Esta mañana nos hemos trasladado hasta el distrito de Hortaleza para realizar un itinerario ornitológico. Situado al noreste de la ciudad de Madrid, este distrito cuenta con una gran variedad de zonas verdes. Nosotros hemos escogido el Parque Forestal de Valdebebas-Felipe VI, el parque más extenso de Madrid después de Casa de Campo y el Pardo, abarcando 470 Ha.

En este parque, de estilo forestal, en vez de las típicas praderas de césped encontramos laderas repletas de plantas espontáneas y diversas áreas boscosas. Nuestro recorrido transcurre siguiendo la ría artificial más cercana a la puerta nº1 del parque, ubicada en la avenida de las Fuerzas Armadas.

[Imagen 1: Parque Forestal de Valdebebas-Felipe VI. Fuente: Madrid Ambiental]

Tras un día lluvioso, hoy nos hemos despertado con el cielo despejado. Días como este suelen ser propicios para el avistamiento de aves, ya que las aves suelen mostrarse más activas lo que facilita su observación.

Nada más entrar al parque y subir la cuesta comienzan los primeros avistamientos. Un ave de gran tamaño sobrevuela la pradera que tenemos frente a nosotros. En seguida echamos mano de nuestros prismáticos para asegurarnos que estamos ante un cernícalo primilla (Falco naumanni) en busca de desayuno. Aprovechamos la oportunidad que nos está ofreciendo para deleitarnos con sus colores anaranjados. Todo lo bueno acaba, y el cernícalo se introduce dentro del pinar donde deja de estar a la vista.

Bajamos los prismáticos y observamos a nuestro alrededor, posada sobre la base del tronco de una encina (Quercus ilex) encontramos una hembra de pito ibérico (Picus sharpei). A nuestra intuimos movimiento detrás de unos matorrales, se trataba de un par de palomas torcaces (Columba palumbus). Antes de continuar les prestamos atención a las urracas comunes (Pica pica) que podemos ver sobre el camino, entre la vegetación y en vuelo.

Bajamos hacia la zona de juegos infantiles y debajo de una mesa aparece el primer gorrión común (Passer domesticus). Este pájaro es común verlo en las zonas más antrópicas de los parques por lo que no nos sorprende encontrarlo en esta zona picoteando el suelo. Avanzamos hasta el primer estanque donde termina la ría artificial. En mitad del agua, completamente ajenos al grupo, están durmiendo plácidamente una pareja de zampullines comunes (Tachybaptus ruficollis). En la misma ladera que sobrevolaba el cernícalo nos sorprenden destellos amarillos y mucho movimiento. Se trata de un gran grupo de serines verdecillos (Serinus serinus) que revolotean entre las plantas espontáneas confundiéndose con las flores amarillas.

[Imagen 2: Zampullín común (Tachybaptus ruficollis) Fuente: J.L. Perea (CENEAM)]

Proseguimos aguas arriba de la ría, observando los árboles de ribera y echando la vista de vez en cuando al encinar que los bordea. Un ave de pequeño tamaño juega entre las ramas de un chopo blanco (Populus alba). Es inquieta y nos complica su identificación hasta que se cuelga de una de las ramas externas y nos damos cuenta de que se trata de un precioso herrerillo común (Cyanistes caeruleus). Un canto de sonido metálico nos advierte de la presencia de un petirrojo europeo (Erithacus rubecula) que sale de otro chopo marcando su territorio.

Sobre el cielo un grupo de gaviotas sombrías (Larus fuscus) se aleja del parque y avistamos repetidos grupos, de aves de mediano tamaño, que se desplazan rápidamente creando destellos plateados en el cielo. No conseguimos identificarlas con precisión, creemos que podría tratarse de gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus) por su tamaño y forma alar.

Nos adentramos de nuevo en el encinar antes de cruzar la ría. Entre retamas (Retama sp.) vemos un grupo de gorriones molineros (Passer montanus). Al pararnos a observar comenzamos a ver diferentes formas y colores, por lo que enfocamos con los prismáticos para ver las aves que los acompañan. Entre los gorriones descubrimos serines verdecillos, un jilguero europeo (Carduelis carduelis) y un pinzón vulgar (Fringilla coelebs). Pasamos la pasarela y una pareja de Garzas reales (Ardea cinerea) vuela hacia nosotros lentamente con su cuello encogido.

[Imagen 3: Jilguero europeo (Carduelis carduelis). Fuente: Sergey Ovchinnikov (Unplash)]

Al otro lado de la pasarela encontramos una zona de terrazas con olivos (olea europaea) y otros frutales perfecta para detenernos otor rato. Conforme nos acercamos uno de los participantes ve un agateador europeo (Certhia brachydactyla) que, aunque el resto no vemos nos verifica su presencia con su particular canto. Entre los frutales varias aves se alimentan ofreciéndonos una bonita escena típica de un campo de cultivo. Conseguimos identificar al herrerillo común, al carbonero común (Parus major), al carbonero garrapinos (Periparus ater) y a la curruca capirotada (Sylvia atricapilla).

Detrás nuestro echa a volar una tórtola turca (Streptopelia decaocto) que encamina nuestros ojos hacia el segundo estanque, donde comienza la ría, donde hay una pareja de ánades azulones (Anas platyrhynchos) nadando plácidamente. Nos damos la vuelta para continuar cuando un participante nos hace voltearnos de nuevo. Sobre un muro de piedra se había posado un ave más grande que las que estábamos viendo. Se trataba de un zorzal charlo (Turdus viscivorus) que posaba bien erguido ante nosotros.

Regresamos disfrutando de los pájaros que se encuentran revoloteando entra las herbáceas. Siguen los serines verdecillos entre los que ahora también observamos algunos colirrojos tizones (Phoenicurus ochruros) y mosquiteros comunes (Phylloscopus collybita). Sobre una rama vemos un pecho rojizo y enseguida nos aventuramos a decir erróneamente que se trata de un petirrojo. En cuanto cambiamos la perspectiva y observamos mejor al ave descubrimos ante nosotros una tarabilla europea (Saxicola rubicola) con el dorso completamente negro y ese collar blanco tan característico. No es un ave que veamos con frecuencia en los parques y jardines de Madrid por lo que nos proporciona una feliz sorpresa.

[Imagen 4: Tarabilla europea (Saxicola rubicola). Fuente: Juan Perales Rodríguez (CENEAM)]

En el primer estanque continúan los zampullines a los que se han unido una pareja de ánades azulones. Nos detenemos un rato observando la gran diferencia de tamaño entre ambas especies cuando aparece una lavandera blanca (Motacilla alba) volando a ras del agua.

Concluimos la jornada regresando al punto de inicio. Mientras nos despedíamos aparecen las dos últimas especies del día. En frente observamos como vuela una gran bandada de estorninos negros (Sturnus unicolor). Y, a nuestra derecha un milano real (Milvus milvus) sobrevuela el parque en busca de alimento.

Ha sido un día gratificante, repleto de avistamientos de diversas especies. Desde el Programa Madrid Ambiental os invitamos a uniros a nuestros itinerarios ornitológicos para descubrir las distintas especies de aves que habitan en la ciudad de Madrid. Para aquellos que se inician en la ornitología, recordamos que ofrecemos un taller de iniciación a la ornitología para facilitar la introducción en el fascinante mundo de las aves.

“¿Qué criatura salvaje es más accesible a nuestros ojos y oídos, tan cerca de nosotros y de todos en el mundo, tan universal como un pájaro?”

David Attengorough