Llegados casi a mediados de julio, hoy tenemos viento fresco. Un alivio para el paseo en esta jornada de avistamiento de aves junto al río Manzanares. Así amaneció el día y desde la Glorieta de Málaga, junto al metro Hospital 12 de Octubre notamos que no íbamos a sufrir un calor sofocante, el día se presentaba bueno.
Salimos camino del Parque Lineal del Manzanares descendiendo desde la meseta de Orcasitas. De camino, siguiendo el Anillo Verde, echamos la vista atrás para ver la gran bandada de vencejos (Apus apus) que sobrevolaban el propio Hospital Universitario 12 de Octubre.
En ese mirar atrás descubrimos a una abubilla (Upupa epops) posada en la valla del Centro Deportivo Municipal San Fermín. Estuvo el rato suficiente para que la pudiéramos observar bien.
Avanzamos unos pocos pasos más y unos gorriones comunes (Passer domesticus) nos entretuvieron. También las siempre mencionadas cotorras argentinas (Myiopsitta monachus) y puedes saber algo más de ellas en este enlace. Los mirlos (Turdus merula) hicieron acto de presencia para destacar sus diferencias con los estorninos que comparten su hábitat a ratos.
Llegamos al Parque Lineal del Manzanares que recorreríamos durante un buen rato antes de encaminarnos hacia Madrid Río.

[Imagen 1. El grupo buscando una abubilla entre el olivar. Fuente: Madrid Ambiental]
Volvimos a ver mirlos, gorriones comunes y algún gorrión molinero (Passer montanus). A lo lejos vimos volar una garza real (Ardea cinerea) que parecía dirigirse al parque de Pradolongo. Entre unos olivos (Olea europaea) vimos dos pájaros muy coloridos, eran jilgueros (Carduelis carduelis). Momento que pudimos aprovechar para hablar sobre su alimentación basada en una gran variedad de semillas, en especial de los cardos marianos (Silybum marianum). También comentamos que esta variedad de semillas en la ciudad se ha empobrecido, ya que no hay zonas de campo en buen estado con flora silvestre anual o bianual.
Desde aquella posición escuchámos cotorras de Kramer (Psittacula krameri), una vez más recordamos que son aves exóticas invasoras, y a un verderón (Chloris chloris) que al poco se dejó ver entre las ramas de olivo.
Voló una abubilla (Upupa epops) y las urracas (Pica pica) nos acompañaron como siempre «queriendo que hablemos de ellas». Y así lo hicimos, ya que bien lo merecen estos curiosos animales.

[Imagen 2. Pito ibérico (Picus sharpei). Fuente: Luca Boscain. Creative Commons – Algunos derechos reservados: https://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/]
Nos dirigimos hacia el río y de camino vimos una tórtola turca (Streptopelia decaocto), alguna paloma zurita (Columba oenas), además de palomas torcaces (Columba palumbus).
Sobre el río, encima de uno de los puentes del Parque Lineal del Manzanares, vimos posarse un pito ibérico (Picus sharpei) joven. Picoteaba las ramas secas de un sauce (Salix sp.). Nos preguntamos si habría encontrado algo o estaba probando puntería con el pico. Abajo en el agua nadaban dos hembras de ánade real (Anas platyrhynchos).
Tomamos el camino que remota el río mirando al olivar. Así mirando, mirando vimos llegar una abubilla a los pies de un olivo. Tenía ahí su nido. Volvió hasta en dos ocasiones, y durante la espera una participante del grupo identificó varias mudas de artrópodos. Eran de la misma especie.
Y resulta que eran los animales que no habían estado cantando sobre nuestras cabezas, ya que la temperatura aún no era tan alta. Se trataba de cigarras (Cicada sp.).

[Imagen 3. Ecdisis, muda o exoesqueleto abandonado de una cigarra (Cicada sp.). Fuente: Madrid Ambiental]
Estas mudas no son más que el exoesqueleto dejado atrás por las jóvenes cigarras al hacer su paso a adultas. Esta fase juvenil del animal vive bajo tierra alimentándose de raíces, y ahí de modo subterráneo pasan varios años (de 13 a 17). Cuando llega el momento de ser adultas suben a la superficie, trepan un árbol e inmóviles durante la noche realizan la transformación en un animal alado listo para estridular, no cantar ya que el sonido que producen es por la vibración de unas membranas de su abdomen (timbales). En estado adulto vivirán de cuatro a seis semanas.
Recordar también que estos animales son alimento de muchas aves, aunque son complicadas de capturar debido a su camuflaje.

[Imagen 4. Parte del grupo en plena observación y búsqueda de aves en el río Manzanares. Fuente: Madrid Ambiental]
Desde el último puente sobre el río que cruzaríamos esa mañana, pudimos ver una numerosa familia de gansos del Nilo (Alopochen aegyptiaca). Numerosa ya que estaban la madre, el padre y diez polluelos. Nos deleitamos viendo el comportamiento de pesca del macho, así como de los intentos también de uno de los polluelos que atrevido atravesaba el río de piedra en piedra. Si bien no hay que olvidar que se trata de ota especie de ave exótica invasora…
El camino hacia Legazpi nos dejó la imagen de una gallineta (Gallinula chloropus) junto a su madre en un paseo buscando almuerzo. También el baño refrescante de tres jilgueros (Carduelis carduelis) en la orilla. Las tranquilas palomas domésticas (Columba livia) bajo los puentes. Y ya en Legazpi el vuelo precioso de aviones comunes (Delichon urbicum) muy próximos al grupo desde la presa número 9.
Tras ver un gato (Felis catus) entre el carrizo (Phragmites australis) del cauce del río Manzanares, terminamos la ruta sensibilizando al grupo a cerca del problema de los gatos asilvestrados como depredador de aves silvestres y la responsabilidad que tenemos los dueños de mascotas respecto a ello.

[Imagen 5. Vista del río Manzanares en su bajada hacia el Parque Lineal del Manzanares desde la presa número 9. Fuente: Madrid Ambiental]
Llegados a Legazpi realizamos la evaluación de la actividad y nos despedimos.
Puedes animarte y reservar plaza pra actividades como la que acabas de leer u otra que sea de tu interés en el correo electrónico del programa: proambiental@madrid.es
“En julio es gran tabarra el canto de la cigarra”
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