Imagen 2: Polluelos de ganso del Nilo (Alopochen aegyptiaca). Fuente: Javier Sánchez Álvarez. Creative Commons – Algunos derechos reservados: https://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/]

 

El paseo junto a la ría nos permitió ver los puentes desde abajo, encontrando los nidos ya habitados de nuevo de los aviones comunes (Delichon urbicum). Pudimos verlos entrar y salir y distinguir a esta especie de los vencejos, que por otro lado aprovechaban estas horas para beber agua haciendo pasadas elegantes por la lámina de agua.

[Imagen 3: Avión común (Delichon urbicum). Fuente: lydc. Creative Commons – Algunos derechos reservados: https://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/]

 

Nos internamos en el olivar. La vegetación silvestre llenaba nuestra vista en un espectáculo de colores, aunque nos impedía ver a aquellas aves que se enconarían entre los olivos. Poco movimiento, pocos cantos. Solo un jilguero (Carduelis carduelis) nos permitió escuchar su melodía y verlo acercarse a los cardos marianos.

Un milano negro (Milvus migrans) volando muy alto nos dejó ver su silueta y también la esperanza de que descendiera, pero no llegó a hacerlo (al menos durante nuestra estancia en el parque).

Cruzamos la ría por uno de los puentes y nos dirigimos al Jardín de las Tres Culturas. Ahí vimos algún jilguero más y algún verdecillo (Serinus serinus) muy cantarín.

[Imagen 4: Olivar del parque Juan Carlos I. Fuente: Madrid Ambiental]

 

Cotorras de Kramer (Psittacula krameri) y Cotorras argentinas (Myiopsitta monachus). Más urracas (Pica pica) y gorriones molineros (Passer montanus). Esto últimos estaban especialmente activos en esta mañana. Los escuchamos durante toda la actividad, pero dejándose ver muy poco. Los cuidados en el nido debían ser intensos.

Ya regresamos cerca del punto de encuentro escuchando algún carbonero garrapinos (Periparus ater) y viendo algunos gorriones comunes (Passer domesticus) y un par de lavanderas (Motacilla alba).

Nos vemos, ¡hasta el próximo itinerario ornitológico!

Puedes animarte y reservar plaza en el correo electrónico del programa: proambiental@madrid.es

Si los vencejos chillan a la una, por la tarde, fresca segura”

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