Imagina que a fecha 1 de enero dispusieras en tu casa de todos los recursos que podrás permitirte ese año: comida, agua, energía en diferentes formatos (ya sea electricidad o calefacción), prendas nuevas, entradas al cine o al teatro, el móvil que te ibas a comprar en primavera, la reserva de las vacaciones, y unos vales ya pagados para las comidas fuera de casa, medicamentos para la gripe que pillarás al final del otoño y los neumáticos nuevos que le deberás poner el coche en primavera. Eso sí, tu cuenta está a cero y no tendrás nuevos ingresos, ya que todo está invertido por adelantado. ¿Qué ocurre si el “día de sobrecapacidad de tu hogar”, la fecha en que todos estos recursos se agotan, es anterior al 31 de diciembre? En ese caso -aparte de constatar que te has administrado mal- tendrás que recurrir a los recursos que te corresponderían al año que viene, quizás pidiendo un crédito; y posiblemente deberás priorizar el consumo de bienes más esenciales (como la comida), respecto a otros como la calefacción, la limpieza o el mantenimiento de la casa, que acabará siendo un lugar frío, sucio, descuidado y a la larga inhabitable. Evidentemente, es una situación que, incluso a corto plazo, acabará siendo absolutamente insostenible. Imagina además, que tu casa -y todos los recursos que contiene- son lo único que hay, que no hay otro lugar donde ir, que no hay casa “B”.
Pensemos ahora en los recursos que la Tierra es capaz de generar en un año, y cuánto tiempo emplea la humanidad en consumirlos. Desde 1987 Global Footprint Network (Red Global de la Huella Ecológica) realiza está comparación y calcula la fecha en la que nuestro consumo de recursos ha superado la capacidad del planeta para generarlos. Cada año que el “Día de Sobrecapacidad de la Tierra” se adelanta, vamos acumulando una peligrosa deuda, que repercute en un deterioro para todos los procesos ecológicos (como sufre el motor de un coche en reserva), y un menoscabo de la disponibilidad futura de esos recursos.
[Figura1: Global Footprint Network calcula el Día de Sobrecapacidad de la Tierra desde 1987. Fuente: www.footprintnetwork.org]
¿De qué fechas estamos hablando? Y, sobre todo, ¿existe alguna tendencia en su evolución? En 1970, año sobre el que se realizó el primer cálculo, la fecha resultó ser el 30 de diciembre. La humanidad llegaba al punto en el que era capaz de gastar absolutamente todos los recursos que la Tierra había sido capaz de producir ese año, habíamos dejado de “ahorrar”; e incluso, aunque de manera anecdótica aún, entrábamos en “números rojos”. Visto de otro modo, la humanidad necesitaba en 1970 de una “Tierra” entera anual para satisfacer su demanda.
Para 1980, la fecha estaba ya establecida el 16 de noviembre, en 1990 el 18 de octubre, en el 2000 el 17 de septiembre, y en 2010 fue el 10 de agosto. En 2023, hemos conmemorado este triste día este pasado 2 de agosto. La tendencia parece clara, y muy preocupante. Todo lo que consumamos estos próximos 5 meses, la Tierra ya no tendrá capacidad de regenerarlo por completo, de modo que para final de año habremos consumido 1,75 “tierras”.
[Figura 2: Evolución del Día de Sobrecapacidad de la Tierra. Fuente: www.overshootday.org]
Pero aún queda una derivada más, preocupante desde nuestra perspectiva local. El cálculo hace referencia al consumo y los recursos globales; pero, como sabemos, ni lo uno ni lo otro se reparte de forma proporcional en todo el mundo ¿Qué ocurre al realizar el cálculo a la escala de un solo país? * Por ejemplo, se prevé que Jamaica agote su “cupo” el 20 de diciembre, Colombia lo hará el 8 de noviembre y México el 31 de agosto. Argentina ya llegó a su límite el 24 de junio, Reino Unido el 19 de mayo, Estados Unidos el 13 de marzo y Qatar lo hizo ¡el 10 de febrero! Pues bien, España acumula deuda con el planeta desde el pasado 12 de mayo: la “despensa” para todo un año agotada antes de llegar a la mitad de este.
*En realidad lo que se calcula es el hipotético Día de Sobrecapacidad de la Tierra si todo el mundo viviera según los estándares de ese país.
¿Cómo podemos “retrasar” el Día de Sobrecapacidad de la Tierra/ de España?
Desde la web oficial de esta iniciativa, Earth Overshoot Day home – #MoveTheDate, se proponen diferentes ámbitos desde los que se pueden trabajar para “mover la fecha”, como reza su hashtag, es decir retrasarla lo más posible.
– Ciudades: “si reducimos la huella derivada del desplazamiento en coche en un 50%, realizando un tercio de los desplazamientos realizados por este medio en transporte público, y el resto en bicicleta o andando, la fecha se retrasaría 13 días, nos proponen como reto. Eficiencia energética en edificios y un urbanismo sostenible y participativo son otros factores sobre los que trabajar. Como habitantes de una gran ciudad, esto se puede relacionar con la forma en que nos desplazamos y nuestro grado de compromiso y participación por una movilidad sostenible.
[Figura 3: Movilidad sostenible para retrasar la sobrecapacidad de la Tierra. Fuente: Madrid Ambiental]
– Energía: hasta 3 meses se atrasaría la fecha si logramos reducir en un 50% la parte de nuestra huella ecológica relacionada con el carbono. La implementación de las tecnologías de eficiencia energética actualmente existentes en todos los edificios y procesos industriales nos supondría ganar hasta 21 días. Desde nuestra perspectiva ciudadana, esto nos atañe claramente a nuestros hábitos y decisiones en materia de eficiencia energética en el hogar.
– Alimentación: los retos planteados en este punto están muy directamente relacionados con nuestros hábitos. Reducir un 50% el consumo global de carne y evitar, al menos, la mitad de la comida que acaba en el cubo de la basura nos permitiría retrasar 17 y 13 días respectivamente el Día de la Sobrecapacidad.
– Población: en este punto, las propuestas se centran en medidas de control de la natalidad frente a el sobre poblamiento del planeta. Quizás, dadas nuestras circunstancias demográficas, no debamos sentirnos demasiado aludidos. No obstante, en todo lo que podamos apoyar iniciativas para mejorar las condiciones de igualdad de género y educación en el mundo, habremos puesto nuestro granito de arena.
– Planeta: Como es lógico, todas las medidas que se orienten en preservar y recuperar los ecosistemas naturales repercutirán en una mejor conservación de los recursos. No solo se trata solo de gastar menos, si no evitar que los recursos de los que podríamos disponer desaparezcan o se echen a perder, sin siquiera haberlos podido utilizar. En este punto podríamos hablar de acciones tales como la reforestación, la pesca y agricultura sostenibles, o evitar la contaminación del agua y el aire y la pérdida de biodiversidad. Como ejemplo nos proponen que la reforestación de 350 millones de hectáreas de bosque en el mundo nos haría ganar 8 días.
[Figura 4: El agua contaminada se pierde como recurso, incluso sin consumirse. Fuente: Wikipedia]
En https://movethedate.overshootday.org/ puedes revisar el “mapa de soluciones”, con las propuestas que ciudadanos de todo el mundo, incluso desde Madrid, han aportado. Por supuesto, también puedes contribuir con las tuyas. Otra opción que nos presentan es poder calcular nuestra propia huella ecológica a través de Ecological Footprint Calculator.
¿Necesitas más ideas sobre como contribuir en estos ámbitos? Te invitamos a participar en nuestras actividades donde tratamos varios de estas cuestiones. De hecho, algunas las abordamos de manera muy específica en talleres sobre Eficiencia Energética, Movilidad Sostenible, Consumo y Etiquetado o la Calidad del Aire entre otros.
“La Tierra tiene suficientes recursos para nuestras necesidades, pero no para nuestra codicia.”
Mahatma Gandhi